Cómo allanar el camino del comercio
27 de septiembre de 2016
- La debilidad de la actividad económica, en especial la de las inversiones, representa cerca de 75% de la dramática desaceleración del volumen del comercio desde 2012
- La liberalización estancada del comercio, el punto máximo reciente que registró el proteccionismo y la dispersión más lenta de la producción transfronteriza también retienen el comercio, aunque a un grado menor
- Es probable que los volúmenes del comercio permanezcan moderados a menos que aumenten la inversión y el crecimiento
- Las reformas comerciales junto con medidas que ayuden a los más expuestos, revigorizarían el comercio, lo que ayudaría a difundir la tecnología, el conocimiento y la experiencia.
Desde 2012 el crecimiento del comercio mundial en bienes y servicios ha sido tenue, cercano a 3%, menos de la mitad del índice correspondiente a las tres décadas anteriores. El comercio mundial apenas ha mantenido el ritmo con el PIB, y la desaceleración ha sido generalizada (panel 2 del gráfico).
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Todavía no se comprenden con claridad las causas de esta debilidad comercial. El bajo crecimiento y las inversiones ¿están reteniendo el comercio? ¿O son las políticas comerciales restrictivas las que han obstaculizado su camino? Un estudio publicado en la edición de octubre de 2016 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO), explora estas cuestiones desde varios enfoques complementarios, utilizando un nuevo y detallado conjunto de datos sobre volúmenes del comercio según el tipo de producto.
Los engranajes del crecimiento en la máquina comercial
El estudio concluyó de manera empírica que la debilidad del comercio es mayormente un síntoma de una recuperación económica excesivamente lenta. Un déficit de crecimiento real del comercio de hasta el 75% desde 2012, comparado con el período 2003-2007, puede determinar un crecimiento económico mundial más débil e inversiones notablemente moderadas. Un modelo basado en estimaciones obtuvo resultados similares.
Más allá de los cambios en el nivel del crecimiento económico y su composición, hay otros factores que pesan sobre el crecimiento del comercio, y que en conjunto reducen cada año hasta 1¾ puntos porcentuales el crecimiento mundial de las importaciones reales desde 2012. Entre estos factores, los costos comerciales (causados, en parte, por las políticas proteccionistas) y el grado con el que los países participan en las cadenas mundiales de abastecimiento explican casi la mitad de esta reducción.
Hasta ahora, la contribución de los costos del comercio a la desaceleración comercial ha sido limitada en relación con la debilidad de la actividad económica; pero la escasez de nuevas iniciativas de políticas mundiales para reducir estos costos, junto con el surgimiento gradual de barreras no arancelarias desde la crisis financiera mundial, podría suponer mayores riesgos para el comercio. La aparente desaceleración en la relocalización de productos entre países también frena el comercio, aunque es difícil determinar si las oportunidades existentes para explotar las cadenas de abastecimiento se han agotado, o si han sido obstaculizadas por políticas comerciales distorsivas.
¿Qué significa esto para el panorama del comercio mundial? El estudio sugiere que el comercio y el crecimiento económico están estrechamente relacionados: por lo general, un crecimiento más rápido acompaña un aumento del comercio. Dado que se prevé un alza limitada en la actividad mundial para los próximos cinco años, la suavización del comercio mundial probablemente persistirá.
Incluso si la economía mundial cobrara impulso, es improbable que veamos los índices de crecimiento que se vieron antes de la crisis financiera mundial, cuando las inversiones crecían, China y muchos otros mercados emergentes estaban en alza de forma inusitada, los costos del comercio caían debido a las políticas de cooperación y los avances tecnológicos, y las cadenas de valor mundiales se desarrollaban con rapidez.
Cómo allanar el camino
El interés principal de la respuesta política debe ser encarar las restricciones al crecimiento. Esto no solo promovería la actividad mundial, sino que también ayudaría a allanar el camino del comercio internacional, creando un ciclo virtuoso a medida que el comercio impulsa mayores ganancias en la productividad y el crecimiento transfronterizos.
Sin embargo, dado el panorama económico débil que ya pesa sobre el comercio, las políticas comerciales (por ejemplo, los acuerdos de libre comercio) siguen siendo relevantes y se debe resistir el proteccionismo en todas sus formas. Al mismo tiempo, desmantelar las barreras restantes, brindaría el apoyo que tanto necesita el comercio y posiblemente impulsaría el desarrollo de cadenas mundiales de abastecimiento.
También hay un importante margen para reducir los costos del comercio. Entre otras medidas, cabe mencionar las siguientes:
- Reducir las tarifas que siguen elevadas.
- Ratificar e implementar en su totalidad los compromisos asumidos según el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio.
- Establecer un camino a seguir para la agenda de comercio después de la Cumbre de Doha.
Las reformas comerciales futuras deberían enfocarse en las áreas más importantes de la economía mundial contemporánea: la cooperación reguladora, reducir las barreras para el comercio de servicios y aprovechar las ventajas de las complementariedades entre las inversiones transfronterizas y el comercio.
Comercio (más) justo para todos
Para reforzar el apoyo popular a la integración comercial y preservar los beneficios, las autoridades deben abordar las preocupaciones de los trabajadores y de las industrias que tienen problemas para ajustarse a una mayor competencia extranjera, y deben establecer medidas para facilitar esa transición. Dichas políticas incluyen redes de seguridad social suficientemente amplias y programas que apoyen el reentrenamiento, el desarrollo de habilidades y la movilidad ocupacional y geográfica.