El personal técnico del FMI concluye la misión del Artículo IV con la República Dominicana correspondiente a 2016
13 de febrero de 2017
Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigida por Aliona Cebotari, visitó Santo Domingo, del 31 de enero al 10 de febrero de 2017, para sostener conversaciones relacionadas con la Consulta de Artículo IV. La misión se reunió con funcionarios del Gobierno y el Banco Central, así como con expertos, académicos y representantes del sector privado, con quienes intercambiaron impresiones acerca de la evolución y las perspectivas económicas de la República Dominicana, así como los desafíos de política a los que se enfrenta el país de cara al futuro. Al término de la visita, la Sra. Cebotari emitió la siguiente declaración:
“La economía dominicana se encuentra en una posición robusta en el ciclo económico. Con la actividad económica expandiéndose a un ritmo promedio del 7 por ciento durante los últimos tres años, la economía está operando por encima de su crecimiento potencial, y los shocks positivos de oferta han contenido las presiones inflacionarias y fortalecido la posición externa. El vigoroso crecimiento sostenido y las políticas prudentes de los últimos años han ayudado a mejorar los indicadores sociales y fortalecer la confianza.
“Se proyecta que el crecimiento se mantendrá sólido, convergiendo hacia su tasa potencial, y se prevé que la inflación repunte hacia su rango meta. La demanda interna seguirá impulsando el crecimiento, apoyado por la recuperación de los ingresos reales, el crecimiento en Estados Unidos y una fuerte inversión. Se espera que el ritmo de expansión se modere en torno a su potencial de alrededor del 5 por ciento a partir de 2017, en la medida que las condiciones de financiamiento tanto externas como internas se tornen más restrictivas. La recuperación de los precios de los combustibles impulsará la inflación hacia la meta del Banco Central y ampliará moderadamente la cuenta corriente durante 2017.
“Los riesgos relacionados con estas proyecciones son equilibrados. Los principales riesgos se derivan de la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y de política de los socios comerciales externos, particularmente de Estados Unidos, los pronósticos de los precios del petróleo, las tasas de interés mundiales más elevadas de lo esperado y la consiguiente apreciación del dólar.
“Ante el aumento de los riesgos, es necesario reforzar de manera decidida la posición fiscal para mantener la sostenibilidad. El gobierno dominicano ha logrado mejorar su posición fiscal, a pesar de las crecientes presiones sobre el gasto, a través de la restricción del gasto público y un decidido esfuerzo de mejora de la administración tributaria. Sin embargo, los elevados déficits proyectados para el sector público consolidado (incluido el sector público financiero y no financiero) generarán presiones vinculadas con la sostenibilidad y viabilidad de la deuda, especialmente en vista del endurecimiento de las condiciones financieras mundiales. Se requerirá un importante ajuste fiscal para garantizar la sostenibilidad de la deuda, con un mayor esfuerzo de consolidación a corto plazo para aprovechar la posición aún favorable en el ciclo económico. La consolidación fiscal deberá sustentarse en una exhaustiva reforma que amplíe la estrecha base tributaria, simplifique el sistema impositivo y lo haga más equitativo. Esto deberá acompañarse de reformas para abordar el costo fiscal del sector eléctrico y elevar la eficiencia del gasto público.
“La adopción de un marco fiscal robusto para el mediano plazo garantizará que las políticas fiscales anuales sean consistentes con los objetivos de sostenibilidad. El marco fiscal a mediano plazo debería estar anclado en un coeficiente deuda/PIB de mediano plazo e implementado a través de una regla fiscal que permita cumplir con la meta de deuda. La integración de los objetivos de responsabilidad fiscal en dicho marco contribuirá a un mayor fortalecimiento de la disciplina fiscal.
“El sesgo restrictivo de la política monetaria es apropiado y es preciso seguir avanzando hacia un marco de tipo de cambio más flexible. Considerando los riesgos al alza en las perspectivas de inflación derivados de las condiciones financieras mundiales, la política monetaria se ha inclinado adecuadamente hacia la aplicación de medidas más restrictivas. Saludamos el compromiso de las autoridades monetarias de continuar fortaleciendo las reservas internacionales en respuesta a la creciente incertidumbre, con intervenciones cambiarias circunscritas a suavizar la volatilidad excesiva. El personal técnico del FMI apoya decididamente los planes de las autoridades monetarias de avanzar progresivamente hacia un tipo de cambio más flexible mediante el fortalecimiento de la estructura del mercado cambiario e instrumentos que faciliten dicha transición.
“Las reformas en curso que buscan fortalecer el marco macrofinanciero ayudarán a consolidar la estabilidad financiera. Los indicadores financieros del sistema bancario siguen siendo sólidos y las autoridades continúan concentrándose, de manera acertada, en encarar las deficiencias de regulación y supervisión de las entidades no bancarias. Será importante completar las reformas que abordarán las deficiencias identificadas en el contexto de la reciente evaluación sobre transparencia impositiva realizada por el Foro Global y las que pudiesen surgir en el contexto de la próxima evaluación sobre la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) para preservar la integridad del sistema financiero. El personal técnico del FMI apoya los esfuerzos de las autoridades monetarias para fortalecer el marco macroprudencial impulsando la capacidad de supervisar y abordar riesgos sistémicos, reforzando la capacidad de realizar pruebas de tensión, y elaborando informes sobre estabilidad financiera.
“La aplicación de reformas estructurales más ambiciosas sigue siendo fundamental para garantizar un mayor crecimiento a largo plazo y mejores resultados en materia social en un entorno externo frágil. La agenda de reformas del gobierno se ha concentrado correctamente en mejorar la educación, impulsar la oferta de viviendas y fortalecer las redes de seguridad social. Al mismo tiempo, los beneficios de un mayor crecimiento se han distribuido de manera desigual y todavía quedan importantes “cuellos de botella” que afectan la productividad y el crecimiento a largo plazo, entre los que se destacan:
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El diálogo en curso sobre el pacto eléctrico ofrece una oportunidad única para abordar los desafíos de gobernabilidad, las deficiencias de infraestructura y las políticas de fijación de precios en el sector eléctrico, uno de los principales frenos al crecimiento.
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Otras reformas orientadas a preservar los incentivos a la inversión y mejorar el clima de negocios incluyen el fortalecimiento de las instituciones y la gobernanza, mayor previsibilidad del sistema tributario y una continuada inversión pública en infraestructura.
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Las políticas dirigidas a impulsar el empleo, a través de mejoras del mercado laboral, la “graduación” de los programas de asistencia social para integrarse a la fuerza de trabajo, y el desarrollo y actualización de las capacidades mediante la formación vocacional, ayudarán a sustentar directamente los esfuerzos de reducción de la pobreza impulsados por el gobierno.
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La protección social también podría fortalecerse ampliando la cobertura del seguro social, abordando los desafíos del sistema público de salud y aplicando políticas que fomenten la formalidad en el mercado de trabajo.
“Deseamos agradecer a las autoridades dominicanas, así como a los expertos, académicos, representantes del sector privado y demás organizaciones por el tiempo que nos dispensaron en el intercambio de impresiones, así como por su hospitalidad.”
Departamento de Comunicaciones del FMI
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