Personal técnico del FMI concluye visita a Costa Rica
24 de febrero de 2020
Un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigido por la Sra. Inci Otker, visitó San José del 18 al 24 de febrero para discutir los desarrollos económicos recientes, los avances en la reforma fiscal y las perspectivas macroeconómicas. La misión sostuvo conversaciones fructíferas con el Presidente del Banco Central, Sr. Rodrigo Cubero; el Ministro de Hacienda, Sr. Rodrigo Chaves; miembros de la Asamblea Legislativa; otras altas autoridades gubernamentales; representantes del sistema financiero y del sector privado, así como grupos de expertos y académicos. Al final de la visita, la Sra. Otker emitió la siguiente declaración:
“Las condiciones macroeconómicas permanecen estables en términos generales. Sin embargo, el crecimiento económico se mantiene con bajo dinamismo. Luego de la desaceleración en el crecimiento entre 2017 y principios de 2019, la economía se ha recuperado a partir de mediados de 2019, como resultado de un repunte en los servicios, la agricultura y la manufactura, lo que produjo un crecimiento estimado del 2,1 por ciento en 2019. Como consecuencia de la dicha desaceleración, del elevado desempleo del 12 por ciento, de menores precios del petróleo y de una moneda nacional (el colón) más fuerte, la inflación cayó por debajo del rango meta del 2 al 4 por ciento fijado por el Banco Central, mientras que las expectativas inflacionarias permanecieron ancladas al punto medio del rango meta. El déficit de cuenta corriente disminuyó y se mantiene cubierto en su totalidad por flujos de inversión extranjera directa, con una cobertura de reservas internacionales a niveles adecuados. Se proyecta que el crecimiento económico aumente un moderado 2,5 por ciento en 2020, apoyado por la política monetaria acomodaticia, una mejora en los términos de intercambio como resultado de los bajos precios del petróleo, y un moderado repunte de la inversión pública. Sin embargo, el crecimiento sigue susceptible a choques que afecten el crecimiento mundial, a las tensiones económicas y sociopolíticas en Nicaragua, a un debilitamiento de la confianza de consumidores y empresarios, y a incertidumbre en torno a la implementación de la reforma fiscal.
“La implementación exitosa de la reforma fiscal aprobada a finales de 2018 y de la regla fiscal que entró en vigor con el presupuesto de 2020, es fundamental para preservar la estabilidad macroeconómica y mejorar la confianza. La emisión exitosa de US$1,500 millones en eurobonos en noviembre de 2019 ayudó a reducir aún más las presiones sobre las tasas de interés internas. Además, la puesta en marcha de medidas tributarias aprobadas en la ley de reforma fiscal empezó a generar mayores ingresos. A pesar de ello, el déficit primario del gobierno central aumentó a un 2,8 por ciento del PIB en 2019 y el déficit total alcanzó el 7 por ciento, su nivel más alto en más de treinta años, debido al creciente aumento en el pago de intereses, mayores gastos de capital y el pago de algunas transferencias adeudadas en 2018. La deuda del gobierno central alcanzó el 58,5 por ciento del PIB, por arriba del 53,2 por ciento en 2018 y el doble de hace diez años. El alto déficit fiscal es el principal riesgo para la estabilidad macroeconómica, y se proyecta que la deuda supere el 60 por ciento del PIB en 2020.
“A principios de mes, las autoridades anunciaron un paquete de medidas adicionales de ajuste fiscal con miras a reducir la deuda e impulsar el crecimiento económico. Estas medidas incluyen esfuerzos para mejorar la administración tributaria, reducir la evasión fiscal, revisar las exoneraciones fiscales, cambiar deuda cara por financiamiento más barato, y reformar el sector público—incluida la consolidación de instituciones públicas y la racionalización de las escalas salariales en el sector público—, así como la venta de activos y el uso de superávits financieros de entes públicos descentralizados para reducir la deuda. La misión valora favorablemente los esfuerzos adicionales de las autoridades hacia la consolidación fiscal, aunque considera que los beneficios esperados de algunas de las medidas pueden tomar tiempo en materializarse. Por lo anterior, la implementación oportuna de las reformas ya promulgadas, la claridad en el funcionamiento y la estricta implementación de la regla fiscal en todos los casos (salvo las excepciones previstas en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas), así como la aceleración, dentro de lo posible, de medidas para generar resultados más inmediatos en el corto plazo, son elementos clave para restituir la confianza y bajar aún más los costos de financiamiento. Esto también ayudará a colocar más rápidamente la deuda en una trayectoria descendente sostenida hacia un nivel prudente para economías emergentes y a crear colchones para protegerse de choques futuros. Dichos esfuerzos deberán lograr un buen equilibrio entre la reducción del gasto y la recaudación de ingresos, protegiendo tanto el crecimiento como a los más vulnerables.
“La misión acoge con satisfacción los esfuerzos realizados por las autoridades para implementar una política monetaria encaminada a apoyar la actividad económica, aumentar la flexibilidad del tipo de cambio y mejorar la transparencia y la comunicación para fortalecer la transmisión de la política monetaria y mantener firmemente ancladas las expectativas inflacionarias. La misión también acoge con beneplácito los esfuerzos de las autoridades para reducir el impacto de la alta dolarización en la estabilidad financiera a través de una mayor flexibilidad cambiaria, la diferenciación del encaje mínimo legal en depósitos en moneda nacional y extranjera, y la reversión en las estimaciones para préstamos en moneda extranjera a no generadores de dólares.
Los esfuerzos por implementar un amplio abanico de reformas estructurales, apuntaladas por un avance sustancial en el proceso de adhesión a la OCDE, incluidas las reformas previstas en medio ambiente y educación, así como la promulgación de leyes sobre seguro de depósito y supervisión consolidada, deberían promover la competitividad, el crecimiento potencial y la estabilidad financiera. Sin embargo, la misión recomienda cautela en las discusiones actuales sobre la introducción de topes a la tasa de interés activa, debido a que podrían provocar efectos negativos en la inclusión e intermediación financiera, y la transmisión de la política monetaria. La misión sugiere abordar las causas subyacentes a las altas tasas de interés, en particular aquellas relacionadas con las distorsiones en el funcionamiento de los bancos públicos y privados. Reducir esas distorsiones también contribuiría a fortalecer la transmisión monetaria.
“El equipo agradece a las autoridades por su cálida hospitalidad y a todos los interlocutores por las conversaciones sinceras y fructíferas. El equipo espera regresar en junio de 2020 en el marco de la Consulta del Artículo IV para llevar a cabo un análisis más exhaustivo de la situación económica”.
Departamento de Comunicaciones del FMI
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