Boletín Para la Sociedad Civil
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El FMI expresa su reconocimiento y agradecimiento al Profesor Jan Aart Scholte, del Centro de Estudios sobre la Globalización y la Regionalización de la Universidad de Warwick, Coventry, en el Reino Unido, por el papel integral que ha desempeñado en la elaboración de esta guía. La guía fue redactada en 2003 por el Prof. Scholte y funcionarios del FMI, en consulta con representantes de la sociedad civil. |
El FMI ha asumido el compromiso de mantener la transparencia acerca de su labor, de explicar sus funciones y actividades, y de escuchar a las personas a quienes afecta. El acercamiento al público constituye cada vez más un elemento integral del trabajo realizado por el FMI respecto de cada país. La presente guía tiene por objeto asistir a los funcionarios del FMI en sus esfuerzos por establecer relaciones positivas con las organizaciones de la sociedad civil (OSC). Dado que las circunstancias particulares en la que está inserta la sociedad civil varían marcadamente entre un país y otro, los funcionarios del organismo deberán basarse en gran medida en su propia evaluación de las situaciones específicas que enfrentan. La guía ofrece un marco de referencia destinado a suplementar la experiencia y el buen criterio, pero no a reemplazarlos. Definición: ¿Qué es la sociedad civil? Existe una variedad muy amplia de OSC, de modo que es sumamente difícil generalizar al respecto. A los fines del FMI, los actores de la sociedad civil son, entre otros, foros empresariales, asociaciones confesionales, movimientos sindicales, grupos comunitarios locales, organizaciones no gubernamentales (ONG), fundaciones filantrópicas y centros de investigación y estudio. Objetivos de las relaciones del FMI con las OSC
Parámetros básicos
Proceso de las reuniones
El triángulo Gobierno-FMI-OSC El FMI es responsable ante los gobiernos de los países miembros. El diálogo con los ciudadanos de esos países y la transparencia de su vinculación con ellos constituyen importantes complementos de esa responsabilidad.
Legitimidad
Otros desafíos importantes
I. Introducción: Naturaleza y objetivo de la Guía 1. La presente guía tiene por objeto asistir a los funcionarios del FMI en el desarrollo de relaciones positivas con las organizaciones de la sociedad civil (OSC).1 En particular, se propone ayudar al personal del organismo a establecer interacciones con las OSC de manera tal de fortalecer las operaciones del FMI y contribuir a la eficacia del apoyo que éste brinda a los países miembros. 2. Como su nombre indica, la "guía" ofrece un marco de referencia de buenas prácticas. Su observancia no es obligatoria, y no resulta aplicable a todas las situaciones. Las restricciones del FMI en materia de recursos, en particular, pueden impedir que se logren plenamente las aspiraciones aquí expuestas. En general, la guía tiene por finalidad complementar — nunca remplazar — el buen criterio y la experiencia. 3. Tampoco impone un plan rígido y aplicable en forma universal. Las circunstancias concretas de la sociedad civil varían marcadamente según los diferentes países, culturas, sectores sociales y contexto político. El documento describe principios generales, pero en la práctica cotidiana los funcionarios del organismo deberán basarse en gran medida en una evaluación contextual de las situaciones específicas que enfrenten. 4. Esta guía no es la única fuente de asesoramiento sobre el tema. También pueden resultar de utilidad para los funcionarios del FMI la consulta y la colaboración con otras instituciones multilaterales como el Banco Mundial y los organismos de las Naciones Unidas que tienen un importante caudal de experiencia e idoneidad en cuanto a los lazos con la sociedad civil. 5. El diálogo con los grupos de la sociedad civil es sólo un elemento del acercamiento al público por parte del FMI. Al destacar las relaciones con las OSC, esta guía de ningún modo resta importancia a los contactos del FMI con parlamentarios, partidos políticos, autoridades subnacionales, los medios de comunicación y la ciudadanía en general. 6. La guía es un documento vivo, sujeto a modificaciones periódicas a la luz de la experiencia acumulada y la evolución de las prácticas seguidas en las relaciones del FMI con la sociedad civil. II. Definición: ¿Qué es la sociedad civil? 1. Los teóricos proponen conceptos de sociedad civil que varían mucho y que suscitan fuerte discrepancia. 2. A los fines del FMI, puede definirse a la sociedad civil como el entorno en el cual las asociaciones voluntarias de ciudadanos procuran dar forma a las estructuras y políticas de gestión de gobierno. 3. Entre los actores de la sociedad civil cabe mencionar los foros empresariales, las asociaciones confesionales, los movimientos sindicales, los grupos comunitarios locales, las organizaciones no gubernamentales (ONG), las fundaciones filantrópicas, los centros de investigación y estudio, y demás. En la presente guía no están incluidos los partidos políticos como parte de la sociedad civil, dado que — a diferencia de los grupos de ciudadanos recién mencionados — los partidos políticos buscan ocupar cargos públicos. En esta guía tampoco se consideran los medios de comunicación. 4. Las OSC muestran una enorme diversidad en términos de sectores representados, funciones, dimensión, nivel de recursos, forma organizativa, alcance geográfico, experiencia histórica, contexto cultural, temario, ideología, estrategia y tácticas. Por lo tanto, resulta muy difícil generalizar acerca de la sociedad civil. 5. Las actividades de la sociedad civil no son inherentemente buenas o malas. Numerosas OSC realizan aportes positivos al proceso político, pero las opiniones y conductas de algunos elementos (como los grupos racistas) pueden ser de índole "antisocial". III. Objetivos: ¿Por qué trata el FMI con las OSC? 1. Una actuación activa de la sociedad civil en organismos mundiales como el FMI no es solamente un hecho ineludible de la vida política del siglo XXI, sino que existen además motivos de relevancia para que el FMI acepte con beneplácito y fomente esas relaciones. 2. El acercamiento al público (incluidos los contactos con las OSC) constituye un elemento integral de la labor del FMI respecto de cada país. Como institución pública, el FMI ha asumido el compromiso de mantener la transparencia acerca de su tarea y de explicar qué es y cómo opera a todas aquellas personas a quienes afecta. Por otra parte, el diálogo con las OSC ofrece una importante oportunidad para disipar los conceptos erróneos del público respecto del FMI y sus actividades. 3. Elementos para la formulación de políticas. Las OSC pueden destacar temas importantes para la formulación, instrumentación y modificación de las políticas y programas del FMI o respaldados por éste y brindar al FMI información útil que complemente los datos oficiales y una visión que quizá difiera de la perspectiva imperante en los círculos oficiales. Los desafíos planteados por las OSC pueden impulsar al FMI a profundizar y enriquecer su pensamiento y mejorar el asesoramiento que brinda en materia de políticas. 4. Viabilidad de las políticas. Las conversaciones con las OSC permiten calibrar la importancia de las fuerzas que apoyan o rechazan las políticas respaldadas por el FMI en un contexto dado. Un diálogo constructivo con las OSC puede contribuir a desarrollar un mejor entendimiento mutuo y un mayor apoyo a las medidas respaldadas por el FMI. 5. Identificación del país con las políticas del FMI. El diálogo con las OSC, un importante elemento accesorio de la responsabilidad del FMI hacia los gobiernos de los países miembros, puede fortalecer significativamente la "identificación" con las políticas que promueve el organismo. IV. Parámetros básicos: Cuánto, quién, cuándo, dónde, qué A. ¿Cuánto interactúa el FMI con las OSC? 1. Se espera que los funcionarios del FMI desarrollen relaciones constructivas con las OSC, junto con otras formas de acercamiento dirigidas, por ejemplo, a los medios de comunicación y al parlamento. Los funcionarios deben tomar las decisiones que a su criterio correspondan para que sus restantes responsabilidades no se ven afectadas. 2. Si bien es vital que el FMI amplíe sus relaciones con un país miembro más allá de la órbita de los funcionarios públicos, los contactos con las OSC no deben llegar al punto de interferir en la relación primordial del FMI con el gobierno de ese país. El análisis de políticas alternativas en las conversaciones con las OSC no deben generar la impresión de que el FMI está negociando con las OSC en lugar de hacerlo con el gobierno. B. ¿Quiénes entre los funcionarios del FMI interactúan con las OSC? 1. Se alienta a los funcionarios del FMI a reunirse con las OSC con el objeto de promover uno o más de los objetivos expuestos en la Sección III. 2. La coordinación general de las relaciones del FMI con las OSC tiene lugar a través del Departamento de Relaciones Externas. 3. Los contactos con las OSC que se refieran a los lineamientos generales de las políticas del FMI normalmente son manejados a través de los correspondientes departamentos de funciones y de servicios del FMI, con el respaldo del Departamento de Relaciones Externas. 4. Los contactos con las OSC que se refieran a la supervisión y provisión de asistencia financiera y técnica por parte del FMI a nivel de cada país normalmente se manejan a través del departamento de área pertinente, en especial el jefe de la misión y (si lo hubiera) el representante residente en el país, con el respaldo del Departamento de Relaciones Externas. 5. La división precisa de las tareas de enlace con la sociedad civil de un país entre el jefe de la misión y el representante residente (si lo hubiera) se determina caso por caso. Por lo general, el representante residente se encuentra en una posición más ventajosa para desarrollar las relaciones con las OSC. 6. Aunque esta guía se centra principalmente en los funcionarios profesionales del FMI, los Gobernadores, los Directores Ejecutivos y la Gerencia del organismo también mantienen relaciones con las OSC. Además, la Oficina de Evaluación Independiente toma en consideración los elementos que aportan las OSC. C. ¿Con cuáles OSC toman contacto los funcionarios del FMI? 1. En principio, los funcionarios pueden reunirse con todas y cada una de las OSC para promover uno o más de los objetivos expuestos en la Sección III. 2. En la práctica, los funcionarios no pueden reunirse con todas las OSC interesadas en las actividades del FMI. Tampoco puede el FMI dar una respuesta afirmativa a todo pedido de reunión formulado por las OSC. Para hacer una selección estratégica que dé cabida a todos los intereses, los funcionarios pueden basarse en las siguientes consideraciones generales:
3. Para lograr tal diversidad en las relaciones con la sociedad civil, quizá sea necesario que los funcionarios tomen la iniciativa en este proceso de acercamiento. Muchas OSC suponen que el FMI no está a su alcance y, en consecuencia, no serán ellas quienes den el primer paso para establecer contacto. 4. Es posible que algunas OSC no acepten una invitación a reunirse con funcionarios del FMI. Sus motivos pueden ser de carácter logístico o de principios. Conviene reiterar posteriormente la invitación a modo de señal de que las puertas del FMI siguen abiertas. 5. Acercarse a las organizaciones-marco o entidades principales, tales como federaciones empresarias, confederaciones sindicales, foros de ONG y consejos interconfesionales, inclusive para preguntar con cuáles de las numerosas OSC debería reunirse el FMI. 6. Mantener listas actualizadas de nombres y otros datos de los interlocutores del FMI en la sociedad civil, sobre todo a nivel de país a través de la oficina del representante residente. Dichas listas pueden ponerse a disposición de la gerencia, las misiones, el equipo para la sociedad civil en el Departamento de Relaciones Externas, y también pueden emplearse para dar información a los nuevos representantes residentes. D. ¿Cuándo interactúa el FMI con las OSC? 1. En principio, la interacción del FMI con las OSC puede justificarse en todas las etapas de la formulación de políticas. 2. Es importante consultar a las OSC en las fases iniciales de la formulación de políticas, en lugar de hacerlo después de haberse adoptado las decisiones clave. Muchas OSC reaccionan negativamente si sienten que se les pide que den una aprobación meramente formal a algo que ya es un hecho consumado. 3. Las mayores oportunidades para establecer contactos entre el FMI y las OSC se dan en ocasión de las reuniones anuales y las que se celebran en la primavera boreal, y en las conferencias y cursos ad hoc destinados a la discusión de las políticas generales relacionadas con el FMI, como las consultas del Documento de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP) y la Iniciativa para los países pobres muy endeudados (PPME). 4. En muchas misiones se asigna tiempo para mantener reuniones con las OSC: las misiones relativas al Artículo IV, al uso de los recursos del FMI (especialmente en cuanto se refieran a programas de reforma estructural de más largo plazo), las del Departamento de Relaciones Externas, las correspondientes al Programa de evaluación del sector financiero (PESF), y algunas de asistencia técnica. 5. El representante residente (en los países donde se lo haya designado) puede realizar útiles consultas con las OSC antes de una cierta misión e incorporar la información y las opiniones vertidas en la preparación de la misma. De ese modo es posible ampliar el espectro de opciones consideradas y evaluar mejor la viabilidad de las políticas y programas propuestos. 6. Es conveniente establecer una relación permanente con las OSC, por ello no debe limitarse a las misiones y principales conferencias sino abarcar también los períodos intermedios. Por ejemplo, el representante residente podría establecer un grupo de consulta de OSC locales y reunirse con éste varias veces al año. 7. Resulta fructífero establecer contactos con OSC fuera del ciclo de las misiones, de modo que ya exista una relación cuando se emprenden consultas sobre temas de fondo. El hecho de contar con una sólida relación de confianza y entendimiento con las OSC también puede redituar beneficios cuando se pida al FMI que ayude a resolver una crisis económica. E. ¿Dónde se reúne el FMI con las OSC? 1. Los contactos del FMI con las OSC pueden ser directos (cara a cara, telefónicos, por correo electrónico, etc.) o indirectos (a través de los medios de comunicación, alocuciones públicas, distribución de documentos, manifestaciones públicas, etc.). En general, celebrar las reuniones en persona es la mejor manera de establecer conversaciones francas y profundas. 2. Los funcionarios del FMI también puede reunirse con las OSC en eventos organizados por otros organismos que tienen enlaces bien establecidos con la sociedad civil en muchos países, como el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 3. Las reuniones también podrían tener lugar en la sede de las OSC y en el curso de actividades que éstas organicen. Muchas OSC valoran las iniciativas de los funcionarios para llevar al FMI a sitios donde se reúne la sociedad civil. Tales visitas quizás pueden permitir también que los funcionarios entiendan mejor a las OSC, su tamaño, sus relaciones con las partes interesadas, etc. 4. A veces la comunicación puede ser más constructiva si los funcionarios se reúnen con las OSC en sitios neutrales, tales como un centro de convenciones o una universidad. 5. El vínculo con la sociedad civil debe extenderse más allá de la capital del país a otras ciudades, y a zonas rurales además de los centros urbanos. Las OSC de la capital de un país suelen no reflejar fielmente las prioridades y perspectivas del país en conjunto. F. ¿Qué discute el FMI con las OSC? 1. En los primeros encuentros entre el FMI y las OSC a menudo se tratan temas generales: la naturaleza y finalidad del FMI, su estructura organizativa, los conceptos y teorías económicas que moldean su labor, etc. Análogamente, en las reuniones iniciales las OSC frecuentemente dan a conocer datos básicos acerca de su organización y sus puntos de vista. 2. En muchas conversaciones con las OSC se abordan temas amplios vinculados a las políticas del FMI: programas de alivio de la deuda, liberalización de la cuenta de capital, estrategias de reducción de la pobreza, regímenes cambiarios, control de la inflación, etc. El Departamento de Relaciones Externas puede proporcionar a los funcionarios resúmenes de la posición más reciente del FMI sobre cuestiones de política económica en general. 3. Muchos intercambios con las OSC se refieren al asesoramiento brindado por el FMI a países determinados en relación, por ejemplo, con las metas macroeconómicas, el ajuste de impuestos y subsidios, la reforma de la administración pública, la modificación de las leyes laborales, etc. 4. En las discusiones con las OSC, los funcionarios no pueden divulgar información confidencial y deben explicarles que no están en condiciones de hacerlo. Tampoco podrán discutir asuntos delicados concernientes al estado de las negociaciones del FMI con el gobierno, ni dar a conocer información susceptible de afectar el comportamiento de los mercados. No obstante, los funcionarios no deben esgrimir en demasía el argumento de la confidencialidad como mecanismo para evitar las preguntas difíciles. V. Desafíos: Problemas comunes y forma de abordarlos A. Mantener la iniciativa en el gobierno 1. El FMI es responsable ante los gobiernos de los países miembros. El diálogo con los ciudadanos de esos países y la transparencia en sus relaciones con ellos es un importante complemento de esa responsabilidad. 2. No obstante, el FMI no puede remplazar a los gobiernos en su relación con las OSC. Los contactos del FMI con esas organizaciones constituyen un complemento, pero no un sustituto, del diálogo del gobierno con los grupos de ciudadanos. 3. Las relaciones de los funcionarios del FMI con las OSC, por lo tanto, no sustituyen las responsabilidades propias del gobierno en cuanto a la consulta con la sociedad civil. Determinar la política macroeconómica y justificarla en las deliberaciones con el público (a través de las OSC, entre otros canales) es responsabilidad del gobierno nacional del caso. 4. De igual manera, los funcionarios deben alentar a las OSC a plantear sus puntos de vista y sus propuestas a las respectivas autoridades nacionales. B. Mantener buenas relaciones con el gobierno 1. La responsabilidad primordial del FMI es hacia los gobiernos de los países miembros, y los funcionarios deberán manejar sus vinculaciones con las OSC en forma tal de no provocar roces o desentendimientos con las autoridades nacionales. 2. Las conversaciones del FMI con las OSC no deberán crear dificultades adicionales para el gobierno. En términos generales, los funcionarios no deben introducir temas o formular comentarios que puedan poner al gobierno en una posición incómoda. 3. Los gobiernos comprenden y aceptan cada vez más que el FMI necesita entablar relaciones con las OSC, y algunos alientan decididamente tales contactos. Si un gobierno plantea objeciones a las relaciones del FMI con determinadas OSC o con todas ellas, los funcionarios deberán explicar el fundamento de tales contactos según lo expresado en la Sección III. Si la diferencia de opiniones persiste, los funcionarios deberán abstenerse de establecer tales contactos y elevar la discrepancia a la sede del FMI para su posible seguimiento con los gobiernos del caso. 4. Si un gobierno tiene reparos respecto de la vinculación del FMI con las OSC, para los funcionarios una forma constructiva de encarar el tema sería: (a) anunciar de antemano a las autoridades nacionales los contactos previstos, (b) hacer que los funcionarios del gobierno colaboren en la organización de las reuniones, y / o (c) invitar a los representantes del gobierno a asistir a las sesiones. A medida que transcurra el tiempo y se adquiera mayor experiencia en cuanto a las relaciones entre el FMI y la sociedad civil, el gobierno podría suavizar su postura respecto de tales intervenciones. (En ciertos contextos, sin embargo, una participación estrecha del gobierno podría disuadir a algunas OSC de asistir o de expresarse con franqueza.) C. Quedar atrapados en la política 1. Las actividades del FMI tienen inevitablemente repercusiones políticas. Los efectos pueden ser desiguales, y pueden producir algunas consecuencias no previstas por los funcionarios. Es posible que tanto el personal del FMI como las OSC sobreestimen la influencia del FMI. No obstante, la mayoría de las OSC reaccionan con escepticismo cuando los funcionarios afirman que el FMI es una institución apolítica. 2. Reconocido esto, los funcionarios del FMI deberán esforzarse por mantener una postura independiente, apartidista, y abstenerse de intervenir en política. Pueden escuchar a todas las partes que intervienen en el debate y no deben dar la impresión de que toman partido. 3. Los funcionarios deben evitar que los manipule una u otra de las partes en las luchas políticas: por ejemplo, en el caso de un estado contra otro, del gobierno contra los partidos políticos de la oposición o viceversa, del sector patronal contra los sindicatos o viceversa, de una comunidad religiosa contra otra, de una coalición de ONG contra otra, y demás situaciones similares. En tal sentido, los funcionarios deben ser capaces de reconocer cuáles son las OSC que mantienen lazos estrechos con gobiernos, partidos políticos, empresas comerciales o medios de comunicación. 4. Los funcionarios no deben utilizar sus relaciones con las OSC como un medio indirecto de ejercer presión sobre los gobiernos. 5. Aunque las relaciones con las OSC pueden exponer al FMI más directamente al proceso político, normalmente estos riesgos se ven compensados con creces por los beneficios que las mismas generan (tal como se expone en la Sección III). D. Crear confianza 1. Algunas OSC abrigan fuertes sospechas acerca del FMI y culpan al organismo de ser el responsable de muchos males. Y, a la inversa, algunos funcionarios del FMI tiene una confianza limitada en algunas OSC o en todas ellas. 2. En tales situaciones, crear confianza requiere tiempo y paciencia. Ninguna de las dos partes debe esperar que un único contacto sea suficiente para disipar esos recelos acumulados. De hecho, durante un lapso considerable alguna de ellas continuará aprovechando cada oportunidad que se presente para confirmar las sospechas que alberga respecto de la otra. 3. Habitualmente conviene centrar las deliberaciones en la tarea de encontrar y consolidar los puntos en común en lugar de hacer hincapié en las interpretaciones y recetas discordantes. 4. Aunque una confrontación polarizada con airados críticos del FMI dentro de la sociedad civil puede resultar incómoda, el intercambio sería una oportunidad útil para precisar las diferencias. Los funcionarios pueden mostrar su disposición a escuchar a los opositores más estridentes, defendiendo al mismo tiempo con cortesía las políticas del FMI. Mediante esta clarificación de las diferentes perspectivas, los terceros quedarán en mejores condiciones de decidir por sí mismos cuál será su propia posición. 5. En aquellas circunstancias en que el nivel de confianza mutua sea particularmente bajo y las opiniones estén profundamente divididas, las reuniones del FMI con las OSC podrían resultar más constructivas si interviene un facilitador externo que goce del respeto de todas las partes. 6. También es posible ir creando confianza con el correr del tiempo si se observan muchas de las recomendaciones prácticas sugeridas en la Sección IV. E. Moderar las expectativas 1. Es posible que tanto los funcionarios del FMI como las OSC esperen demasiado de sus contactos. 2. Las OSC pueden tener expectativas poco realistas acerca de capacidad del FMI para resolver problemas y de la celeridad con que puede hacerlo. Es importante que en esos casos los funcionarios expliquen la profundidad y complejidad de muchos temas económicos, así como también las complicaciones del proceso de toma de decisiones dentro de una institución como el FMI. De lo contrario, las OSC pueden sentirse desilusionadas con el FMI si no se logran de inmediato mejoras importantes. 3. Las OSC pueden tener expectativas poco realistas respecto del grado en que los contactos con funcionarios del FMI tendrán influencia sobre las políticas. El hecho de que los funcionarios estén abiertos a las conversaciones con las OSC podría malinterpretarse como una señal de que el FMI necesariamente adoptará sus posturas. 4. Los funcionarios del FMI pueden tener expectativas poco realistas acerca del grado en que las consultas con las OSC aportarán elementos específicos que puedan aplicarse de inmediato al asesoramiento brindado por el FMI en materia de política económica. Muchos de los beneficios sustanciales de estos intercambios se van dando gradualmente en medida incremental y a largo plazo. 5. Los funcionarios no deben esperar que las consultas con las OSC sirvan para generar un consenso total de la sociedad en adhesión a las posiciones del FMI. Siempre existirá algún grado de crítica entre los círculos de la sociedad civil. F. Evaluar la legitimidad de las OSC 1. A menudo los funcionarios del FMI tienen cierta reserva acerca de entablar vinculaciones con las OSC, ante la posible falta de legitimidad de esas entidades. 2. La legitimidad de las OSC y su capacidad de representar las inquietudes de diversos grupos dentro de la sociedad pueden derivarse de una serie de factores. Al evaluar en qué medida las OSC representan inquietudes legítimas, cabe considerar aspectos tales como su condición jurídica, autoridad moral, eficacia, número de miembros y prácticas de gestión. 3. Para evaluar la legitimidad de las OSC los funcionarios pueden consultar una amplia variedad de fuentes, entre ellas funcionarios del gobierno, organismos donantes bilaterales, embajadas, personal local de la oficina del representante residente del FMI, funcionarios del Banco Mundial y otras instituciones multilaterales (especialmente sus expertos en temas vinculados a la sociedad civil cuando los haya), entidades principales de la sociedad civil, especialistas de la comunidad académica y otros consultores profesionales. 4. En algunos países, las OSC funcionan con códigos de conducta o regímenes de certificación autorregulados que permiten identificar mejor a las asociaciones genuinas. 5. La capacidad del FMI para evaluar la legitimidad de las OSC se irá reforzando a medida que los funcionarios (en especial, los representantes residentes, los jefes de misión y los funcionarios del Departamento de Relaciones Externas) vayan creando un historial de los contactos mantenidos con la sociedad civil. 6. Al dejar sus cargos, los jefes de misión, representantes residentes y otros puntos de contacto del FMI con la sociedad civil deben tratar de informar a sus sucesores respecto de sus relaciones con las OSC. G. Encontrar o destinar el tiempo necesario 1. Construir las relaciones con la sociedad civil exige tiempo y recursos, que es preciso equilibrar con otras prioridades. Esta exigencia resulta especialmente compleja dado que los gobiernos de los países que integran el FMI esperan que éste funcione con los recursos de personal existentes. 2. Los funcionarios deben considerar el acercamiento al público (incluidos los contactos con las OSC) como una parte integral de su trabajo global relativo al país de que se trate y no como una prioridad menor que pueda obviarse cuando el tiempo escasea. 3. Las vinculaciones con las OSC pueden corregir malentendidos, mejorar el contenido de las políticas y fortalecer la viabilidad política del asesoramiento que presta el FMI. Esas relaciones pueden contribuir sustancialmente a aumentar la efectividad del trabajo básico en materia de políticas y de hecho pueden significar un ahorro de tiempo y de recursos. 4. En las misiones relacionadas con el Artículo IV y con programas podría considerarse la posibilidad de adoptar la práctica de reservar como mínimo medio día para las reuniones con OSC. 5. Probablemente serán los representantes residentes quienes tengan a su cargo la mayor parte de las relaciones con las OSC, pero también es sumamente deseable que su acercamiento a tales entidades se complemente mediante contactos directos entre las misiones y las OSC. Proceso: Reuniones con las OSC En este anexo se sugiere una serie de buenas prácticas para mantener reuniones y contactos eficaces con las OSC. No todas ellas resultarán factibles o necesarias en todos los casos. Muchas pueden parecer simples normas de "sentido común" o de "elemental cortesía", pero igualmente será útil tenerlas en cuenta. Se presentan aquí como sugerencias para los funcionarios de los FMI; muchas de esas prácticas, de ser adoptadas por las OSC, también contribuirían a lograr contactos más productivos con el FMI. A. Preparación 1. Planificar bien una reunión puede ayudar mucho a crear una relación de trabajo productiva. 2. Responder inmediatamente todo pedido de consulta formulado por una OSC. 3. Apuntar al más amplio nivel de inclusión; negarle el acceso a una OSC únicamente cuando exista una buena razón (por ejemplo, si la organización se acerca con propósitos malintencionados o se presenta dando una versión de sí misma seriamente distorsionada). 4. Informarse bien. Analizar la información relativa a las OSC que asistirán a la reunión. Consultar las minutas de cualquier encuentro anterior del FMI con esos grupos. Rastrear las opiniones y propuestas pertinentes emanadas de los congresos de la sociedad civil. Solicitar el material pertinente elaborado por las OSC. 5. Acordar un temario suficientemente preciso con anterioridad a la reunión, para lograr que las conversaciones se centren en cuestiones y propuestas específicas. 6. Dejar que ambas partes expresen su opinión en cuanto a qué temas corresponde debatir. Permitir que las OSC planteen sus inquietudes, aun cuando esos temas puedan no constituir una prioridad para el FMI o incluso no parecer directamente pertinentes al organismo. 7. Hacer llegar a las OSC la documentación del FMI que corresponda con anterioridad de la reunión, en lo posible en el idioma o idiomas locales. Proporcionar a las OSC los nombres y la descripción de las funciones de los funcionarios con quienes habrán de reunirse. 8. Pactar desde el comienzo reglas básicas explícitas para la reunión estableciendo, entre otras cosas, en qué medida, de qué manera y con quién se podrá hablar acerca de las deliberaciones fuera de la reunión. Ni el FMI ni las OSC deben dar a terceros una versión tergiversada de la naturaleza y contenido de las consultas. B. Desarrollo 1. En lo posible emplear para las reuniones el idioma principal de la mayoría de los participantes de la sociedad civil. Las minorías lingüísticas generalmente valoran el hecho de que se provea una traducción por separado. 2. Normalmente se logra un uso más eficiente del tiempo — en especial en el caso de visitas realizadas en el marco de una misión — reuniéndose con representantes de varias OSC juntas. No obstante, para tratar problemas específicos en profundidad y en un marco de mayor discreción quizá se necesite celebrar reuniones más reducidas o incluso de carácter individual. 3. Asegurar que las OSC asistentes tengan amplias oportunidades de formular comentarios y preguntas. Evitar las presentaciones unidireccionales. Tomar la iniciativa en cuanto a hacer preguntas a las OSC sobre sus puntos de vista y sus actividades. Las conversaciones con las OSC son una ocasión para que los funcionarios escuchen, aprendan y reciban influencias, así como para hablar y enseñar. 4. Dar a todos los asistentes la oportunidad de participar: a las mujeres tanto como a los hombres, a los grupos étnicos o religiosos minoritarios tanto como a los mayoritarios, a los críticos de las políticas respaldadas por el FMI tanto como a quienes las apoyan, etc. 5. Recordar que algunas OSC trabajan en un contexto democrático nuevo y frágil. Las OSC que defienden los intereses de grupos vulnerables pueden sentirse expuestas a un particular riesgo político. Respetar estas inseguridades y no exponer a represalias a los participantes de las consultas. Informar a la gerencia cualquier indicio de intimidación que sufran los interlocutores de las OSC. 6. Dirigirse a las OSC con un lenguaje sencillo. Evitar el uso de términos técnicos, siglas institucionales, jerga profesional u otro tipo de léxico especializado. 7. No subestimar las diferencias culturales. Si no se hace un esfuerzo adicional para mejorar la comunicación intercultural, las OSC y los funcionarios del FMI pueden dejar la reunión con una comprensión muy dispar de lo conversado. 8. Debatir las opciones (en lugar de insistir en lograr la aceptación de posiciones preestablecidas). Discutir en forma franca las ventajas y desventajas de las alternativas de política económica. Explorar honestamente las consecuencias negativas así como las positivas de los diversos enfoques. 9. Estar dispuestos a admitir que se ignora la respuesta a una determinada pregunta. Cuando corresponda, prometer que se examinará el tema y que se dará una respuesta más adelante. 10. Usar vestimenta corriente. Una indumentaria algo más informal puede contribuir a crear un clima más relajado en algunos ámbitos. Cabe agregar, no obstante, que un estilo artificialmente "informal" puede provocar una reacción de escepticismo. Es fundamental conocer las costumbres locales. 11. Evitar dar una impresión de excesiva seguridad. Tomarse el tiempo necesario para responder las preguntas en forma completa, sencilla y paciente. Pocas cosas ponen más en contra a las OSC (y a los ciudadanos en general) que un funcionario que se muestre arrogante, aun cuando no lo haga conscientemente. C. Seguimiento 1. Redactar una breve minuta de las reuniones con las OSC. Consignar sucintamente con quién se realizó la reunión, qué se discutió, qué quejas o propuestas principales se escucharon y cuál fue la impresión general del encuentro. Esas minutas deben incluirse en la compilación de las actas de las misiones y resumirse en los informes que se preparan al regresar a la sede y en los informes periódicos de los representantes residentes. La información acumulada sobre los contactos mantenidos le permite al FMI desarrollar una mejor capacidad para establecer vínculos con la sociedad civil. 2. Mencionar lo conversado con las entidades de la sociedad civil en los informes oficiales preparados por el personal sobre las misiones (o indicar los motivos por los cuales no se mantuvieron reuniones). 3. Con sujeción a las reglas básicas que se establezcan (véase el punto A8 que antecede), dar a conocer las conversaciones con las OSC: en el sitio principal del FMI en Internet y / o en las páginas de los países correspondientes; en los boletines referidos a países determinados, de existir; y en la página web del Departamento de Relaciones Externas sobre el FMI y la sociedad civil (IMF and Civil Society). Considerar el envío de una nota posterior de agradecimiento por el aporte brindado por las OSC, en la cual se haga referencia a los puntos principales planteados por ellas, se les informe acerca de las medidas adoptadas o previstas en respuesta a sus inquietudes, y se las invite a formular comentarios adicionales. 4. Realizar contactos periódicos de seguimiento con las OSC para verificar sus impresiones acerca de las reuniones con funcionarios del FMI. 5. Llevar a cabo, a través del Departamento de Relaciones Externas, exámenes periódicos de la vinculación general del FMI con las OSC. 6. Es importante hacer conocer lo actuado. Si las OSC perciben que su aporte no es tomado en serio y que no tiene efecto alguno, será menor la probabilidad de que participen en otras consultas posteriores con el FMI. 1El 5 de marzo de 2003 el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó la estrategia para las comunicaciones externas del organismo. Las opiniones expresadas por los directores respecto de las relaciones con las organizaciones de la sociedad civil están reflejadas en la Nota de Información al Público No. 03/33, que puede consultarse en http://www.imf.org/external/np/sec/pn/2003/pn0333.htm. |