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Escolares en Ancash, Perú: Mejorar la educación puede respaldar el crecimiento a largo plazo en la región (foto: Mariana Bazo/Reuters/Newscom)

América Latina y el Caribe: Dejando atrás la recesión

19 de mayo de 2017

Se prevé que América Latina y el Caribe emerjan gradualmente de la recesión en 2017, pero para lograr un crecimiento sólido e inclusivo en el futuro, la región tiene que subsanar las brechas en infraestructura, mejorar los resultados de educación, afianzar el clima de negocios y abordar la corrupción, señaló el FMI en la última edición de Perspectivas económicas: Las Américas.

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La cifra de crecimiento económico en América Latina y el Caribe en 2016 fue la tercera peor en 30 años: se contrajo un 1 por ciento después de haberse estancado en 2015. El crecimiento se vio frenado por una débil demanda interna debida a los menores precios de las materias primas, los ajustes fiscales y externos que están en curso en algunos países y otros factores nacionales específicos.

Según los pronósticos del FMI, el crecimiento se expandirá 1,1 por ciento este año y 2 por ciento en 2018. A mediano plazo, se prevé que el crecimiento permanezca en un nivel moderado de 2,6 por ciento.

El informe explica que estas perspectivas responden a cambios fundamentales en el panorama económico y de políticas a escala mundial, que incluyen un leve repunte de los precios de las materias primas y de la demanda proveniente de los socios comerciales, y una mayor incertidumbre mundial en torno a las políticas. La evolución de los factores internos seguirá incidiendo de manera significativa en muchas economías.

“Con una mayor incertidumbre en cuanto a las políticas a escala mundial pero un bajo nivel de volatilidad en los mercados, los países de nuestra región deben centrar la atención en resguardarse frente los riesgos a la baja, y al mismo tiempo ir en busca de un crecimiento fuerte, sostenible e inclusivo”, señaló Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, durante una rueda de prensa en São Paulo, Brasil.

Fuerzas externas e internas

En este contexto externo lleno de desafíos, el informe puntualiza que muchos países deben promover ajustes fiscales y externos con el fin de preservar o reponer los márgenes de maniobra (por ejemplo, afianzando los balances primarios para estabilizar la creciente deuda pública).

La definición de una ruta hacia un crecimiento mayor, sostenible y más equitativo requerirá también reformas internas, las cuales varían de un país a otro pero consisten en cerrar las brechas de infraestructura; mejorar el clima de negocios, la gestión de gobierno y los resultados de educación; profundizar la integración comercial a escala regional, y promover la participación de la mujer en la fuerza laboral a fin de estimular el crecimiento a mediano plazo y fomentar la convergencia de los niveles de ingreso. Estas políticas ayudarían a elevar el crecimiento futuro al potenciar las contribuciones de la mano de obra, el capital y la productividad.

Resumen regional

Las perspectivas de crecimiento en América del Sur están dadas por una combinación de factores internos clave y cambios en el panorama mundial.

En Argentina, la recuperación está en marcha. Se prevé que el crecimiento aumente 2¼ por ciento en 2017, gracias a una reactivación del consumo privado, un mayor gasto de capital público y un repunte de las exportaciones.

En Brasil, tras dos años de recesión, se prevé que el crecimiento retorne a terreno positivo —0,2 por ciento en 2017, según las estimaciones— gracias a una cosecha abundante de soja, un estímulo excepcional al consumo, una disminución de la inflación más rápida de lo previsto, y precios más altos del mineral de hierro.

En Venezuela, se prevé que la economía continúe en una profunda recesión y camino hacia la hiperinflación. Al no observarse un cambio en las políticas económicas, se prevé una caída del PIB real de 7,4 por ciento en 2017.

En otros países exportadores de materias primas, la modesta recuperación de los precios de esos productos proporcionará cierto alivio. Pese a una leve mejora de las condiciones externas, las perspectivas para Chile siguen siendo moderadas, debido a persistentes debilidades internas, por lo que para 2017 se proyecta un crecimiento de 1,7 por ciento.

En Colombia, la ordenada desaceleración económica continuó el año pasado conforme la demanda interna se ha ido ajustando al shock permanente que ha sufrido el ingreso nacional. Factores excepcionales dieron lugar a un crecimiento más flojo de lo previsto en 2016, pero para 2017 se espera un repunte moderado.

La economía de Perú creció a un ritmo rápido en 2016. Pero la inversión continúa rezagada, y se prevé que en 2017 la inversión y el crecimiento se vean frenados por vientos en contra de origen interno derivados de la investigación de sobornos políticos relacionados con la empresa brasileña Odebrecht, así como por las peores inundaciones y deslizamientos de tierra registrados en décadas.

En el caso de América Central y México, la exposición a Estados Unidos influye en las perspectivas y los riesgos a través de los canales del comercio, la migración y la inversión extranjera directa. El crecimiento del PIB real de México se desaceleraría a 1,7 por ciento en 2017. La incertidumbre en torno a las futuras relaciones comerciales con Estados Unidos y el aumento de los costos de endeudamiento contrarrestarían holgadamente el impulso positivo derivado del mayor crecimiento de Estados Unidos.

En América Central, Panamá y la República Dominica se prevé que el crecimiento en 2017 en general no varíe con respecto al año pasado. El fuerte crecimiento en Estados Unidos ayudará a impulsar las exportaciones y la remesas.

Las perspectivas de la región del Caribe están mejorando, y se proyecta que el crecimiento en las economías que dependen del turismo y en las exportadoras de materias primas se situé en el rango de 1,5 por ciento a 3 por ciento en 2017 y 2018.

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