PUNTOS FOCALES
Apoyo del FMI a Ucrania
El 11 de marzo de 2015, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un acuerdo a cuatro años por US$17.500 millones a favor de Ucrania en el marco del Servicio Ampliado del FMI, con un desembolso inmediato de alrededor de US$5.000 millones.
El programa tiene metas exigentes: encauzar la economía hacia una trayectoria de recuperación, restablecer la sostenibilidad externa, fortalecer las finanzas públicas, respaldar el crecimiento económico mediante avances en las reformas estructurales y reformas de la gestión de gobierno y proteger a los ciudadanos más vulnerables del país.
Después de su independencia en 1991, Ucrania suscribió varios programas respaldados por el FMI —algunos después de la crisis financiera de 2008— pero ninguno logró el objetivo de impulsar reformas sostenidas. El programa de 2010 terminó sin alcanzar sus objetivos, y los problemas macroeconómicos de Ucrania se intensificaron. Los salarios y los costos de producción aumentaron, pero no ocurrió lo mismo con la productividad. La competitividad terminó por deteriorarse en grado tal que la economía dejó de crecer y las exportaciones se estancaron.
Rápido deterioro en 2014
El nuevo gobierno que asumió el poder en febrero de 2014 emprendió un programa encaminado a lograr la estabilidad macroeconómica y financiera. Sin embargo, la situación se deterioró rápidamente tras intensificarse el conflicto armado en el Este. En el cuarto trimestre de 2014, el PIB se contrajo 14,8% con respecto al año anterior, y surgieron nuevas necesidades financieras. El mercado de divisas se desestabilizó, y los bancos se vieron sometidos a tensiones.
En respuesta, el gobierno adoptó un programa más ambicioso e integral respaldado por un volumen sustancial de nuevo financiamiento proporcionado por la comunidad internacional, incluido el FMI. El primer objetivo del nuevo programa respaldado por el FMI es estabilizar las finanzas de Ucrania. Cubre las necesidades de financiamiento externo de Ucrania, estimadas en alrededor de US$40.000 millones a lo largo de 2015–18, junto con asistencia internacional de otras fuentes y una operación de reestructuración de la deuda. Se espera que las reservas oficiales del país se tripliquen, a alrededor de US$18.000 millones para el final de 2015. Bajo el peso de una orientación monetaria restrictiva, la inflación debería retroceder a niveles de un solo dígito para principios de 2017.
Corregir los déficits, proteger a los vulnerables
Asimismo, la reducción de los déficits puede ayudar a reducir las necesidades de financiamiento y la deuda pública. Esto incluye un aumento de las tarifas de la energía para limitar el déficit cuasifiscal de la empresa estatal que monopoliza el gas. A fin de proteger a los más vulnerables del impacto de estas medidas y generar respaldo para las reformas, se ha fijado como meta que el gasto total en programas de asistencia social alcanzará 4,1% del PIB en 2015, un aumento de 30% con respecto a 2014; específicamente, la asistencia para el pago del gasto en energía se cuadruplicará.
El objetivo siguiente es revitalizar el crecimiento mediante el restablecimiento de la competitividad, comenzando con un tipo de cambio flexible. Asimismo, es necesario sanear el sistema bancario mediante operaciones de recapitalización y liquidación para que pueda reanudarse el crecimiento del crédito.
Combatir la corrupción y los intereses creados
Igualmente importante es adoptar medidas enérgicas para corregir los obstáculos estructurales que impiden lograr el crecimiento sostenido que podría equiparar los niveles de vida con los de los países vecinos; entre estas medidas se incluyen la desregulación y reforma de la administración tributaria, medidas para lograr mayor transparencia, mejoras en la gestión financiera pública y reformas de las empresas estatales. Por último, para atacar la corrupción se requiere fortalecer la legislación, adoptar medidas para lograr que el poder judicial funcione de manera más eficaz y actuar de manera de contener la influencia potencialmente distorsiva de los grupos de interés en Ucrania.
En los últimos meses, las autoridades ucranianas han desplegado grandes esfuerzos para corregir los problemas profundamente arraigados y dejar atrás las políticas insostenibles aplicadas en el pasado. El FMI y la comunidad internacional están apoyando a Ucrania en la consecución de su programa de reforma.