BoletÃn del FMI : El examen ayuda al FMI a controlar el pulso en el mundo de la poscrisis
5 de octubre de 2014
- El FMI profundizará sus análisis de riesgos y efectos de contagio
- La supervisión económica es un proceso dinámico; debe adaptarse a los desafíos emergentes
- El tratamiento imparcial de los países miembros es clave para ofrecer análisis y asesoramiento con valor agregado
Según un examen reciente, el FMI se dispone a seguir avanzando con iniciativas para modernizar la forma en que evalúa los riesgos y supervisa las economías, y para mantenerse actualizado sobre las necesidades de los países miembros en un mundo sumamente interconectado.
EXAMEN TRIENAL DE LA SUPERVISIÓN
El 26 de septiembre el Directorio Ejecutivo del FMI debatió sobre el examen que realiza el FMI para evaluar las economías y ofrecer asesoramiento en materia de política, lo que se conoce como supervisión. Dicho examen analiza cómo puede la institución consolidar las importantes reformas adoptadas desde el examen de supervisión de 2011. El examen de 2014 también tiene en cuenta cómo debe adaptarse la supervisión a los desafíos emergentes y mejorar el asesoramiento de políticas para ayudar a los países a ser más resilientes y a garantizar un crecimiento duradero.
Este examen llega en un momento en el que muchos países siguen lidiando con el legado problemático de la crisis financiera mundial —deudas elevadas, alto desempleo y lento crecimiento— y no tienen mucho espacio para aplicar políticas que favorezcan la creación de empleo. En un mundo sumamente interconectado las autoridades también enfrentan el desafío dual de aprovechar los beneficios de la globalización y de proteger a sus economías del riesgo de los efectos de contagio negativos resultantes de la mayor integración.
Profundización del trabajo relacionado con los riesgos y los efectos de contagio
En respuesta a la crisis financiera mundial, el FMI modificó su supervisión en fin de que tuviera más en cuenta los riesgos y reflejara mejor las interconexiones mundiales. La Decisión sobre la Supervisión Integrada, que entró en vigencia a principios de 2013, fue un paso importante en ese sentido: hace que el análisis de los efectos de contagio —cómo las políticas de un país pueden afectar a otros países— sea parte integral de los controles regulares de los países miembros que realiza el FMI.
El último examen apunta a ampliar el avance logrado desde 2011, lo que refuerza la conexión entre los análisis del FMI a nivel de país y a nivel mundial. También recomienda profundizar el análisis de cómo los riesgos y los efectos de contagio se transmiten a través de las fronteras y los sectores.
Una forma de mejorar la identificación de estos vínculos podría ser la recuperación y la modernización del análisis de balances nacionales, un enfoque que el FMI desarrolló en respuesta a la crisis de Asia de fines de la década de 1990. Así, la supervisión podría mejorar el registro de todo el espectro de riesgos y reflejar no solo el tamaño de los flujos de capitales entre países, sino también su composición. También ofrecería más transparencia a los aspectos relacionados con las vulnerabilidades internas, como el apalancamiento, las monedas y los desfases de liquidez en los principales sectores que conforman la economía: el gobierno, las instituciones financieras, las corporaciones y los hogares.
El examen sugiere asimismo que el FMI aproveche las mejoras recientes en la supervisión del sector financiero, profundizando la integración con su análisis macroeconómico básico, y recomienda algunas medidas para abordar esta deficiencia y garantizar que las consultas del Artículo IV analicen más cuidadosamente la relación entre la economía real y el sector financiero, algo que a veces se describe como el vínculo entre “Main Street” y “Wall Street”.
Asesoramiento más personalizado y holístico
En el examen se destaca que el fortalecimiento de la supervisión es un proceso permanente y dinámico. Las prioridades de análisis y políticas del FMI también deben seguir adaptándose a los desafíos emergentes de todos los miembros. La Directora Gerente, Christine Lagarde, enfatizó que “la supervisión debe beneficiar por igual a nuestros miembros más pequeños y a los más grandes”. Por ejemplo, en un contexto en que el crecimiento generador de empleo tiene la mayor prioridad en términos de políticas, la expansión del análisis del FMI a los mercados laborales y las reformas asociadas podrían agregar valor a las deliberaciones sobre políticas dentro de los países.
También se recomienda que el FMI mantenga un enfoque flexible en relación con las políticas que desplegó en los últimos años. Si bien celebra la adopción de un ajuste fiscal más gradual por parte del FMI, en el examen se señala que el asesoramiento en términos de política fiscal podría haber sido más sensible a la necesidad de crear puestos de trabajo y crecimiento.
A fin de agregar el mayor valor posible, el análisis y el asesoramiento deben formularse de manera integral y coherente. Según el informe, además de detenerse en las interconexiones entre los países, la supervisión de estos debe concentrarse en los vínculos entre los sectores de una economía y en las interacciones entre políticas. También debería tratarse de aprovechar en mayor medida el gran acervo de conocimiento de la institución en términos de experiencias de políticas aplicadas en varios países.
Un mayor impacto
En el examen se enfatiza la importancia de pensar más allá de las herramientas y los enfoques analíticos para lograr un impacto mayor. Una comunicación más clara y franca y una profundización del diálogo con los países miembros podrían contribuir al objetivo de ajustar mejor el análisis y el asesoramiento. En el informe principal se indica que: “La supervisión también tendría que escuchar y entender las necesidades y las inquietudes de un miembro específico”.
Un tratamiento justo e imparcial de los países miembros también es fundamental, si se espera que el análisis y el asesoramiento de la institución sean creíbles y tengan un impacto. Este problema, de larga data, cobra mayor relevancia en un mundo en que los países a menudo tienen intereses en las acciones de otros países y en el asesoramiento que se brinda a otros países. El informe también propone maneras de llevar un registro de las inquietudes de los países al respecto y de lidiar de manera transparente con esas inquietudes.
Por último, para que la supervisión genere estabilidad económica a nivel mundial, el FMI debe tener un papel central en la promoción de la cooperación mundial. El examen recomienda analizar cómo podría el FMI promover de manera más enfática la cooperación por parte de las autoridades de todo el mundo y que estas tengan más presentes los efectos de contagio de sus políticas.
Perspectivas externas
El examen se basó en una gran cantidad de consultas con las partes interesadas, lo que incluye a los encargados de diseñar políticas en los países miembros, la sociedad civil, los participantes del mercado y los medios. Esta base ofrece un conjunto valioso de datos empíricos para un amplio espectro de estudios analíticos detallados, tanto por parte del personal técnico del FMI como por parte de expertos externos. Este amplio espectro de perspectivas se recopila en el documento de análisis general incluido en el informe.
El examen también fue estudiado por un grupo de asesoramiento externo, que brindó una fuente de orientación y dirección en las etapas iniciales del proceso y aprobó los resultados y las recomendaciones. También contó con aportes valiosos del Premio Nobel Paul Krugman, el conocido economista indio Montek Singh Ahluwalia (ex Subdirector de la Comisión de Planificación de India) y el periodista Martin Wolf.
Próximos pasos
Basándose en la orientación brindada por los directores ejecutivos en su debate del 26 de septiembre, la Directora Gerente, Christine Lagarde, formulará un plan de acción con pasos concretos para fortalecer la supervisión del FMI en áreas prioritarias.
Teniendo en cuenta el tiempo que se necesita para incorporar las reformas de supervisión, el Directorio Ejecutivo también acordó pasar del cronograma actual de tres años a un ciclo de cinco años para el examen integral regular de la supervisión. Por consiguiente, el próximo examen se realizará en 2019.