Cuando los ciclos nacionales coinciden: Seguimiento de recesiones y recuperaciones mundiales
9 de febrero de 2016
- La recesión de 2009 ha sido la más devastadora desde 1960, afirma el libro multimedia
- Es necesario entender los ciclos económicos mundiales para mitigar efectos negativos
- Las políticas deben ser claras para inspirar confianza, en lugar de ser una fuente de incertidumbre
- Kose: Una recesión mundial golpea a todos al mismo tiempo.
- Los autores, Kose (izquierda) y Terrones.
El mundo ha sufrido cuatro recesiones mundiales desde 1960. En un nuevo libro multimedia, dos economistas hacen un seguimiento de qué lleva a la economía mundial a una recesión y qué la saca de ella.
LIBRO COLLAPSE AND REVIVAL
“En resumidas cuentas, una recesión mundial golpea a todos a la vez. Por eso, en el contexto actual de crecimiento frágil, es fundamental que los responsables de la política económica entiendan dónde estamos en el ciclo mundial”, explica Ayhan Kose, uno de los coautores, en una entrevista con Boletín del FMI.
Un mensaje que se repite en la historia de las recesiones mundiales es que estas desaceleraciones, con frecuencia devastadoras, son elementos inevitables del ciclo económico mundial. Entender el funcionamiento de dicho ciclo es esencial dado que los responsables de la política económica deben prepararse para las recesiones y, al actuar conjuntamente, reducen sus costos sociales y económicos, comenta Kose, Director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial y coautor junto a Marco Terrones, Subjefe de División del Departamento de Estudios del FMI, del libro Collapse and Revival: Understanding Global Recessions and Recoveries,
Kose: Una recesión mundial golpea a todos al mismo tiempo.
Boletín del FMI: Las recesiones nacionales son relativamente fáciles de describir. Pero, ¿cómo definiría una recesión mundial?
Kose: Tratamos de establecer un paralelo entre la definición de una recesión nacional y una recesión mundial. Una recesión mundial hace referencia a la contracción en el producto mundial real per cápita. Al mismo tiempo, para que exista una recesión mundial, tal contracción debe encontrarse acompañada por una disminución amplia y sincronizada en diversas otras medidas de la actividad económica mundial, incluidos la producción industrial, el comercio, los flujos de capital, el empleo y el consumo de energía en el mundo.
Las recesiones mundiales son relativamente raras, dado que el mundo solo ha experimentado cuatro eventos de este tipo desde 1960: en 1975, 1982, 1991 y 2009. Sin duda, la recesión de 2009 fue la más devastadora.
Boletín del FMI: ¿Por qué la recesión de 2009 fue tan profunda y tan sincronizada?
Kose: El producto mundial per cápita se contrajo en un 1,8% en 2009. Esta es, con creces, la caída más pronunciada comparada con la disminución media de -0,7% de los cuatro episodios. Además, el comercio mundial se derrumbó, los flujos de capital y la producción industrial registraron mermas significativas y 23 millones de personas perdieron su trabajo.
Una de las características principales de la recesión de 2009 fue la sincronización sin precedentes de las recesiones nacionales: golpeó a prácticamente todas las economías avanzadas y a gran cantidad de economías emergentes y en desarrollo.
Cuando varios países sufren una recesión al mismo tiempo, la caída mundial tiende a ser más profunda. Y si todos sufren, es difícil encontrar a quién vender los productos porque hay un shock mundial. En resumidas cuentas, una recesión mundial golpea a todos a la vez. Por eso, en el contexto actual de crecimiento frágil, es fundamental que los responsables de la política económica entiendan dónde estamos en el ciclo mundial.
Enseñanzas obtenidas
¿Cuáles son las lecciones de política básicas que se pueden extraer de las cuatro recesiones mundiales? Hay muchas, pero Ayhan Kose y Marco Terrones señalan las siguientes conclusiones como las más importantes:
• Margen de política: Durante las recesiones mundiales, cuanto más grande, mejor. Los países con suficiente margen de maniobra en su política fiscal o monetaria pueden estimular la actividad de modo más eficaz.
• Políticas de estabilidad macrofinanciera: Hay que ser consciente de los riesgos. Un seguimiento riguroso de los ciclos en los mercados financieros debe ser parte integral de la supervisión macroeconómica y de la formulación de políticas en una economía mundial muy integrada.
• Una estrategia de crecimiento equilibrado: Necesaria a largo plazo. Una estrategia de este tipo debe ser respaldada tanto por la demanda interna como por la demanda externa, y por una exportación diversificada.
• Coordinación de las políticas: Crucial durante las recesiones mundiales. En un contexto de estrechos vínculos financieros y comerciales transfronterizos, cuando los países se enfrentan a un shock mundial deben responder con políticas coordinadas.
Cada uno de los cuatro episodios que analizamos en el libro ofrece sus propias enseñanzas respecto de las políticas, con ciertas similitudes y diferencias. En una economía mundial muy integrada, debido a la creciente sincronización de las desaceleraciones nacionales, es importante que los países se comuniquen unos con otros sobre sus políticas, de modo que puedan responder ante distintos tipos de shocks. En tal contexto, las reuniones del G20 y del FMI-Banco Mundial ofrecen foros muy importantes para lograr una comprensión más completa del estado del ciclo mundial e intercambiar ideas sobre políticas que ayudan a mitigar el impacto de acontecimientos adversos sobre la actividad, tal como explicamos en el libro.
Boletín del FMI: En uno de los vídeos que acompañan el libro, algunos observadores mantienen que la economía se encuentra en una situación de estancamiento secular. ¿Cree que es así, y cuáles son los riesgos de volver a caer en una recesión mundial?
Kose: Si consideramos un período prolongado de flojo crecimiento como una señal de estancamiento secular, Japón y algunos países europeos lo están experimentando. No obstante, la economía de Estados Unidos no se encuentra en el mismo grupo, dado que ha estado creciendo a un ritmo razonablemente robusto y creando una cantidad significativa de puestos de trabajo. Recordemos que muchas economías avanzadas acumularon un monto sustancial de deuda privada antes de la crisis, y han atravesado un doloroso período de desapalancamiento que ha dificultado el crecimiento. Algunas de estas economías presentan serios problemas estructurales que requerirán amplias reformas.
¿Somos buenos en cuanto a prever recesiones mundiales? La respuesta es no. Sin embargo, las últimas proyecciones señalan que la recuperación mundial continuará en 2016, de modo que no se prevé una recesión mundial este año. Pero en estas proyecciones los riesgos se inclinan fuertemente a la baja. Un riesgo importante es que varios mercados emergentes (incluida China) han experimentado una desaceleración desde 2010 y podrían registrar un crecimiento incluso menor este año. El derrumbe de los precios del petróleo ha golpeado duramente a quienes lo exportan. Hay riesgos financieros asociados con la divergencia de las políticas monetarias en las economías avanzadas y con la rápida acumulación de deuda corporativa en algunos mercados emergentes.
Boletín del FMI: Entre las causas de la floja recuperación menciona la incertidumbre. ¿Qué papel desempeña la incertidumbre y qué pueden hacer los gobiernos para reducirla?
Kose: Al considerar los cuatro episodios de recesión mundial, se advierte un aumento de la incertidumbre en cada uno de ellos. El episodio de 2009 fue una recesión extraordinaria que provocó una respuesta muy enérgica por parte de los bancos centrales y los gobiernos. Esto se vio acompañado por un período de mayor incertidumbre respecto de las políticas, observado principalmente en el contexto de las políticas fiscales y financieras en Estados Unidos, y en torno a la cuestión de cómo responder ante la crisis de la deuda de la zona del euro. La gran incertidumbre respecto de las políticas, combinada con la incertidumbre macroeconómica, afectó de modo adverso el consumo y la inversión. Podemos decir que, especialmente en las primeras fases de la recuperación mundial, la incertidumbre fue una de las causas del flojo crecimiento. Tal como se explica en el libro, cuando una recesión se encuentra acompañada por una intensificación de la incertidumbre, la recesión tiene a ser más profunda.
Los gobiernos y los bancos centrales deben explicar con claridad sus políticas para superar el problema de la incertidumbre. Pero es más fácil decirlo que hacerlo, dado que la formulación de políticas entraña muchos retos. Por ejemplo, para las empresas es difícil ver claramente la dirección de la política monetaria o su eficacia debido a los tipos de herramientas no convencionales empleados desde la crisis. Estas herramientas fueron claramente necesarias, pero también plantearon a los banqueros centrales nuevos retos en materia de comunicación. En última instancia, las políticas deben inspirar confianza, en lugar de ser una fuente de incertidumbre en sí mismas.
Los autores, Kose (izquierda) y Terrones.