La economía informal, que es una actividad económica que cae fuera de la economía regulada y del sistema tributario, como los vendedores ambulantes o los conductores de taxis no registrados, es difícil de medir.
Las personas y empresas que participan en la economía informal suelen operar en pequeña escala. Por eso no hay estadísticas oficiales sobre la economía informal o paralela, como a veces se denomina, de modo que los economistas deben estimar su tamaño. Algunas técnicas comunes son las encuestas o indicadores indirectos, como la demanda de dinero.
Los economistas también analizan las causas de la informalidad para inferir su tamaño. Por ejemplo, es probable que una carga tributaria elevada incentive a que una mayor actividad económica permanezca en la economía informal. Del mismo modo, las altas tasas de desempleo pueden indicar un funcionamiento deficiente de los mercados de trabajo, y que la mano de obra no es absorbida por el sector formal.
Nuestro gráfico de la semana, basado en una versión actualizada de anteriores estudios realizados por el FMI , muestra que el tamaño de la economía informal —medida como proporción del PIB— ha disminuido gradualmente en todas las regiones. Si bien se están llevando a cabo reformas para reducir la informalidad, como disminuir los obstáculos al registro de empresas, la transición de la informalidad a la formalidad toma tiempo.
Las regiones con una mayor proporción de informalidad en el período 2010–17 son África subsahariana y América Latina y el Caribe, ambas en el 34% del PIB, en comparación con el 9% del PIB en América del Norte. En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el sector informal equivale a casi el 15% del PIB.
La economía informal está asociada generalmente con baja productividad, pobreza, desempleo elevado y crecimiento económico más lento. También es más frecuente en los países de bajo ingreso porque, a medida que los países se desarrollan, es más fácil que los trabajadores realicen la transición al sector formal. Al mismo tiempo, proporciona empleo e ingresos a personas que de otro modo no encontrarían trabajo, o complementa sus ingresos laborales en el sector formal regulado.
El desafío para las autoridades económicas es crear un entorno en el que el sector formal pueda prosperar y crear oportunidades para que las personas que trabajan en el sector informal mantengan o mejoren sus niveles de vida. Algunas de estas medidas incluyen reducir los costos de la actividad empresarial, luchar contra la corrupción y mejorar el acceso al financiamiento y los servicios.
En el Séptimo Foro Estadístico del FMI, que este año se centrará en el tema — Medición de la economía informal —, se examinará la definición de “informal” y se explorarán nuevas tecnologías, como el uso del alumbrado nocturno a partir de imágenes de satélite, para captar el tamaño real de la economía informal. Esto ayudará a las autoridades económicas a abordar mejor los desafíos de la persistente informalidad.