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Qué implica la incertidumbre mundial sostenida

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La incertidumbre mundial alcanzó un nivel sin precedentes al comienzo del brote de COVID-19 y sigue siendo elevada. El índice de incertidumbre mundial —un indicador trimestral de la incertidumbre mundial en torno a la economía y las políticas que abarca 143 países— muestra que, aunque la incertidumbre ha disminuido en torno a un 60% desde el máximo observado al inicio de la pandemia de COVID-19 en el primer trimestre de 2020, sigue estando aproximadamente un 50% por encima de su promedio histórico entre 1996 y 2010. 

¿Qué factores impulsan la incertidumbre mundial?  

El crecimiento económico de las principales economías de importancia sistémica, como son las de Estados Unidos y la Unión Europea, es un factor impulsor fundamental de la actividad económica en el resto del mundo. ¿Es este también el caso cuando se trata de la incertidumbre mundial? Por ejemplo, dado el mayor grado de interdependencia entre países, ¿puede esperarse que la incertidumbre de las elecciones en Estados Unidos, el Brexit o las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos se propague y afecte a la incertidumbre en otros países?

Para responder a esta pregunta, hemos creado un índice que mide el grado de los «efectos secundarios de la incertidumbre» en las principales economías de importancia sistémica —los países del Grupo de los Siete (G-7) y China— sobre el resto del mundo. En concreto, para identificar los efectos secundarios de la incertidumbre en economías de importancia sistémica recurrimos a la minería de textos de los informes de países de la Economist Intelligence Unit, que abarcan 143 países desde el primer trimestre de 1996 hasta el cuarto trimestre de 2020.

Para medir los efectos secundarios de la incertidumbre en cada una de las economías de importancia sistémica utilizamos la frecuencia con la que se menciona la palabra «incertidumbre» en los informes cerca de una palabra relacionada con el país respectivo cuya economía tiene importancia sistémica. En concreto, para cada país y trimestre, buscamos en los informes de países las palabras «incierto», «incertidumbre» e «incertidumbres» que aparecían cerca de palabras relacionadas con cada país. Las palabras específicas de los países incluyen el nombre del país, el nombre de los presidentes, el nombre del banco central, el nombre de los gobernadores de los bancos centrales y grandes acontecimientos seleccionados de los países (tales como el Brexit).

Para que el indicador pueda compararse entre países, modificamos la escala de los recuentos brutos según el número total de palabras de cada informe. Un incremento en el índice significa que la incertidumbre está aumentando, y viceversa.

Nuestros resultados ponen de manifiesto dos hechos principales:

Primero: Sí, la incertidumbre en las economías de importancia sistémica tiene importancia para la incertidumbre en todo el mundo.

Segundo: Solo la incertidumbre en Estados Unidos y el Reino Unido tiene efectos secundarios significativos, mientras que la incertidumbre en otras economías de importancia sistémica, en promedio, tiene escasos efectos secundarios a escala mundial. 

Empezando por Estados Unidos, el siguiente gráfico muestra el promedio mundial (sin Estados Unidos) de la relación entre la incertidumbre relacionada con Estados Unidos y la incertidumbre general. Muestra que la incertidumbre relacionada con Estados Unidos ha sido una fuente principal de incertidumbre en todo el mundo en las últimas décadas.

Por ejemplo, durante el período 2001–03, la incertidumbre relacionada con Estados Unidos contribuyó a aproximadamente el 8% de la incertidumbre en otros países, en torno al 23% del aumento de la incertidumbre mundial desde la mediana histórica. En los últimos 4 años, la incertidumbre relacionada con Estados Unidos ha contribuido en torno al 13% de la incertidumbre en otros países, con máximos de alrededor del 30%, y aproximadamente el 20% del aumento en la incertidumbre mundial desde la mediana histórica.

La incertidumbre relacionada con las negociaciones del Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea también ha tenido importantes efectos secundarios a escala mundial en los últimos 4 años, con un máximo de más del 30% y una contribución de aproximadamente el 11% del aumento en la incertidumbre mundial durante este período.

Por último, la relación entre la incertidumbre relacionada con otros países de importancia sistémica y la incertidumbre general muestra que la incertidumbre en Canadá, China, Francia, Alemania, Italia y Japón en conjunto tiene escasos efectos secundarios sobre el resto del mundo. Una excepción en los últimos años es China, aunque la mayor parte de la incertidumbre relacionada con este país se debe a las tensiones comerciales con Estados Unidos. Dicho esto, mientras la incertidumbre de otras economías de importancia sistémica tiene escasos efectos secundarios a escala mundial, sí que tiene importantes efectos regionales, como por ejemplo Alemania para las demás economías europeas y China y Japón para varias economías asiáticas.