Comprender más a fondo la informalidad y aprovechar mejor la tecnología puede crear mercados de vivienda más sostenibles

La informalidad predomina en las ciudades africanas —núcleos caóticos de creatividad que atraen a migrantes, jóvenes y personas en busca de empleo—, visiblemente agobiadas por la congestión del tránsito, el comercio callejero y los asentamientos informales, pero que aun así constituyen centros económicos en plena efervescencia y que son piedra angular de la capacidad de África para cumplir sus expectativas de crecimiento económico.

Lo fundamental en las ciudades es la vivienda. La vivienda adecuada y asequible es un factor clave del crecimiento económico porque, más allá del proceso de construcción en sí mismo, incide directamente en el lugar y la manera en que la gente vive, trabaja y accede a los servicios. Cuando se planifica cuidadosamente y se integra en la infraestructura de la ciudad, la vivienda puede sustentar el desarrollo urbano eficiente, gestionar y aprovechar las oportunidades que brinda la mayor densidad poblacional y estimular el crecimiento económico local.

No obstante, en las ciudades de África, los desarrolladores del sector informal construyen más casas que los que operan en el sector formal. El número de casos de préstamos e inversión ligados a operaciones del sector informal de la vivienda, ya sean transacciones mano a mano o realizadas a través de asociaciones de ahorro y crédito rotativas o en forma de remesas, es mayor que el de los gestionados formalmente a través de canales regulados. Y si bien los procesos informales son en definitiva ineficientes y costosos, opacos y abusivos, también son ágiles y generan respuestas rápidas, pues presentan menos barreras. Además, y esto es clave, reflejan las prioridades, necesidades y capacidades de la mayoría de los habitantes del continente.

La tecnología ofrece valiosas oportunidades para apoyar al sector de la vivienda en este entorno informal. Aprovechando las plataformas digitales, la tecnología móvil, el análisis de datos y los sistemas de las ciudades inteligentes, los gobiernos municipales y las personas que trabajan en ellos pueden tender un puente entre la flexibilidad adaptativa de la economía informal y los procesos de gobernanza estructurada necesarios para facilitar el crecimiento sostenible. El desafío para las autoridades, los reguladores y el sector privado es no limitar los esfuerzos informales con una confianza artificial en los canales formales, sino más bien aprovechar esos esfuerzos a través de una mejor comprensión de qué es lo que conduce a la informalidad, la alienta y la demanda. Todo esto ayudará a los inversionistas —ya sean públicos o privados, institucionales o particulares— a encaminar sus inversiones en vivienda correctamente, hacia el mercado adecuado, y desarrollará un mercado sostenible que sea accesible y utilizado por todos los residentes de la ciudad.

KECIA RUST es directora ejecutiva del Centro de Financiamiento de Vivienda Asequible en África (Centre for Affordable Housing Finance in Africa). Este artículo y los estudios de casos se han extraído de la 15.ª edición de Housing Finance in Africa: A Review of Africa’s Housing Finance Markets, de reciente publicación.

 

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