Por
Davide Furceri y
Prakash Loungani
(Versión en
English)
El desempleo es un problema mundial. Si los desempleados formaran su propio país, sería el
quinto país más grande del mundo. De los casi 200 millones de personas en todo el mundo que están buscando trabajo, la mitad viven en los mercados emergentes y alrededor de una cuarta parte en las economías avanzadas, lo que refleja el peso cada vez mayor de los mercados emergentes en la fuerza laboral mundial (gráfico 1).
¿Qué se puede hacer para reducir el desempleo? En el caso de las economías avanzadas, los economistas recomiendan desde hace tiempo un remedio sencillo: más crecimiento. Esto se debe a que el
vínculo entre el crecimiento del producto y la creación de empleo es bastante sólido en la mayoría de las economías avanzadas. Sin embargo, en el caso de los mercados emergentes, existe la percepción generalizada de que el desempleo obedece a problemas estructurales profundamente arraigados que no pueden resolverse sencillamente a través de un mayor crecimiento económico. ¿Qué indican los datos sobre la eficacia del crecimiento como fórmula para crear empleo en los mercados emergentes y las economías en desarrollo?
En un nuevo
estudio (realizado conjuntamente con Laurence Ball y Daniel Leigh), proporcionamos una respuesta en el caso de un gran grupo de alrededor de 80 países, entre ellos, los países del G-20. Llegamos a la conclusión general de que la relación entre el crecimiento y el empleo es sólida en varias economías emergentes. En las economías de frontera y otras economías en desarrollo esta relación es mucho más débil.
Fórmula para la creación de empleos en muchos países
Nuestras estimaciones, resumidas en el gráfico 2, muestran el vínculo entre el crecimiento y el empleo utilizando dos indicadores alternativos de la situación de los mercados de trabajo, la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento de empleo. El panel de la izquierda del gráfico 2 muestra que, en promedio, en las economías avanzadas el desempleo se reduce un tercio de punto porcentual por cada punto porcentual adicional de crecimiento del PIB real. La relación entre el empleo y el crecimiento es casi tan sólida en las economías de mercados emergentes, en promedio: un punto porcentual adicional de crecimiento del producto reduce la tasa de desempleo en ¼ de punto porcentual.
Del mismo modo, el panel de la derecha del gráfico 2 muestra que el impacto del crecimiento del producto en el crecimiento del empleo en las economías avanzadas y emergentes es más fuerte que en otros grupos. Por ejemplo, en promedio, en los mercados emergentes un aumento de 1 punto porcentual de crecimiento del producto eleva el crecimiento del empleo en 0,2 puntos porcentuales.
En la reciente
Cumbre de Líderes del G-20, los países miembros examinaron sus planes para alcanzar mayores tasas de crecimiento en los próximos años. En nuestro estudio se presentan estimaciones sobre la medida en que este crecimiento adicional puede crear empleos en cada país. Como ilustra el gráfico 3, para la mayoría de los miembros del G-20, el vínculo histórico entre el crecimiento y el empleo ha sido sólido, y ha oscilado entre un valor de 0,6 en Estados Unidos y alrededor de 0,2 en Rusia.
Estimular el crecimiento
La evidencia de que el crecimiento adicional reactivará la creación de empleo en muchos países nos lleva a formular una pregunta obvia: ¿Qué generará este crecimiento adicional?
Como se señala en la última edición de
Perspectivas de la economía mundial, será necesario "continuar apoyando la demanda interna y adoptar políticas y reformas que puedan estimular la oferta”. Si no se aplican políticas de estímulo de la demanda, las medidas del lado de la oferta tendrán un impacto limitado a corto plazo. Si las empresas no creen que las perspectivas de ventas están mejorando, no ampliarán la capacidad; por lo tanto, es esencial asegurar que exista demanda para respaldar la oferta. No obstante, si no se aplican medidas del lado de la oferta, los aumentos del producto basados únicamente en el estímulo de la demanda serán temporales.
¿Qué políticas específicas deberían adoptarse? En términos generales, en las economías avanzadas, la política monetaria debería seguir respaldando la recuperación de la demanda. Se necesitará un ajuste fiscal, con un ritmo y una composición que se adapten a las necesidades específicas de los países, y tan favorable al crecimiento como sea posible. Los mercados emergentes están cediendo las tasas de crecimiento previas a la crisis. Deben abordar principalmente problemas estructurales fundamentales, que varían mucho de un país a otro, desde eliminar los cuellos de botella en el sector de la energía hasta llevar a cabo reformas en los mercados de trabajo y de productos.
En muchos países, resulta muy aconsejable incrementar la
inversión en infraestructura pública, la cual proporcionaría un muy necesario estímulo a la demanda a corto plazo y además ayudaría a elevar la oferta (es decir, el producto potencial) a largo plazo.
Balance final
Según nuestros estudios, el crecimiento puede ayudar a crear empleo, aunque el grado en que puede hacerlo varía en los diferentes mercados emergentes, del mismo modo que en las economías avanzadas. Por lo tanto, si bien el crecimiento no es una panacea, es un factor esencial para combatir el desempleo.