Comunicado de prensa No. 07/224

Comunicado de prensa: El Directorio Ejecutivo del FMI aprueba un acuerdo en el marco del SCLP por el equivalente de US$111,3 millones a favor de Nicaragua

5 de octubre de 2007

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (IMF) aprobó hoy un acuerdo a tres años por DEG 71,5 millones (alrededor de US$111,3 millones) en el marco del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP) destinado a Nicaragua en apoyo al programa económico del Gobierno. Esta decisión permite que Nicaragua reciba en forma inmediata un monto equivalente a DEG 11,9 millones (alrededor de US$18,5 millones).

El SCLP es el servicio de crédito de carácter concesionario del FMI para los países de bajo ingreso. Se procura que los programas respaldados por el SCLP estén basados en estrategias nacionales para reducir la pobreza, adoptadas con la participación de la sociedad civil y los socios en el desarrollo y detalladas claramente en un Documento de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP). El fin perseguido es garantizar que los programas respaldados por el SCLP guarden coherencia con un marco integral de políticas macroeconómicas, estructurales y sociales que propicien el crecimiento y reduzcan la pobreza. Los préstamos del SCLP tienen una tasa de interés anual de 0,5% y se reembolsan en 10 años con un período de gracia de 5½ años sobre los pagos del principal.

Luego de las deliberaciones del Directorio Ejecutivo, el Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio Ejecutivo, Murilo Portugal, declaró:

"En estos últimos años Nicaragua ha dado pasos de suma importancia. Se ha profundizado la estabilidad macroeconómica, se han reducido las vulnerabilidades y se ha incrementado el gasto destinado a reducir la pobreza, a la vez que se han realizado avances importantes en las reformas estructurales. Con el apoyo del FMI y de la comunidad internacional, incluido el alivio de la deuda, las políticas aplicadas han facilitado el crecimiento y cierta mejoría en los indicadores sociales.

El nuevo programa del Gobierno está dirigido a consolidar estos progresos, avanzar firmemente en la reducción de la pobreza y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Genera un espacio fiscal adicional para aumentar el gasto social y la inversión en sectores clave tales como energía, agua, educación y salud. Simultáneamente, se prevé que los niveles de la deuda pública disminuyan a mediano plazo y que se corrijan problemas estructurales claves, fundamentalmente en el sector energético, fortaleciendo tanto la transparencia como la gestión de instituciones del sector público y desarrollando futuras opciones para reformar el sistema de seguridad social.

El programa de las autoridades prioriza en forma apropiada una estrategia multifacética para hacer frente a estos desafíos. En particular, en el sector de la energía eléctrica, esto incluye el aumento de la inversión en dicho sector, la reducción de las pérdidas en la distribución y la mejora del marco regulatorio. Si bien se planifica aumentar el gasto destinado a reducir la pobreza, las autoridades también reconocen la importancia de seguir mejorando la eficacia del gasto público y tienen la determinación de perseguir ese propósito. Esto exigirá mejorar la focalización del gasto orientado a reducir la pobreza, perfeccionar los sistemas de control presupuestario y planificación de la inversión y dar cuenta en forma transparente de toda la asistencia para el desarrollo. La reforma de la seguridad social para restablecer el equilibrio entre las aportaciones y las prestaciones también sigue siendo un desafío central.

Las autoridades reconocen que la firme implementación del programa será crucial ante una coyuntura externa más difícil y fortalecerá la función de anclaje que cumple el programa en apoyo de la confianza. Las autoridades también se han comprometido a incentivar la inversión privada, y continuarán trabajando para fortalecer el clima empresarial", señaló el Sr. Portugal.
ANEXO

Evolución reciente de la economía

Las condiciones económicas siguen siendo estables como resultado de la aplicación de políticas prudentes. Se reanudó el crecimiento, la inflación ha sido contenida y los desequilibrios macroeconómicos se han reducido luego de la crisis financiera de 2000-01. La situación fiscal se ha fortalecido en forma sustancial, lo cual, en combinación con el alivio de la deuda otorgado bajo la Iniciativa Reforzada para los Países Pobres muy Endeudados y la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral, ha dado lugar a menores niveles de endeudamiento y a cierta reducción del déficit en cuenta corriente. Al mismo tiempo, el sector financiero se ha fortalecido y algunas reformas fiscales han avanzado.

No obstante, los niveles de pobreza siguen siendo elevados y las vulnerabilidades persisten. La mitad de la población vive bajo la línea de pobreza y, en estos últimos años, después de una serie de éxitos, la reducción de la pobreza se ha desacelerado. Los niveles de la deuda pública y el déficit en cuenta corriente siguen siendo altos a pesar de la consolidación fiscal y el alivio de la deuda. La economía sigue estando sumamente dolarizada y expuesta a cambios repentinos en la actitud de los inversionistas y a shocks externos, que más recientemente han estado relacionados con el alza de los precios del petróleo y los desastres naturales.

Resumen del programa

El nuevo programa económico del Gobierno se apoya en los avances ya logrados para afianzar la estabilidad macroeconómica, a la vez que brinda el espacio fiscal necesario para reducir la pobreza sin comprometer la sostenibilidad de la deuda. Al mismo tiempo, el programa busca impulsar el crecimiento mejorando los rendimientos sobre las altas tasas de inversión y reforzando la gobernabilidad a través del fortalecimiento de instituciones clave de los sectores fiscal y financiero.

El programa fiscal prevé una disminución gradual de los coeficientes de endeudamiento público a mediano plazo. Para 2008 se planifica una expansión fiscal transitoria para dar cabida al gasto urgente en programas sociales prioritarios e infraestructura, especialmente en los sectores de energía y agua. Para garantizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el programa de las autoridades apunta a mejorar la focalización del gasto social, incrementando, a la vez, el acceso a la salud, la educación, el agua y el saneamiento, la seguridad alimentaria, la vivienda y las oportunidades de capacitación para los más pobres. Los avances en la consecución de estos objetivos serán monitoreados en el marco del programa.

El programa monetario es consistente con una disminución gradual de la inflación y una mayor acumulación de reservas internacionales. Se mantendrá el régimen de paridad móvil dado que las autoridades consideran que este régimen cambiario ha sido de utilidad para el país al permitir anclar las expectativas, manteniendo la competitividad. La conducción de la política monetaria será reforzada a través de medidas dirigidas a mejorar las finanzas del banco central, así como su independencia y su obligación de rendir cuentas.

El programa de reformas estructurales se centra en medidas dirigidas a impulsar el crecimiento y la lucha contra la pobreza y, a la vez, reducir las vulnerabilidades. En el primer año del programa se hace hincapié en medidas de política energética para mejorar el servicio de energía eléctrica y mitigar los riesgos fiscales. En el segundo año del programa se procurará seguir fortaleciendo los mecanismos de gestión financiera pública, mientras que en el año final se procurará aplicar medidas específicas para abordar los desafíos a mediano plazo, tales como el déficit actuarial del sistema de seguridad social. Se ha establecido una cuidadosa secuencia para el plan de reformas, que tiene en cuenta las limitaciones de carácter técnico y político.