Palabras de apertura, Sr. John Lipsky, Director Gerente Interino, FMI, Conferencia de prensa al término de la Misión del Artículo IV de la zona del euro correspondiente a 2011
20 de junio de 2011
Luxemburgo, 20 de junio de 2011Texto preparado para la intervención
La reunión con el Eurogrupo ha concluido hoy las deliberaciones de la Misión del Artículo IV del FMI con la zona del euro correspondiente a 2011. Es una larga tradición que ejemplifica el diálogo intenso y productivo entre el Eurogrupo y el FMI. Este diálogo siempre ha sido importante y, sin duda, lo es actualmente.
La consulta de este año es un poco especial no solo por el apoyo del FMI a los programas aplicados por varios Estados miembros de la zona del euro, sino también porque incluye dos informes adicionales:
• Una evaluación del marco de estabilidad financiera de la Unión Europea, el denominado Proceso del Marco Europeo de Estabilidad Financiera (EFFE, por sus siglas en inglés), que complementa el Programa de Evaluación del Sector Financiero de cada país.
• Un informe sobre el impacto de la zona del euro y sus políticas en la economía mundial. Este análisis sobre los efectos de contagio forma parte de una iniciativa más amplia del FMI para determinar las interacciones entre las principales economías sistémicas. Además de la zona del euro, incluye Estados Unidos, Japón, China y el Reino Unido. Los informes sobre los efectos de contagio son un nuevo instrumento del que dispone el FMI para reforzar el análisis de las interacciones multilaterales económicas y de política tras la crisis financiera mundial. Como reflejo de la naturaleza de los vínculos de la zona del euro con la economía mundial, el informe se centra en las vinculaciones comerciales y financieras en particular.
Las conclusiones de estos dos informes se han integrado en las deliberaciones de la Consulta del Artículo IV celebradas con las autoridades de la zona del euro. La declaración al término de la misión está disponible y se publicará en el sitio web del FMI. Los dos mensajes principales son los siguientes:
• En primer lugar, la recuperación es en general adecuada, pero la crisis soberana en la periferia continúa siendo un riesgo y requerirá seguir adoptando medidas y prestando atención a la misma para evitar que perjudique al núcleo de la zona y afecte al resto del mundo.
• En segundo lugar, independientemente de la crisis en la periferia, los esfuerzos desplegados para asegurar una unión monetaria dinámica y resistente siguen siendo pertinentes y deberán reforzarse aún más.
Permítanme destacar algunos puntos clave:
Esta crisis ha situado a la zona del euro ante una encrucijada y la gestión de los actuales problemas de deuda soberana en varios países es un elemento fundamental de esta situación. Está claro que solo un enfoque cohesivo y cooperativo para la gestión de crisis dará resultados positivos. Esto significa que el compromiso firme con las reformas y el ajuste en los países que aplican programas debe continuar e incluir reformas estructurales inmediatas y de gran alcance, privatizaciones y la apertura de los mercados a la participación extranjera y a la competencia. Un enfoque cooperativo también requiere seguir brindado apoyo financiero a la zona del euro en las condiciones adecuadas para impulsar y lograr el éxito. El establecimiento de una Facilidad Europea de Estabilidad Financiera reforzada y más flexible será importante. Además, es esencial cerrar lo antes posible el debate sobre la reestructuración de la deuda y el establecimiento del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE).
Con respecto al sector financiero, el programa está claro desde hace algún tiempo. Pero ahora es importante avanzar en su implementación. Es imprescindible que las pruebas de resistencia del sector bancario lleven al fortalecimiento fundamental de las posiciones de capital de los bancos de la zona del euro. Para incrementar el capital deberían predominar las soluciones basadas en el mercado. Por ejemplo: ¿por qué no favorecer las adquisiciones transfronterizas? ¿Por qué no centrarse en el desarrollo de los mercados de bonos corporativos y restablecer la titulización de alta calidad para respaldar a las empresas mientras los bancos se adaptan al nuevo entorno regulatorio?
Para lograr un mayor crecimiento es necesaria una mayor integración económica. La recuperación es en general adecuada, aunque el crecimiento sigue siendo desigual y moderado a nivel global. El bajo crecimiento agrava los problemas bancarios, dificulta aún más la consolidación fiscal necesaria y apenas contribuye a la reducción del desempleo, que sigue siendo alto en gran parte de la región. Las autoridades económicas se han centrado en las prioridades nacionales, pero la solución para impulsar el crecimiento es la plena realización del mercado único. La mano de obra y el capital deben circular libremente a través de las fronteras y establecerse allí donde más se necesiten a fin de liberar el potencial de crecimiento de Europa y crear nuevos empleos. La apertura de los mercados de capital es particularmente importante en este sentido y no solo para los bancos. Los mercados que funcionan bien no necesitan “campeones nacionales”, por así decirlo.
Pero el mercado único no puede prosperar sin reglas comunes más estrictas y una gestión de gobierno más activa. En resumen, la zona del euro necesita los siguientes elementos:
• Un marco de estabilidad financiera más integrado. La adopción de una normativa común estricta para la regulación y supervisión es esencial. Estas normas deberán tener la flexibilidad suficiente para afrontar los riesgos macroprudenciales, que serán coordinados por la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS). Se ha avanzado mucho en este sentido, pero aún queda mucho por hacer para reforzar el sistema conjunto de gestión y resolución de crisis con un mecanismo de seguridad común financiado por la industria financiera para proteger a los contribuyentes.
• La zona del euro también necesita seguir reforzando la gobernanza económica. Para cambiar realmente la situación, son necesarias normas más enérgicas y que contribuyan en mayor medida a la definición de las políticas nacionales. Esto significa establecer reglas más automáticas, que se implementen con plazos más estrictos, y garantizar una mayor participación de la Comisión en el manejo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), del Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) y del nuevo Procedimiento de Desequilibrios Excesivos (PDE).
Por último, la zona del euro es una economía importante a nivel mundial. Nuestro análisis parece indicar que los efectos derivados de las persistentes dificultades en la periferia son relativamente reducidos. Pero también muestra que la crisis se sentiría con mucha mayor intensidad en todo el mundo si afectara a los bancos del núcleo de la zona del euro. Se trata de un mensaje importante que implica que el éxito en la gestión de la crisis actual, el fortalecimiento de la integración y el mejoramiento de la gestión de gobierno no solo beneficiarán a la zona del euro, sino también a la economía mundial.
De cara al futuro, es importante aprender de la crisis y definir una visión clara con respecto al futuro. La historia de la integración europea desde la Segunda Guerra Mundial ha sido un éxito increíble, entre otras razones porque los líderes que construyeron la Unión Europea y la zona del euro miraron más allá de las crisis del momento. De hecho, para que la zona del euro logre ser más estable y resistente, y consiga alcanzar plenamente su potencial de crecimiento, deberá avanzar ahora en la aplicación de un amplio programa de reformas. Se han puesto en marcha numerosas iniciativas positivas, pero consideramos que en casi todos los ámbitos serán necesarias algunas medidas adicionales esenciales para que, todas combinadas, formen un conjunto coherente.
Muchas gracias.
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