IMF Consultations

Consulta sobre la integración de las estrategias de reducción de la pobreza de los países miembros con los programas respaldados por el FMI en países de bajo ingreso

1. Generalidades.

Los programas respaldados por el FMI en beneficio de los países de bajo ingreso están concebidos explícitamente para promover una reducción de la pobreza y un crecimiento sólidos y duraderos, ya sea a través del Servicio para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza (SCLP) o del Instrumento de Apoyo a la Política Económica (IAPE). Desde 1999, el sistema de Documentos de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP) ha constituido una estrategia de reducción de la pobreza que ha servido de marco para brindar asistencia concesionaria del FMI, entre otros medios a través de la Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME).

2. Requisitos y preparación de los DELP.

El proceso iniciado para los PPME prácticamente ha llegado a término. En este contexto, el Banco Mundial adoptó hace poco un enfoque para la interacción con los países que ya no requiere la elaboración de un DELP para recibir respaldo financiero de carácter concesionario del Banco (AIF). Además, la elaboración de DELP exhaustivos suele consumir muchos de los recursos de las autoridades de los países de bajo ingreso, y numerosos países ahora elaboran sus propias estrategias nacionales o enunciados de visión sobre aspectos más o menos parecidos.

3. El nuevo enfoque del FMI.

A la luz de estas novedades, el FMI también está estudiando un nuevo enfoque para que el respaldo que brinda siga concordando con las estrategias de reducción de la pobreza (ERP) de los miembros. Este enfoque se guiaría por los siguientes principios: (i) el FMI continuaría usando la documentación sobre la ERP de los miembros como base fundamental de los programas que respalda en el marco de los acuerdos del SCA y los IAPE; (ii) se mantendría la identificación de los países con las estrategias de desarrollo social y de reducción de la pobreza, y el enfoque utilizará en la medida de lo posible los actuales documentos sobre la ERP nacional; (iii) fuera de la Iniciativa para los PPME, toda documentación sobre la ERP que necesite el FMI sería significativamente más sencilla que un DELP; y (iv) el FMI continuaría colaborando de cerca con el Banco Mundial sobre cuestiones sociales y atinentes a la reducción de la pobreza.

4. Integración de la ERP de un miembro.

Al igual que en el enfoque de los DELP, se prevé que las políticas respaldadas por un acuerdo del SCA o un IAPE estarían fundamentadas en una ERP nacional. La documentación presentada por el miembro que enuncie sus políticas dentro del marco de un programa respaldado por el FMI abarcaría las prioridades y aspectos macrocríticos de la ERP y las medidas de política concretas que se adoptarán a lo largo de un período de varios años. En el caso de los países que siguen siendo candidatos a la Iniciativa para los PPME, el DELP seguiría sirviendo para documentar la ERP del miembro. Esta sería también una opción para los países que ya no son PPME y que acaban de elaborar un nuevo DELP. Fuera de la iniciativa PPME, los países que ya publican materiales nacionales DELP por ejemplo en forma de un plan de desarrollo nacional, las autoridades podrían utilizar estos materiales para documentar, en parte o en su totalidad, su ERP para los propósitos del Fondo. Los países que no tienen una ERP clara o suficientemente exhaustiva elaborarían un nuevo Documento de Reducción de la Pobreza (DRP) que deje en claro su ERP y permita establecer vínculos entre las políticas que ha de respaldar el FMI y la ERP. El DRP sería significativamente más sencillo que un DELP, y en estos casos el FMI podría preparar un modelo de buenas prácticas sobre la cobertura del DRP.

5. Consulta y transparencia.

Como en el pasado, se recomienda vivamente a los países que consulten a la sociedad civil sobre sus ERP, quedando constancia de la naturaleza del proceso de consulta en la documentación del programa elevada al Directorio Ejecutivo del FMI. La implementación de la ERP por parte del miembro se analizaría en el memorando de políticas económicas y financieras (MPEF) como parte de los exámenes del programa. Más allá de los que aún participan en la Iniciativa para los PPME, los países ya no tendrían que preparar largos informes anuales de progreso (IAP) para el FMI.

6. Información sobre la ERP transmitida al FMI.

La aprobación del Directorio Ejecutivo a una solicitud de respaldo del FMI bajo un acuerdo del SCA o un IAPE no estará sujeta a la inmediata presentación de documentación sobre la ERP. Esta última tendría que estar lista para el momento en que se realicen los subsiguientes exámenes, en consonancia con los lineamientos generales de la política actual.

7. Evaluación del personal técnico.

Al igual que en la actualidad, las políticas del país miembro para alcanzar los objetivos enmarcados en la ERP estarían sujetas al análisis del personal técnico del FMI consignado en el informe sobre el programa, y junto a la documentación del programa elaborada por el FMI se incluiría una evaluación a cargo del Banco Mundial.

8. Plazos para la nueva política.

Los aspectos de la política que se plantean aquí están sujetos a modificaciones y a la aprobación final del Directorio Ejecutivo del FMI. La intención es lanzar la nueva política a mediados de 2015, tras la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI. Eso no afectará a la documentación sobre la ERP que deben presentar los pocos países que aún reúnen las condiciones para acogerse a la Iniciativa para los PPME.