¡Valió la
pena luchar tanto para obtener el préstamo! La nueva fábrica de teléfonos
celulares a hidrógeno es todo un éxito. Se venden muy bien
dentro de Parliamo porque hay que cargarlos sólo una vez por año,
e incluso llegan muchísimos pedidos de Voxia y de la República Comunicacia.
La exportación aumenta
y recibes más moneda fuerte. El Presidente, agradecido, te asciende a Primer
Ministro.
En tu nuevo cargo, la exportación
llega por fin a superar a la importación. El jefe del banco central de Parliamo
corre a verte: "¡Felicitaciones! ¡Tenemos un superávit comercial!
Eso significa que podremos saldar el préstamo que nos hizo el Gran Banco
de la República Comunicacia". Gracias a una política económica
tan brillante, todo el mundo te aclama.
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