Esta página de internet contiene información sobre la labor del FMI en América Central, Panamá y República Dominicana, incluyendo las actividades de la Oficina de Representación del FMI en la Región. Las páginas de internet del FMI correspondientes a los países del área centroamericana ampliada (Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) contienen información adicional, incluyendo informes oficiales del FMI y documentos del Directorio Ejecutivo en inglés y español que se ocupan de Centroamérica como una región y de cada uno de sus países.

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A simple vista

  • CA-7: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana
  • Costa Rica se unió al Fondo el 8 de enero de 1946
  • El Salvador, Nicaragua y Panamá se unieron al Fondo el 14 de marzo de 1946
  • República Dominicana y Guatemala se unieron al Fondo el 28 de diciembre de 1945
  • Honduras se unió al Fondo el 27 de diciembre de 1945
  • Total de cuotas: DEG 1,230.6 millones
  • Préstamos: acuerdo ECF 132.54 millones de DEG, acuerdos Stand-By 703.76 millones de DEG

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La labor del FMI en América Central

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Perspectivas Económicas Regionales

Perspectivas Económicas Regionales

Las Américas
Octubre de 2024

Tras sortear con éxito una serie de shocks, la mayoría de los países de la región están convergiendo hacia su (débil) crecimiento potencial. Se prevé que el crecimiento se modere a finales de 2024 y en 2025, al tiempo que se proyecta que la inflación continúe remitiendo, pero gradualmente.

Las brechas del producto y la inflación prácticamente se han cerrado, pero dado que la política monetaria aún es contractiva y que deben fortalecerse las finanzas públicas, es necesario recalibrar más a fondo la combinación de políticas. La consolidación fiscal debe avanzar sin demora para reconstruir los márgenes de maniobra, protegiendo al mismo tiempo la inversión pública prioritaria y el gasto social. Esto contribuiría a normalizar la política monetaria y a afianzar la credibilidad y la resiliencia de los marcos de políticas.

La mayoría de los bancos centrales están en condiciones de proceder a la relajación monetaria, de forma que se logre un equilibrio entre eludir el riesgo de nuevas presiones sobre los precios y evitar una contracción económica excesiva.

Se prevé que el crecimiento a corto plazo se mantenga cerca de su promedio, históricamente bajo, debido a problemas persistentes no resueltos, como la escasa inversión y el bajo crecimiento de la productividad, y a los cambios demográficos. Lo preocupante es que el programa de reformas en curso es considerablemente reducido y podría conducir a un círculo vicioso de bajo crecimiento, descontento social y políticas populistas. Para evitar esta situación hay que continuar con las reformas. Mejorar la gobernanza —mediante el fortalecimiento del Estado de derecho, la mejora de la eficacia del gobierno y la lucha contra la delincuencia— es una prioridad que abarca todos los ámbitos del crecimiento. Para promover la acumulación de capital hay que mejorar el clima de negocios, promover la competencia y fomentar el comercio exterior. También es necesario ampliar la inversión pública y hacerla más eficaz. Para mantener una fuerza laboral dinámica y potenciar la productividad es necesario abordar la informalidad y flexibilizar los mercados laborales formales, entre otras cosas, para que puedan adaptarse a las nuevas tecnologías. Incrementar la participación de las mujeres puede ayudar a ampliar la fuerza laboral y contrarrestar los cambios demográficos.

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