Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : Los países exportadores de materias primas enfrentan el difícil período posterior al boom

28 de septiembre de 2015

  • Es probable que en las economías exportadoras de materias primas se profundice la desaceleración, dadas las débiles perspectivas de los precios de esos productos
  • La desaceleración obedece en parte al menor crecimiento del producto potencial
  • Reformas estructurales para impulsar el crecimiento potencial, la política de flexibilidad del tipo de cambio es una prioridad

Según un nuevo estudio, debido a las débiles perspectivas de los precios de las materias primas, en especial en el caso de la energía y de los metales, el crecimiento de las economías emergentes y en desarrollo exportadoras de materias primas podría desacelerarse más en los próximos años.

Un obrero procesa acero líquido cerca de Santiago, Chile. Los países exportadores de materias primas están en mejores condiciones que antes para enfrentar la fase descendente del ciclo (foto: José Luis Saavedra/ Reuters/ Corbis)

Un obrero procesa acero líquido cerca de Santiago, Chile. Los países exportadores de materias primas están en mejores condiciones que antes para enfrentar la fase descendente del ciclo (foto: José Luis Saavedra/ Reuters/ Corbis)

ANÁLISIS DE LAS PERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

El estudio, publicado en la edición de 2015 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO, por sus siglas en inglés) del FMI, indica que las caídas recientes de los precios de las materias primas podrían recortar 1 punto porcentual por año la tasa de crecimiento de los países exportadores de materias primas en el período 2015-17, en comparación con el período 2012-14. En los países exportadores de materias primas de energía, se estima que la reducción sería aun mayor: aproximadamente 2¼ puntos porcentuales, en promedio.

En el estudio se concluye que la desaceleración no es solo un fenómeno cíclico. “También tiene un componente estructural”, sostiene la autora principal, Oya Celasun, Subjefa de División en el Departamento Estudios. “La inversión y, por consiguiente, el producto potencial tienden a crecer más lentamente entre los países exportadores durante fases descendentes del precio de las materias primas”.

La caída del crecimiento potencial acentúa la desaceleración posterior al auge, observa Celasun. “Esto implica que las autoridades de los países exportadores de materias primas deben pensar más allá de las medidas del lado de la demanda y emprender reformas estructurales para mejorar el capital humano, aumentar la inversión y, en última instancia, activar el crecimiento de la productividad”.

Fases ascendentes y descendentes

Los precios de las materias primas son impredecibles y pueden ser muy volátiles. Pueden mantenerse en niveles elevados o bajos durante períodos prolongados, dando la impresión de que esos niveles son permanentes, pero luego registran cambios muy repentinos y grandes.

La historia reciente no es la excepción. En la primera década del siglo XXI se experimentó un aumento persistente de los precios de las materias primas, que pasaron de niveles inéditamente bajos a mediados de la década de niveles récord en 2011. No obstante, más recientemente, los precios de las materias primas volvieron a caer, en algunos casos de manera notable, y se espera que su debilidad persista algún tiempo (gráfico 1).

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La prociclicidad, una inquietud compartida

En las economías exportadoras de materias primas, el crecimiento del producto y la evolución económica en términos más amplios están inevitablemente vinculados con los ciclos de precios de las materias primas. A fin de entender mejor los canales, en el estudio se analizan datos de más de 40 países exportadores de materias primas, correspondientes a los últimos 50 años. Se concluye que el producto y, en particular, la inversión crecen más rápido durante los auges de precios de las materias primas que durante las caídas posteriores (gráfico 2). Gran parte de ese ciclo se debe a una considerable respuesta de la inversión en el sector productor de materias primas, con efectos que se transmiten a los sectores de respaldo, como la construcción, el transporte y la logística.

Pero también refleja otros mecanismos. En los países que dependen mucho de los ingresos relacionados con los recursos naturales, la política fiscal suele ser procíclica respecto de los términos de intercambio. El gasto público tiende a aumentar cuando los términos de intercambio mejoran, lo que influye en la actividad económica en general. Al mismo tiempo, los gobiernos, las empresas y los hogares de las economías exportadoras de materias primas suelen tener más facilidad para endeudarse durante los auges de las materias primas que durante las caídas. Esos factores amplifican el ciclo económico que activaron los precios internacionales de las materias primas.

Tendencias cíclicas y cambios estructurales

Las respuestas de políticas adecuadas no solo dependen del grado de desaceleración del crecimiento, sino también de si las fluctuaciones del producto relacionadas con las fluctuaciones del precio de las materias primas son en su mayor parte cíclicas o estructurales. Es decir, se necesitan políticas distintas si los cambios de las materias primas afectan el producto potencial y no solo las fluctuaciones cíclicas en torno de ese producto.

En el estudio se determina que las fluctuaciones del crecimiento del producto impulsadas por el precio de las materias primas se ven afectadas tanto por factores cíclicos como por factores estructurales. En promedio, aproximadamente dos terceras partes de la merma del crecimiento del producto en los países exportadores de materias primas durante una fase descendente del precio de las materias primas son cíclicas, y una tercera parte es estructural, lo que refleja un crecimiento potencial más bajo. Eso implica que, en el caso de los países exportadores de materias primas que se beneficiaron con un aumento prolongado de los precios de las materias primas, la desaceleración reciente también obedece a un crecimiento potencial más débil, correspondiente al colapso del crecimiento de la inversión.

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Lo que depara el futuro

¿Qué implica el comportamiento de la actividad económica durante ciclos anteriores de precios de las materias primas para la fase descendente actual? Por un lado, el tamaño y la duración del auge de las materias primas de la década de 2000 superan el promedio histórico, por lo que su reversión podría dar lugar a una desaceleración más pronunciada. Por otro lado, los países exportadores de materias primas típicos están actualmente más preparados para lidiar con una fase descendente que en episodios anteriores:

• A pesar del boom de los precios de las materias primas más pronunciado, las tasas de crecimiento de la última década fueron similares a las de episodios de boom anteriores, con tasas de inflación más controladas. Esto apunta a que las políticas macroeconómicas fueron más eficaces que las del pasado en suavizar el impacto de los ingresos imprevistos de las materias primas, ya que el impulso al crecimiento fue menor que el que se podría haber esperado teniendo en cuenta el tamaño del aumento.

• Más específicamente, la política fiscal ha sido menos procíclica —lo que permitió un mayor ahorro de los ingresos relacionados con los recursos naturales—, los tipos de cambio han sido más flexibles, y la profundidad financiera aumentó, respecto de los episodios anteriores. Todos esos factores se asociaron con menores caídas del crecimiento del producto en fases descendentes anteriores.

• Además, los exportadores de materias primas entran a la fase descendente actual con posiciones externas más sólidas, que pueden ayudar a mitigar el efecto de la fase descendente sobre el crecimiento.

Qué deben hacer las autoridades

Los resultados del estudio implican que lo más probable es que la desaceleración del crecimiento en el período inmediatamente posterior a un auge de precios de las materias primas represente una vuelta a un nivel de producto más sostenible. Al mismo tiempo, la desaceleración de la inversión y la capacidad económica puede dar lugar a un menor crecimiento del producto potencial.

Las autoridades de los países exportadores de materias primas, por ende, deben procurar no sobreestimar el grado de exceso de capacidad en sus economías. Es inevitable que se produzca una desaceleración significativa de las tasas de crecimiento.

Más allá de la coyuntura actual, las observaciones hacen pensar que los tipos de cambio más flexibles y los marcos de políticas que evitan el gasto fiscal procíclico excesivo pueden ayudar a las autoridades a suavizar el impacto de la variación del precio de las materias primas en sus economías.

En los casos en los que el crecimiento es decepcionante, es probable que las iniciativas de políticas que se concentran en aplicar reformas estructurales para impulsar un crecimiento a mediano plazo sostenido sean muy fructíferas. Las prioridades en términos de reformas estructurales varían entre países, pero la eliminación de cuellos de botella de infraestructura, la mejora del clima de negocios y el aumento de la calidad de la educación son objetivos comunes en muchos de ellos.