BoletÃn del FMI : La economía mundial necesita políticas fiscales inteligentes
8 de octubre de 2014
- Se necesita una política fiscal inteligente que promueva el empleo y, al mismo tiempo, reduzca la deuda pública a niveles más seguros
- La política fiscal puede ayudar a conseguir las reformas estructurales necesarias
- Las medidas fiscales específicas pueden ayudar a resolver el alto desempleo entre los jóvenes y otros problemas laborales
Las políticas fiscales pueden ayudar a crear empleo, pero el diseño de las políticas adecuadas depende de las condiciones de cada país.
MONITOR FISCAL
La creación de empleo encabeza la agenda mundial de políticas. Los niveles altos y persistentes de desempleo exigen una respuesta amplia de políticas, que generalmente incluyen una reforma estructural y otras políticas económicas. Según la última edición del informe Monitor Fiscal del FMI, aun cuando la política fiscal no es sustituto de reformas integrales, puede promover la creación de empleo de distintas formas.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, hay más de 200 millones de personas desempleadas, y se espera que otros 13 millones de personas engrosen la lista para 2018. Para resolver estos niveles elevados y persistentes de desempleo, el FMI insta a una respuesta multi-dimensional, donde la política fiscal trabaje conjuntamente con las iniciativas más amplias de reforma estructural para estimular la creación de empleo.
“En determinadas condiciones, las decisiones fiscales que toman los países pueden ayudar a promover reformas en el mercado laboral”, comentó Vitor Gaspar, Director del Departamento de Finanzas Públicas. “Las reformas del mercado laboral pueden tener costos considerables. Un déficit más alto o un ritmo de reducción del déficit más lento puede absorber estos costos y contrarrestar el impacto negativo que las reformas tienen a corto plazo en el producto y el empleo. También puede facilitar la formación de consenso político en materia de reformas, por ejemplo, retribuyendo a grupos que podrían verse perjudicados por el cambio. Una política fiscal inteligente también valora la inversión pública”.
Los responsables de las políticas pueden usar medidas específicas —reducción de las contribuciones sociales de empleadores o reformas de los sistemas de jubilación— como parte de un arsenal de políticas dirigidas a resolver parte de la actual debilidad en los mercados laborales, tales como el alto desempleo entre los jóvenes y la baja participación de las mujeres y los trabajadores de edad en la fuerza laboral. Las medidas para resolver dificultades específicas del mercado laboral son más eficaces en función de los costos que las medidas generales.
El Monitor Fiscal del FMI se publica dos veces al año para seguir la evolución de las finanzas públicas en todo el mundo.
Economías avanzadas: Iniciativas en marcha
En las economías avanzadas, un ritmo lento de reducción del déficit debería contribuir a impulsar la actividad económica. En los últimos cinco años, las iniciativas fiscales en muchos de estos países han contribuido a estabilizar los coeficientes de endeudamiento, si bien se prevé que para fines de la década el coeficiente medio de endeudamiento de todas las economías avanzadas supere el 100% del PIB. Una recuperación tímida y los riesgos de baja inflación y de fatiga ante la reforma exigen políticas fiscales que establezcan un cuidadoso equilibrio entre el estímulo al crecimiento y la creación empleo por un lado, y la sostenibilidad fiscal, por el otro.
Dada la continua incertidumbre sobre la solidez de la recuperación, actualmente las políticas fiscales suelen incluir medidas destinadas a aumentar la competitividad, el empleo y el crecimiento a largo plazo. Según el Monitor Fiscal, el desafío radica en absorber los costos asociados con estas medidas a fin de mantener el déficit fiscal bajo control. Esto podría lograrse recortando el gasto en otras áreas o cambiando a otras formas de imposición.
Mercados emergentes, en alerta
Aunque los déficits fiscales y coeficientes de endeudamiento siguen siendo moderados en promedio, las posiciones y riesgos fiscales varían enormemente entre las economías de ingreso mediano y de mercados emergentes. Las presiones directas sobre las finanzas públicas han cedido pero el FMI identifica riesgos en ciernes: un menor potencial de crecimiento, el posible endurecimiento de las condiciones de financiamiento y el aumento de pasivos contingentes.
En las economías de mercados emergentes e ingreso mediano, los coeficientes de endeudamiento y los déficits siguen siendo moderados en general, aunque en promedio son superiores a los niveles previos a la crisis. Ante la posibilidad de mayores riesgos, es preciso reconstruir el margen de maniobra que tuvieron las políticas en los últimos años.
Los conflictos geopolíticos en Ucrania y Oriente Medio también podrían aumentar los riesgos fiscales, pero el informe reconoce que son difíciles de medir en este momento.
Países desarrollados, en terreno dispar
En cuanto a los países en desarrollo de bajo ingreso, salvo contadas excepciones, los riesgos fiscales directos son moderados en general. Un desafío clave en estos países consiste en aumentar la provisión de servicios públicos de bienestar social y la infraestructura para estimular el crecimiento, la salud y la educación.
De cara al futuro, los esfuerzos deben centrarse en mejorar los resultados fiscales mediante la movilización de ingresos, la priorización del presupuesto y una mayor eficiencia del gasto público. Otro reto importante en materia de políticas consiste en fortalecer el gobierno fiscal, en especial en el número creciente de países en desarrollo de bajo ingreso que están accediendo a los mercados financieros.