Usas el préstamo
para modernizar la anticuada fábrica de abrelatas. Un famoso cocinero
de Terraforte que aparece por televisión recomienda los abrelatas que produce
la nueva fábrica y llegan pedidos del mundo entero.
La exportación aumenta
y recibes más moneda fuerte. El Presidente, agradecido, te asciende a Primer
Ministro.
En tu nuevo cargo, la exportación
llega por fin a superar a la importación. El jefe del banco central de Parliamo
corre a verte: "¡Felicitaciones! ¡Tenemos un superávit comercial!
Eso significa que podremos saldar el préstamo que nos hizo el Gran Banco
de la República Comunicacia". Gracias a una política económica
tan brillante, todo el mundo te aclama.
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