Haces construir un elegante palacio presidencial

Quizás te parezca que, si ordenas construir un grandioso palacio presidencial, los líderes de otros países tendrán más respeto por Parliamo y estarán dispuestos a brindar ayuda. Quizás se te ocurra que los ciudadanos de Parliamo sentirán más lealtad al ver al Presidente saludando desde un magnífico balcón de mármol. Pero esta decisión resulta poco inteligente. El palacio no incrementa ni la exportación ni la entrada de moneda fuerte del extranjero.

En poco tiempo gastas el resto del préstamo y te quedas sin manera de devolverlo. La economía de Parliamo se viene abajo. Al Presidente y a ti los echan del poder. El nuevo gobierno no tiene a quién recurrir y no sabe cómo reformar la nueva economía.

Si tuvieras otra oportunidad, ¿para qué usarías el préstamo?