El Directorio Ejecutivo del FMI concluye la Consulta del Artículo IV con Uruguay correspondiente a 2021
2 de diciembre de 2021
Washington, DC: El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la Consulta del Artículo IV [1] con Uruguay.
La economía está dando marcados indicios de recuperación, previéndose que el crecimiento alcance 3,4 por ciento en 2021 y 3,2 por ciento en 2022. Tras contraerse 5,9 por ciento en 2020 y sufrir una fuerte ola de COVID durante el primer semestre de 2021, la actividad económica se está afianzando luego de una rápida campaña de vacunación que permitió la reapertura de sectores de alto contacto. Los elevados precios de las materias primas también están apuntalando la reactivación generalizada. La inflación está proyectada en 7,2 para fines de 2021 y 5,8 para fines de 2022. Si bien las expectativas inflacionarias continúan por encima de la banda fijada como meta, poco a poco han ido convergiendo hacia el segmento superior de la misma.
A pesar de la eficaz respuesta de política que mitigó el impacto de la crisis, la pandemia amplificó algunas debilidades estructurales preexistentes. Por ejemplo, el balance fiscal empeoró. Asimismo, el elevado desempleo juvenil y el desfase en aptitudes laborales se vieron agravados por el impacto desproporcionado de la pandemia en los trabajadores jóvenes y de bajo ingreso, así como el salto de la digitalización. La pérdida de días de escolaridad, aunque de duración relativamente breve, también acentuó la erosión de capital humano durante la pandemia.
Se prevé que el saldo fiscal del sector público no financiero (SPNF), excluidos los ‘cincuentones’, mejore de -4.5 por ciento del PIB en 2021 a -3.4 en 2022, mientras se mantiene el apoyo fiscal focalizado a ciertos sectores y grupos vulnerables. Los riesgos fiscales a corto plazo son limitados dado que las necesidades de financiamiento son moderadas, la disponibilidad de liquidez es adecuada y el acceso a los mercados se mantiene en condiciones favorables, reflejando la calificación de grado de inversión de la deuda soberana. Se prevé que el plan de consolidación de las autoridades estabilice la deuda en torno a 70 por ciento del PIB en el mediano plazo. La política monetaria sigue siendo acomodaticia y se está endureciendo poco a poco en respuesta a las presiones inflacionarias y la recuperación económica. El sector bancario está bien capitalizado y los riesgos al sistema financiero continúan contenidos, entre otras cosas debido a la escasa exposición del sistema financiero a los sectores más afectados por la pandemia.
Evaluación del Directorio Ejecutivo [2]
Los directores ejecutivos estuvieron de acuerdo con la evaluación del personal técnico. Elogiaron la eficaz respuesta de política de las autoridades a la pandemia, respaldada por sólidos sistemas de salud y bienestar social, y señalaron que Uruguay realizó una de las campañas de vacunación más exitosas del mundo. Los directores también destacaron positivamente las mejoras del país en sus marcos fiscal y monetario a pesar de los desafíos de la pandemia. De cara al futuro y dadas las perspectivas inciertas y las debilidades estructurales preexistentes, los directores enfatizaron la importancia de reconstruir el espacio fiscal mientras se apoya la recuperación, se abordan las presiones inflacionarias, y se avanza en reformas estructurales para lograr un crecimiento más elevado e inclusivo.
Los directores acordaron que las políticas a corto plazo deben seguir respaldando la recuperación y cambiar gradualmente hacia la consolidación fiscal y la reducción de la deuda cuando la recuperación esté arraigada. En ese contexto, acogieron con beneplácito las continuas medidas fiscales bien focalizadas para apoyar el empleo y los más vulnerables. Los directores señalaron que la introducción de la nueva regla fiscal mejoraría la disciplina fiscal y alentaron a las autoridades a considerar algunos ajustes al marco fiscal para fortalecerlo aún más. Es destacable la determinación de las autoridades de reformar el sistema de pensiones, clave para la sostenibilidad fiscal y la equidad intergeneracional.
Los directores señalaron que la política monetaria acomodaticia y las medidas temporarias de flexibilidad regulatoria fueron clave para apoyar a las empresas y mantener la estabilidad financiera durante la recesión. Estuvieron de acuerdo en que, a medida que la economía se recupere y la incertidumbre se disipe, las medidas de apoyo deberían eliminarse gradualmente. La política monetaria debería centrarse en fortalecer la credibilidad dirigiendo firmemente la inflación y las expectativas de inflación hacia el rango meta. Los directores acogieron con beneplácito las mejoras en curso del marco de política monetaria y señalaron que una reducción duradera de la inflación es clave para bajar la dolarización, desarrollar los mercados de capital domésticos y fortalecer la intermediación financiera y la inversión. Deben continuar los esfuerzos para mejorar la independencia, la rendición de cuentas y la transparencia del Banco Central.
Los directores alentaron a las autoridades a seguir adelante con las reformas estructurales para abordar los legados de la pandemia e impulsar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo. Apoyar a los trabajadores jóvenes y poco calificados, que se han visto afectados de manera desproporcionada por la pandemia, a través de políticas laborales activas, recapacitación y una reforma educativa sería particularmente importante para impulsar la acumulación de capital humano. Los directores también alentaron a las autoridades a abordar las rigideces del mercado laboral y acelerar las reformas de las empresas estatales para ayudar a mejorar la eficiencia, reducir los costos de hacer negocios e impulsar la inversión y el crecimiento. Al comentar sobre el firme compromiso de Uruguay de abordar el cambio climático, los directores señalaron que la inversión en energía verde, digitalización e infraestructura serán clave para mantener un fuerte crecimiento a mediano y largo plazo.
Se espera que la próxima consulta del Artículo IV con Uruguay se lleve a cabo en el ciclo estándar de 12 meses.
Sources: Banco Central del Uruguay, Ministerio de Economía y Finanzas, Instituto Nacional de Estadística, and Fund staff calculations. 1/ Percent change of end-of-year data on one year ago. 2/ Includes bank and non-bank credit. 3/ Non-financial public sector (NFPS) includes the Central Government, Banco de Prevision Social, Banco de Seguros del Estado, and Non-Financial Public Enterprises. 4/ Temporary proceeds resulting from the pension reform that allowed workers above 50 years old (and with certain income level) to voluntarily move back to the public pension system. Proceeds are projected to end in 2022. 5/ Total public sector (PS). Includes the NFPS and Banco Central del Uruguay. 6/ Public sector gross debt minus liquid assets. Liquid assets exclude central bank reserves held as counterpart of banks’ required reserves on foreign currency deposits. |
[1] Conforme al Artículo IV de su Convenio Constitutivo, el FMI mantiene conversaciones bilaterales con sus miembros, habitualmente todos los años. Un equipo de funcionarios del FMI visita el país, recaba información económica y financiera, y analiza con las autoridades la evolución del país y sus políticas en materia económica. Tras regresar a la sede del FMI los funcionarios elaboran un informe que sirve de base para el análisis del Directorio Ejecutivo.
[2] Al concluir las deliberaciones, la Directora Gerente, como Presidenta del Directorio, resume las opiniones de los Directores Ejecutivos, y el resumen se comunica a las autoridades del país. En el siguiente enlace consta una explicación de las expresiones utilizadas en las exposiciones sumarias: http:// www.imf.org/external/spanish/np/sec/misc/qualifierss.htm .
Departamento de Comunicaciones del FMI
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