BoletÃn del FMI : En memoria de Wabel Abdallah, 1953-2014
21 de enero de 2014
Wabel Abdallah, el Representante Residente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Afganistán, perdió la vida el viernes 17 de enero. Wabel, de 60 años, murió en un ataque ocurrido en un restaurante en Kabul; es la primera vez que la institución pierde a unos de sus funcionarios de esta manera.
En memoria de Wabel Abdallah
El fallecido funcionario del FMI, ciudadano libanés, dedicó 20 años de su carrera a la institución, y había sido Representante Residente en Afganistán los últimos 5 años.
La comunidad del FMI lamenta el fallecimiento de Wabel. “Es una trágica noticia, devastadora para todos nosotros en el FMI”, expresó la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, y añadió que “Wabel encarnaba el verdadero espíritu del servicio público internacional, dedicó su vida a ayudar a otros, y estaba especialmente comprometido en ayudar a los ciudadanos de Afganistán a reconstruir su país”.
Paul Ross, jefe de misión del FMI en Afganistán, recordó a Wabel como un “hombre maravilloso y bueno que siempre estuvo presente para su familia, sus colegas y la gente de los países en los que trabajó”.
Otras 20 personas también perdieron la vida en el trágico incidente.
Carrera polifacética
Wabel inició su carrera en el FMI en 1993. Al igual que la mayoría de los economistas del FMI, trabajó en varios departamentos, entre ellos, Oriente Medio y Asia Central, Estadística y Recursos Humanos. Fue nombrado Representante Residente del FMI en Afganistán en junio de 2008.
La experiencia de Wabel antes de incorporarse al FMI era rica y variada: profesor principal en la Universidad de Columbia, asesor económico de la misión de Líbano ante Naciones Unidas y asesor económico del Gobernador del Banco Central de Líbano.
Wabel estudió Economía y recibió su primer diploma de la Universidad de París I en 1978 y una maestría de la London School of Economics en 1981. Posteriormente obtuvo una maestría en Economía de la Universidad de Columbia en 1985, antes de ser candidato para un doctorado de la misma universidad en 1993.
Vida en Afganistán
Como Representante Residente del FMI en Afganistán, Wabel trabajó de forma estrecha y productiva con las autoridades del país, brindándoles asesoramiento en materia de política económica y coordinando la asistencia técnica. En ese cargo también interactuó con otros donantes y con representantes de la sociedad civil y los medios de comunicación. Comprendía cabalmente la situación económica y las perspectivas y preocupaciones de las autoridades y los donantes, así como las consideraciones de economía política. Por este motivo, era la primera fuente de información a la que acudían en Kabul los ciudadanos y visitantes que querían conocer más sobre la economía.
“Wabel estaba profundamente dedicado a la labor del FMI en Afganistán. Su capacidad para generar confianza con el gobierno era admirable”, destacó Adnan Mazarei, Subdirector del Departamento de Oriente Medio del FMI.
“No solo fue un Representante Residente muy competente en Afganistán que contribuyó mucho a afianzar la relación entre el FMI y Afganistán, sino que fue un muy buen amigo mío”, señaló Noorullah Delawari, Gobernador del Banco Central de Afganistán.
Ross destacó la calidez y generosidad que caracterizaban a Wabel. “Lo hacían convincente y persuasivo, y su sentido del humor le permitía plantear sus argumentos con sutileza y elegancia”. Y a esto sumaba su gran habilidad para los idiomas, ya que dominaba el inglés, el francés y el árabe. “Todo esto le dotaba de una enrome capacidad para generar confianza con todas las personas que conocía”, dijo Ross.
La persona y el colega
La noticia de la muerte de Wabel ha dado lugar a numerosas condolencias y homenajes por parte del personal del FMI y otras personas.
“Mi primer encuentro con Wabel fue en un panel que dirigió cuando me entrevisté para un puesto en el FMI”, recordó Brett House, un ex funcionario del FMI que ahora trabaja en las universidades de Columbia y McGill. “La entrevista fue dura y exhaustiva, y los panelistas no me dieron ni un solo indicio del resultado. Al acompañarme a la puerta del salón y despachar detalles administrativos, Wabel se volvió hacia a mí y, con una sonrisa, me hizo un gesto inconfundible con las manos para hacerme saber que lo había hecho bien. Inspiraba muchísima confianza y su complicidad era encantadora. Desde ahí se ganó mi cariño para siempre”, añadió House.
“Aunque sea unos pocos minutos con Wabel era una dosis concentrada de un humor delicioso y una camaradería afectuosa”, dijo Carina Hreib, Asistente en el Departamento de Oriente Medio del FMI.
“Wabel me contrató para trabajar en el FMI. Sin él, hoy no estaría donde estoy. Mi vida cambió gracia él”, comentó Catriona Purfield, una asesora en el Departamento de Europa del FMI.
Si bien su carrera era la Economía, Wabel tenía talentos inesperados, y fue hasta profesor de aeróbicos. Las clases que daba en varios lugares estaban repletas, inclusive en el gimnasio del FMI, y en Kabul mantenía la misma energía. También le encantaba la cocina y la música, disfrutaba comiendo con sus amigos y estaba volcado a su familia.
“Para cada dolor de cabeza que surgía en una misión, Wabel hacía referencia a una canción pop, y solía decir “no te preocupes, sé feliz”, o citar a Duran Duran ya entrada la noche para entretener a los miembros de la misión con su colección de música pop”, recordó Nisreen Farhan, Subjefa de División en el Departamento de Comunicaciones del FMI.
En un homenaje, Axel Schimmelpfennig, Representante Residente del FMI en Sudáfrica, recordó muy bien a Wabel y sus clases de aeróbicos. “Querido Wabel, echaré de menos tus clases de aeróbicos en Kabul, aunque pensaras que no tenía ritmo. Echaré de menos tu entrega a tus amigos y nuestros colegas. Y echaré de menos lo mucho que te gustaba compartir una buena mesa con amigos y colegas. Descansa en paz. Nunca te olvidaremos”.
Wabel deja madre, un hermano, esposa y una hija.