Repunte del crecimiento en Europa en seis gráficos
15 de mayo de 2018
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Todas las economías europeas crecieron en 2017, y las perspectivas siguen siendo favorables a corto plazo, según el último informe regional del FMI. Sin embargo, para mantener el crecimiento más allá del repunte actual, los países europeos deberán reducir las limitaciones estructurales al crecimiento, que abarcan desde las barreras a la inversión hasta la disminución de la competitividad.
“Europa continúa registrando un crecimiento vigoroso, pero los indicadores recientes apuntan a cierta moderación de la actividad. A mediano plazo las perspectivas económicas son menos favorables. Por lo tanto, las autoridades económicas deberían aprovechar la ocasión para reducir los déficits y la deuda e impulsar reformas para lograr que sus economías sean más productivas”, señaló Poul Thomsen, Director del Departamento de Europa del FMI.
A continuación, se presentan seis gráficos que muestran la evolución económica reciente y los desafíos que inciden en el crecimiento.
En Europa, el PIB real aumentó en 2,8% en 2017, un punto porcentual más rápido que en el año anterior. Por primera vez desde la crisis financiera mundial de 2008, el crecimiento ha cobrado impulso en todas las economías.
En Europa, la inversión juega un papel cada vez más importante en la recuperación, si bien persisten desafíos. Los países deberían aprovechar las buenas épocas para abordarlos con reformas.
Se observan diferencias marcadas en la evolución de los sueldos en la Unión Europea; existe una línea divisoria entre los 15 Estados miembros iniciales y los países que se incorporaron después de 2004. Véase más información sobre la dinámica de los salarios en Europa en un informe especial del FMI.
En la zona del euro, la proporción de préstamos tóxicos se ha reducido sustancialmente con respecto al máximo que alcanzó en 2014. Sin embargo, el saldo de préstamos en mora sigue afectando negativamente a la rentabilidad de los bancos y a la disponibilidad de crédito en varios países.
Más allá de los próximos años, el crecimiento no se acelerará de manera significativa en Europa. Por ello, el FMI recomienda la aplicación de reformas para lograr que la economía sea más productiva, por ejemplo, reformas de los mercados de trabajo y de productos más ambiciosas en las economías avanzadas de Europa y mejoras de las instituciones en las economías emergentes de Europa. Véanse más recomendaciones en el informe.
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