Los riesgos de que las políticas y los shocks de las grandes economías repercutan en otros países y regiones han generado renovadas inquietudes desde la crisis mundial de 2008–09. Siendo Brasil el gigante de América del Sur, ¿qué tan grande es su influencia en las economías vecinas?
Brasil representa el 60% del producto de América del Sur y sus fluctuaciones económicas están estrechamente vinculadas con las de muchos países vecinos. Ello parecería sugerir que la actividad económica de estos últimos países está sumamente influenciada por el ciclo económico brasileño.
Pero estas altas correlaciones también podrían ser reflejo de factores globales comunes que afectan a todos los países sudamericanos de manera similar, como los precios de las materias primas, las condiciones financieras internacionales y la demanda mundial. La última edición de Perspectivas económicas: Las Américas examina esta cuestión y cuantifica la importancia de los “efectos derrame” (spillovers) originados en Brasil sobre el resto de América del Sur.
Vínculos económicos
Los vínculos comerciales constituyen el canal de transmisión más relevante entre Brasil y sus vecinos, dado que los lazos financieros directos —el otro canal típico— son prácticamente insignificantes.
Aunque el comercio intrarregional en América del Sur aumentó de manera pronunciada en la última década, el comercio con Brasil contribuyó apenas marginalmente a ese proceso. De hecho, la participación de Brasil en las exportaciones totales de los países vecinos disminuyó a comienzos de la década de 2000, regresando a los niveles de comienzos de la década de 1990.
Sin embargo, la situación varía significativamente según el país. Las exportaciones de las economías del Cono Sur (Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y —en menor medida—Chile) tienen una exposición relativamente elevada a Brasil (tanto como porcentaje de las exportaciones totales como en porcentaje del PIB). Las naciones andinas (Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela), en cambio, mantienen vínculos comerciales muy limitados con el gigante de la región (menos del 3% de la exportaciones totales, o ½% del PIB).
Estos datos sugieren que las altas correlaciones entre la actividad económica en Brasil y el resto de los países de América del Sur reflejan efectos derrame originados en Brasil únicamente en el caso de los países del Cono Sur.
Efectos derrame
Usamos un método estadístico —aplicado al período 1990–2011— que nos permite controlar por los efectos de factores externos comunes para cuantificar adecuadamente los efectos derrame procedentes del vecino grande. Los resultados confirman que Brasil ejerce una influencia significativa sobre los países del Cono Sur, y particularmente sobre los socios del Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguay), pero no sobre las economías andinas. En el caso de los países del Cono Sur, los efectos derrame de Brasil adoptan dos formas: la transmisión de shocks idiosincráticos originados en Brasil y la amplificación de shocks globales (a través de su impacto sobre Brasil). Estos dos factores explican una proporción importante de las fluctuaciones de la actividad económica de los países del Cono Sur.
Impacto de la depreciación del real brasileño
También evaluamos el impacto de una depreciación fuerte del real brasileño en el ciclo económico de las economías de América del Sur. Es interesante comprobar que el análisis no revela indicios de un impacto significativo ante un shock de este tipo, ni siquiera en los países del Cono Sur. Según nuestra interpretación, estos resultados sugieren que el efecto contractivo en el producto de los países vecinos resultante de la apreciación del tipo de cambio real bilateral frente a Brasil es en gran medida compensado por el efecto expansivo de la depreciación en el producto y la demanda interna de Brasil que trae consigo un aumento de las importaciones.