BoletÃn del FMI : Las autoridades deben abordar viejos riesgos financieros y afrontar nuevos desafíos
17 de abril de 2013
- Las medidas de política han mejorado la estabilidad financiera mundial y han atenuado los riesgos agudos a corto plazo
- Las autoridades tienen que abordar viejos riesgos en la zona del euro para dejar atrás la crisis
- Hay que evitar que los nuevos riesgos vinculados a la prolongada expansión monetaria se tornen sistémicos
El sistema financiero mundial es mucho más estable que hace seis meses, pero subsisten varios riesgos. En su Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR, por sus siglas en inglés), el Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que, a menos que las autoridades aborden factores de vulnerabilidad clave, las recientes recuperaciones en los mercados financieros no durarán, y probablemente surgirán nuevos riesgos.
INFORME SOBRE LA ESTABILIDAD FINANCIERA MUNDIAL
El informe se centra en dos viejos riesgos persistentes, que son el legado de la crisis.
Pese a la reciente mejora de las condiciones del mercado, el crédito no está fluyendo de forma adecuada a la periferia de la zona del euro.
• Las empresas pequeñas y medianas, que son el eje del empleo, se ven particularmente afectadas por el mayor costo del crédito bancario y su oferta más limitada.
• El sector empresarial de la periferia también enfrenta un fuerte sobreendeudamiento, que fue acumulado antes de la crisis. El informe identifica un grupo débil de empresas de la periferia cotizadas en bolsa que tienen que reducir su deuda a lo largo del tiempo. La reducción de la deuda que tienen que realizar estas empresas representa una quinta parte de la deuda total de las empresas de la periferia que cotizan en bolsa y que fueron analizadas en el informe. Esto supone un desafío para sus economías y para la estabilidad financiera.
El saneamiento de los balances de los bancos no ha concluido y los avances han sido desiguales, según el FMI. A escala mundial, los sistemas bancarios se encuentran en distintas etapas del proceso de saneamiento.
Según el informe, el proceso prácticamente se ha completado en Estados Unidos, pero no en Europa. Muchos bancos en países de la periferia de la zona del euro aún tienen que seguir fortaleciendo sus balances. Y los bancos importantes en los países del núcleo siguen dependiendo demasiado de los mercados de financiamiento al por mayor. Además, el programa de reforma financiera mundial aún está inconcluso, y eso prolonga la incertidumbre regulatoria y hace que los bancos estén menos dispuestos a otorgar préstamos.
“Abordar los viejos riesgos no solo es esencial para superar la crisis, sino que también reduce la necesidad de seguir aplicando políticas monetarias laxas. Esto impedirá que los nuevos riesgos se intensifiquen y se tornen sistémicos”, aseveró José Viñals, Consejero Financiero y titular del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, que elaboró el informe.
Nuevos riesgos
El informe también señala nuevos riesgos vinculados a las políticas monetarias laxas que se adoptaron para combatir la crisis. Dichas políticas han sido esenciales para respaldar la economía. Pero su uso prolongado puede dar lugar a efectos secundarios, como una toma excesiva de riesgos y burbujas de activos.
El FMI dijo que hay indicios de nuevos riesgos en Estados Unidos. Los fundamentos económicos de las empresas estadounidenses son sólidos y el aplacamiento está en línea con las tendencias históricas típicas. Pero las normas de suscripción de deuda de las empresas están tornándose menos estrictas rápidamente. Por otro lado, el continuo nivel bajo de las tasas de interés está empujando a algunos fondos de pensiones y empresas de seguros a asumir más riesgos para cerrar sus crecientes brechas de financiamiento.
Además, el fenómeno del dinero barato en las economías avanzadas está propagándose a los mercados emergentes. La obtención de préstamos de las empresas de mercados emergentes en los mercados internacionales ha venido aumentando a un ritmo sin precedentes, y eso expone a las empresas a riesgos cambiarios y a un creciente apalancamiento. Como resultado, los mercados emergentes se tornan más sensibles a los flujos de capital volátiles.
Ante todo, la reversión de la prolongada expansión monetaria en Estados Unidos, cuando ocurra, podría dejar al descubierto estas vulnerabilidades y desestabilizar los mercados de crédito.
Recomendaciones en materia de política
El informe recomienda adoptar políticas más enérgicas para reducir la fragmentación financiera en la zona del euro con el fin de ayudar a desbloquear el flujo de crédito a la economía e incrementar la capacidad de resistencia de la unión monetaria.
Las autoridades pueden lograr esto completando el saneamiento del sector bancario y avanzando con decisión hacia la creación de una unión bancaria propiamente dicha. También es necesario mejorar el flujo del crédito a las empresas pequeñas y medianas que sean solventes. Y hay que solucionar el problema del sobreendeudamiento privado para completar el proceso de saneamiento de los balances de los bancos.
El FMI asimismo solicitó un compromiso político renovado a nivel mundial y nacional para llevar a término e implementar el programa de reforma regulatoria en el ámbito financiero. Si no se abordan con mayor urgencia los temas de la cooperación internacional y la reestructuración integral de la banca, la debilidad de los balances de los bancos seguirá frenando la recuperación y planteando riesgos para la estabilidad mundial, señaló el FMI.
Las autoridades también tienen que abordar riesgos nuevos:
En Estados Unidos las autoridades tienen que velar por la seguridad de los bancos. En el caso de las entidades no bancarias, tienen que mantenerse vigilantes y tomar la iniciativa, frenando los aumentos demasiado veloces del apalancamiento y fomentando la aplicación de normas prudentes de suscripción de préstamos. Para todo esto se necesitan políticas microprudenciales y macroprudenciales adecuadas.
Las economías de mercados emergentes no pueden bajar la guardia frente al deterioro de la calidad de los activos de los bancos y el efecto perturbador de los flujos de capitales a corto plazo. Al mismo tiempo, se deben adoptar políticas prudenciales para garantizar que el sistema financiero cuente con defensas adecuadas y para evitar un apalancamiento excesivo y burbujas de precios de los activos.