BoletÃn del FMI : Las autoridades enfrentan tres retos interrelacionados para garantizar la estabilidad financiera
7 de octubre de 2015
- La estabilidad financiera no está asegurada; un 3% del producto mundial está en juego
- Los riesgos en los mercados emergentes siguen siendo elevados y tienen implicaciones a escala mundial
- El objetivo es una normalización satisfactoria de las condiciones monetarias y financieras
La estabilidad financiera se ha afianzado en las economías avanzadas, pero los riesgos siguen siendo elevados y continúan trasladándose hacia los mercados emergentes, que ahora desempeñan un papel más preponderante en la economía mundial, según el más reciente Informe sobre estabilidad financiera mundial (informe GFSR) del Fondo Monetario Internacional.
INFORME SOBRE LA ESTABILIDAD FINANCIERA MUNDIAL
La Reserva Federal se apresta a aumentar las tasas de interés en Estados Unidos, y las políticas de los bancos centrales europeos han apuntalado la confianza en la zona del euro, donde las condiciones del crédito están mejorando. Aunque muchas economías de mercados emergentes han reforzado sus marcos de políticas y desarrollado mayor resiliencia ante los shocks externos, varias enfrentan desequilibrios internos, desaceleración del crecimiento y precios más bajos de las materias primas. Según el FMI, las economías de mercados emergentes han acumulado crédito desde la crisis financiera mundial, y eso las ha tornado vulnerables al aumento previsto de las tasas de interés en las economías avanzadas y a posibles desaceleraciones económicas, lo cual puede ejercer presiones adicionales sobre los bancos.
“Las vulnerabilidades de los mercados emergentes son importantes, dado el peso de estos en la economía mundial, como lo es el papel que desempeñan los mercados mundiales en la transmisión de shocks a otros mercados emergentes y a las economías avanzadas”, señaló José Viñals, Consejero Financiero y titular del Departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI. “La agitación reciente en los mercados financieros es señal de la materialización de los riesgos”.
Para garantizar la estabilidad financiera mundial, el FMI indicó que las autoridades deben abordar un trío de desafíos interrelacionados en materia de políticas.
Tres retos interrelacionados
Vulnerabilidades en los mercados emergentes. Los balances de las empresas y los bancos se encuentran actualmente sometidos a presión en los mercados emergentes, y exhiben un sobreendeudamiento total estimado de US$3 billones 300.000 millones. Esto ha dado lugar a un marcado incremento de la deuda en el sector privado, en particular entre los productores de materias primas, que ha ido acompañado de un aumento de las exposiciones en moneda extranjera.
Secuelas de la crisis en las economías avanzadas. En la zona del euro, abordar el problema de la abultada cartera de préstamos en mora y completar la unión bancaria siguen siendo pasos fundamentales para consolidar la estabilidad financiera y reducir los obstáculos para el crecimiento. En Estados Unidos, el inicio del proceso tan anunciado, aunque sin precedentes, de elevar las tasas de interés por primera vez en nueve años supondrá una transición importante para los mercados mundiales.
Tensión en los mercados financieros mundiales. Como se ha observado en episodios recientes de turbulencia en el mercado, la escasa liquidez en los mercados amplifica los shocks y actúa como una fuente de volatilidad y contagio. El bajo nivel de tasas de interés por un período prolongado y la expansión cuantitativa han comprimido las primas de riesgo en varios mercados de activos. Las fragilidades subyacentes del mercado, como la escasa liquidez, pueden causar trastornos en los mercados si se revalorizan los riesgos, creando así el riesgo de ventas forzadas, rescates y una mayor volatilidad en los mercados mundiales. El apalancamiento en los fondos de inversión también puede llegar a amplificar los shocks; el Informe GFSR señala que el apalancamiento integrado en los fondos de inversión mediante exposiciones en instrumentos derivados asciende a US$1 billón 500.000 millones.
Estos desafíos diversos exigen un refuerzo urgente de las políticas para lograr un escenario al alza; es decir, una normalización satisfactoria de las condiciones financieras y las políticas monetarias, como parte de una recuperación económica sostenida. En cambio, los desaciertos en materia de políticas o los shocks adversos podrían dar lugar a un escenario a la baja, en el que una agitación prolongada en los mercados mundiales que a la larga frenaría la recuperación.
“La diferencia entre estos dos escenarios es muy marcada”, dice Viñals. “Asciende a cerca del 3% de la producción mundial para 2017.”
Necesidad de un esfuerzo colectivo
Para que se cristalice el escenario al alza, las autoridades de las economías avanzadas y mercados emergentes deben hacer frente al trío de retos y mejorar las políticas a fin de apuntalar la confianza y desarrollar resiliencia, según el FMI.
En primer lugar, las políticas monetarias de las principales economías avanzadas deben continuar siendo expansivas. Tanto la zona del euro como Japón tendrán que seguir contrarrestando las presiones a la baja sobre los precios. A la luz de la mayor incertidumbre en la economía mundial, Estados Unidos debería esperar para elevar las tasas de interés hasta que se detecten señales adicionales de un aumento sostenido de la inflación, con solidez constante en el mercado laboral. El ritmo de los subsiguientes incrementos de tasas de política monetaria debería ser gradual y comunicarse correctamente.
Las autoridades de la zona del euro no pueden apoyarse exclusivamente en el Banco Central Europeo; deben esforzarse por concretar la unión bancaria para que la estabilidad financiera se asiente sobre terreno más firme. El mayor fortalecimiento de los bancos de la zona del euro mediante una resolución integral del problema de los préstamos en mora y del sobreendeudamiento empresarial hará más eficaz la política monetaria, apuntalará la confianza del mercado y mejorará las perspectivas. La resolución del problema de los préstamos en mora de los bancos de la zona del euro podría aportar mayor capacidad de préstamo equivalente a unos 600.000 millones de euros, o cerca de un 3% de los préstamos.
En segundo lugar, será fundamental desarrollar resiliencia y preservar la confianza en los mercados emergentes. El potencial de un aumento de las tasas de interés en las economías avanzadas y de un crecimiento más débil en los mercados emergentes significa que conviene dedicar atención a garantizar la resiliencia tanto de las empresas como de los bancos. Mantener la calificación soberana de grado de inversión es una prioridad. El control de cualquier brote de contagio financiero demandará un uso ágil y acertado de los márgenes de maniobra disponibles para la aplicación de políticas.
En cuanto a la economía de mercados emergentes más importante, China, su proceso de reequilibrio y desapalancamiento exigirá sumo cuidado. Las autoridades chinas enfrentan desafíos de política sin precedentes, pero manejables, relacionados con la transición hacia un nuevo modelo de crecimiento y un sistema financiero más basado en el mercado. El compromiso con las reformas será clave para la credibilidad y la eficacia de las políticas. El desapalancamiento del sector empresarial y la mejora de la disciplina de mercado conllevarán ineludiblemente algunos incumplimientos empresariales, liquidaciones de empresas inviables y cancelaciones contables de préstamos en mora, lo cual exigirá un mayor fortalecimiento de los bancos. Sin embargo, actuar con firmeza a la larga resultará ser menos costoso que tratar de que el crecimiento por sí solo resuelva el problema.
Por otra parte, las autoridades deben protegerse contra la iliquidez del mercado. Para ello, deberían mejorar la supervisión de la liquidez en el sector de la gestión de activos, para evitar el riesgo de ventas forzadas; y acordar normas de información armonizadas a escala internacional sobre el apalancamiento en fondos de inversión mediante instrumentos derivados, para que los reguladores e inversionistas puedan comprender y evaluar mejor estos riesgos.
Se necesita con urgencia actuar en forma colectiva para lograr un refuerzo de las políticas que permita hacer frente a los retos crecientes en un mundo caracterizado por la incertidumbre. Esto contribuirá a garantizar la estabilidad financiera y un crecimiento equilibrado y sostenible. Lo que está en juego es un 3% del producto mundial.