Las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial se centran en los desafíos para la economía mundialLas Reuniones Anuales de 2002 de la Junta de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial, a las que asisten los ministros y gobernadores de los bancos centrales de las instituciones de 184 países miembros, fueron celebradas en Washington el 29 de septiembre y estuvieron precedidas el 28 de ese mes por las habituales reuniones semestrales de los comités de gobernadores. La reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) —el órgano ministerial directivo del FMI— se centró en los desafíos que actualmente enfrenta la economía mundial, las políticas necesarias para abordarlos, las constantes reformas del FMI y del sistema financiero internacional en términos más amplios, con miras a mejorar la prevención y solución de crisis, y el progreso en la lucha contra la pobreza y la reducción de la deuda. El Comité para el Desarrollo —el órgano ministerial directivo conjunto del FMI y el Banco Mundial para asuntos de financiamiento para el desarrollo— se centró particularmente en los progresos en la implementación del Consenso de Monterrey. En la Reunión Anual de gobernadores se analizó la amplia gama de cuestiones consideradas por los dos comités. En su comunicado, el CMFI señala los riesgos de que no se cumplan las expectativas y la incertidumbre en torno a la recuperación económica mundial y se exhorta a los países miembros a mantenerse vigilantes y dispuestos a modificar las políticas conforme sea necesario para respaldar el crecimiento y la reducción duradera de la pobreza. El FMI contribuirá a estos esfuerzos a través de reformas ya emprendidas con el propósito de afianzar la capacidad del FMI para evaluar las vulnerabilidades que surjan, reducir al mínimo el estallido de crisis económicas y resolverlas rápidamente si se producen. El CMFI celebró el informe que le presentó el Director Gerente sobre el FMI y el proceso de cambio y respaldó los planes del Director Gerente de continuar la reforma. Köhler describió los elementos principales de sus planes en el discurso pronunciado ante la Junta de Gobernadores del FMI. Concitó particular atención el respaldo del CMFI a la labor emprendida por el FMI en torno a la reestructuración de las deudas soberanas insostenibles . El Comité instó a la comunidad oficial y al sector privado a seguir actuando de consuno para formular cláusulas de acción colectiva y fomentar su inclusión en el asunto de los bonos soberanos internacionales. Asimismo, el Comité instó al FMI a que formulara una propuesta concreta de mecanismo legal de reestructuración de la deuda soberana para su consideración en las próximas reuniones de abril de 2003 (véase la sección siguiente). El CMFI celebró los progresos logrados en la estrategia de lucha contra la pobreza, pidió compromisos de apoyo financiero adicional para los PPME y exhortó al FMI y al Banco Mundial a mantener su cooperación en torno a importantes aspectos de la lucha contra la pobreza. En el comunicado del Comité de Desarrollo se insta al FMI y al Banco Mundial a establecer un contexto claro para cuantificar los progresos de los países de bajos ingresos hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El programa de trabajo del Directorio Ejecutivo refleja este mandato y reclama una labor más intensa en torno a la Iniciativa para los PPME y los enfoques de los DELP y el SCLP. Otras esferas en que se puso el acento en el programa de trabajo incluyen nuevas medidas para hacer más efectiva la supervisión de los países por el FMI, incluidos los exámenes de avance en la supervisión del sector financiero y la consideración de medios para fortalecer el papel de los países en desarrollo y en transición en la toma de decisiones de las instituciones financieras internacionales. El FMI y las ONG analizan la solución de las crisis de la deudaLas Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial siempre ofrecen una excelente oportunidad para que la sociedad civil y los funcionarios de las dos instituciones examinen asuntos de política actuales. Uno de los debates más animados en las reuniones de este año se centró en el nuevo enfoque para la solución de los problemas de la deuda que está diseñando el FMI. El Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) asignó al FMI el mandato de preparar un plan concreto para un Mecanismo de reestructuración de la deuda soberana (MRDS) para las reuniones de abril de 2003, a efectos de su consideración por los países miembros. Ello ofrecería a los países con gran endeudamiento frente a acreedores privados, y cuya carga de servicio de la deuda se haya vuelto insostenible, un marco legal para negociar una moratoria y una reestructuración de la deuda. Por supuesto que la proposición del FMI ha sido analizada por las ONG desde que por primera vez la presentó la Primera Subdirectora Gerente en un discurso de noviembre de 2001. En las Reuniones Anuales, las ONG examinaron la propuesta con Jack Boorman, Asesor Especial del Director Gerente, que participó en un panel organizado por las ONG CIDSE/Caritas, Center of Global Concern y New Rules for Global Architecture. También intervinieron como oradores el profesor Kunibert Raffer de la Universidad de Viena; Jürgen Kaiser, Coordinador de Campañas de Jubilee Germany; Mario Cafiero, legislador de Argentina, y Eric Fine, de la Oficina de Mercados Emergentes de Morgan Stanley's. El moderador fue Barry Herman del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU. En sus comentarios de apertura, Boorman abordó muchas de las preocupaciones expresadas por las ONG. Señaló que lo que se necesita es un sistema que permita la solución ordenada de las deudas insostenibles. Este sistema tiene que ser activado en forma oportuna y los participantes deberán estar en condiciones de proceder con razonable seguridad de lograr un acuerdo sin demora indebida. Limitar el tipo de perturbaciones y fracturas de las economías de los numerosos casos recientes puede ayudar a preservar valores sustanciales para los acreedores y los países deudores y sus ciudadanos, señaló Boorman. Y agregó que ello ayudaría a la consecución de una de las metas específicas de las ONG, que reclamaban un mecanismo de arbitraje justo y transparente, es decir, tratar de reducir al mínimo los efectos adversos de tales operaciones de reestructuración para los pobres, reduciendo la profundidad de las crisis y manteniendo durante este proceso programas eficaces de erradicación de la pobreza. Boorman describió los cinco elementos principales de la propuesta
del FMI, subrayando que en el proceso no se asigna al FMI ninguna facultad
legal nueva y agregó que el MRDS: Al abordar muchas de las preocupaciones expresadas por las ONG, resaltó primero que la propuesta no excluye a los países de bajo ingreso. La Iniciativa para los PPME seguirá siendo el vehículo principal para manejar la deuda de los países más pobres, pues esta se relaciona en su mayor parte con acreedores oficiales, multilaterales o bilaterales. El Programa de la Quinta Dimensión del Banco Mundial financia desde hace años recompras con grandes descuentos de los créditos de la banca comercial para la mayoría de estos países y a los efectos prácticos eliminó la mayoría de estos créditos, con excepción de algunos de los países pobres más grandes con deudas pendientes en el mercado. Estos países prácticamente no tienen endeudamiento en bonos. El MRDS podría aplicarse a unos pocos, como Nigeria o Côte d'Ivoire, en la medida en que existan créditos privados contra ellos. En cuanto a la exclusión de los créditos del FMI, Boorman señaló que la comunidad oficial y el sector privado, con pocas excepciones, aceptan el estatus de acreedor preferencial de la institución, y que la exclusión de sus créditos es lo que permite prestar en momentos de crisis, cuando otros acreedores se alejan y no existe ninguna otra fuente de crédito para el país. Sin ese estatus preferencial, se reduciría sustancialmente o eliminaría la capacidad del FMI para actuar en esos casos. Otra preocupación es que se dé a las deudas bilaterales oficiales prioridad frente a los acreedores comerciales y que el MRDS pueda excluir la deuda con el Club de París. Boorman señaló que la cuestión no radica en incluir o excluir a los créditos oficiales bilaterales de la reestructuración, sino gestionarlos dentro de los nuevos procesos del MRDS o a través del Club de París pero en absoluta coordinación con el proceso del MRDS respecto de la reestructuración de los créditos privados. De esta manera, se manejarían los créditos bilaterales oficiales en pie de igualdad con los créditos del sector privado. También aclaró que el propósito de dar preeminencia a los nuevos créditos del sector privado no es reembolsar al FMI, sino estimular la canalización de nuevos créditos al comercio y otros créditos que son vitales para que la economía siga funcionando. Y, si bien los programas respaldados por el FMI no serán legalmente una condición previa para la reestructuración, lo serán en la práctica, porque los países muy probablemente quieran que el FMI participe con su asesoramiento económico y su financiamiento. También los acreedores privados querrán que el FMI participe para ayudar al país a formular sus políticas y supervisar su implementación. Pueden consultarse más detalles sobre la propuesta del FMI en: Sovereign Debt Restructuring Mechanism (SDRM), A Factsheet IMF SURVEY article on the above panel (véase la página 297) - en español IMFC communiqué (véase el párrafo 11) Sovereign Debt Restructuring: Where Stands the Debate? Discurso de Jack Boorman, Asesor Especial del Director Gerente, pronunciado en una conferencia copatrocinada por el Instituto CATO y The Economist, Nueva York, 17 de octubre de 2002 Crisis Prevention and Resolution: The Role of Sovereign Debt Restructuring, comentarios de Anne Krueger en un simposio del American Enterprise Institute, 7 de octubre de 2002 Las ONG analizan oleoducto del Ecuador con el FMI y el Banco MundialFuncionarios del FMI se reunieron con ONG ecologistas en julio y una vez más, junto a funcionarios del Banco Mundial, en septiembre, en el curso de las Reuniones Anuales, para analizar las cuestiones en torno al nuevo oleoducto que duplicará la capacidad exportadora de petróleo del Ecuador. Las ONG examinaron específicamente con el FMI la denominada ley fiscal que regirá el uso de los fondos provenientes de esta nueva e importante fuente de ingresos. La ley, aprobada por el Congreso ecuatoriano en agosto de 2002, permite que el 70% de los recursos se utilicen para reembolsar la deuda del país (interna y externa); el 20% se canalizará a un fondo de estabilización y el 10% se destinará a programas sociales. Contrariamente a algunas informaciones, el FMI nunca se opuso a la asignación de recursos a la salud y la educación, sino que lo celebró. A lo que se opuso fue a la asignación proyectada originalmente como gasto extrapresupuestario, sin control parlamentario. El FMI objetó la falta de transparencia en el uso de estos recursos en una versión anterior de la ley. Como lo recomendara el FMI, eso ahora se modificó; las autoridades tienen que informar al parlamento sobre el gasto y su gestión dentro de las directrices presupuestarias. El parlamento no sólo controlará el gasto, sino que la sociedad civil también podrá saber dónde y cómo se gastarán los recursos, lo cual hubiera sido difícil si el gasto quedaba fuera del presupuesto. En el análisis y las conversaciones de los funcionarios con las autoridades, hay por primera vez una rendición de cuentas explícita del uso de los recursos naturales del Ecuador. Ello incluye los aspectos vinculados a la constante extracción de la riqueza minera del país (petróleo y gas) y a la capacidad de la biodiversidad y el medio ambiente (por ejemplo, la captación de bióxido de carbono en las zonas boscosas del Ecuador). Estos aspectos se explican con más detalle en el documento Selected Issues relacionado con las consultas periódicas del Artículo IV con el Ecuador, que se divulgará si lo autorizan las autoridades nacionales. Más documentos sobre el Ecuador y el FMI El FMI divulga nuevas directrices sobre la condicionalidadEl FMI publicó las nuevas directrices sobre condicionalidad el 26 de septiembre de 2002, marcando el fin de un estudio de dos años. Las directrices, que sustituyen a la nota provisional publicada en 2000, refleja el empeño por racionalizar, concentrar y aclarar la condicionalidad, a efectos de incrementar la eficacia de los programas respaldados por el FMI. Las directrices se aplicarán en general a toda la condicionalidad de la institución y fueron preparadas teniendo en cuenta los principios siguientes:
Timothy Lane, Jefe de División del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas, se reunió con las ONG durante las Reuniones Anuales para analizar las nuevas directrices. Al pedírsele un ejemplo específico de cómo las directrices podían incidir en el programa de un país, señaló que la nota provisional, que refleja en esencia las nuevas directrices, ya había tenido cierto impacto. Se había reducido el alcance de las condiciones relacionadas con la privatización en los países de la antigua Unión Soviética, se habían eliminado medidas agrícolas específicas de los programas de algunos países de África y se había concentrado la atención en los aspectos macroeconómicos de los países de bajo ingreso, debido también al proceso de la estrategia de reducción de la pobreza.
Agregó que probablemente se redujera el número de condiciones (especialmente las referencias estructurales) que se utilizan para seguir los progresos hacia objetivos más amplios, como la implementación del IVA. Lane observó que las nuevas directrices estimulaban la flexibilidad de los funcionarios para optar entre las políticas óptimas y las que tenían más probabilidades de ser implementadas. Las OSC analizan las políticas de comercio con el FMI y el Banco MundialLas Instituciones de Bretton Woods instan a los países a dar el ejemplo en materia de acceso a los mercados Altos funcionarios del FMI y el Banco Mundial se reunieron con más de 20 representantes de organizaciones de la sociedad civil (OSC) de 10 países durante las Reuniones Anuales para analizar las políticas de comercio del Banco Mundial y el FMI tras la publicación de un trabajo titulado: "Market Access for Developing Country Exports—Selected Issues." El documento fue presentado por Hans Peter Lankes, Jefe de la División de Política Comercial del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas, quien señaló que la investigación demuestra que los aranceles medios ocultan un desequilibrio en las reglas de juego entre los países desarrollados y en desarrollo. Resulta claro que las altas barreras a la importación de productos agrícolas impuestas por los países desarrollados, sumadas a los efectos de los subsidios al sector, limitan gravemente las posibilidades de mercado de cultivos de exportación clave de numerosos países en desarrollo. Otra esfera de preocupación se refiere a las normas técnicas (entre ellas las normas sobre productos, sanidad y seguridad) y otras barreras no arancelarias que pueden efectivamente cerrar los mercados para los países en desarrollo, y no siempre por razones legítimas. Además, las pruebas empíricas demuestran que el acceso irrestricto a los mercados para los países menos avanzados podría traer beneficios sustanciales sin imponer costos indebidos a otros proveedores, dada la pequeñísima proporción de estos países en el comercio mundial (cerca del 0,5%). Sin embargo, cabe señalar que las preferencias comerciales pueden tener su lado negativo, pues plantean el riesgo de dar lugar a intereses creados, por lo cual deben fijarse con firmeza dentro del contexto de una rápida liberalización multilateral. En el trabajo sobre acceso a los mercados se sostiene que la liberalización de las importaciones —especialmente para productos agrícolas, textiles y prendas de vestir— puede generar ingentes beneficios para los países en desarrollo en términos de ingreso, exportación y empleo, y se calcula que los ingresos generados por un mayor acceso de estos productos superaría fácilmente el volumen anual de la asistencia externa para el desarrollo. Aparte de procurar la apertura de los mercados del Norte, también es importante examinar las barreras Sur-Sur, pues los países en desarrollo pueden a menudo enfrentar tantos obstáculos al comercio con sus competidores regionales como con los países desarrollados. La mayoría de las simulaciones, incluidas las que se presentan en este trabajo, también revelan que en última instancia los países se beneficiarán sobre todo de la liberalización de sus propios regímenes comerciales. En términos del asesoramiento del Banco Mundial y el FMI en materia de política comercial, Lankes señaló que el documento de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP) es el instrumento más idóneo para integrar las políticas de comercio con otras políticas. No obstante, el comercio no ha tenido gran preponderancia en los DELP formulados hasta ahora. La sociedad civil puede y debe desempeñar un papel importante para garantizar la incorporación del comercio en el proceso de los DELP. Uri Dadush, Director del Departamento de Comercio Internacional del Banco Mundial, resaltó las últimas ideas del Banco, que sigue pensando que la liberalización del comercio es en general positiva en presencia de un entorno de política favorable (paz, estabilidad macroeconómica, buen gobierno, etc.), y que los máximos beneficios provienen de la liberalización del comercio del propio país (tanto en el Norte como en el Sur). Sin embargo, el Banco aprecia mucho más ahora la identificación del país con las políticas comerciales y macroeconómicas. Asimismo, se pone mucho más acento en la apertura de los mercados y la reducción de los obstáculos en los países desarrollados, en particular en la reducción de los subsidios a la agricultura. El Banco Mundial y el FMI están realizando estudios de diagnóstico más completos sobre el comercio. También es importante para los países tener un enfoque de política más completo, que vaya más allá de la mera reducción arancelaria. La Oficina de Evaluación Independiente examina el uso prolongado de los recursos del FMIDe acuerdo con el primer informe de la Oficina de Evaluación Independiente (OEI), el uso prolongado de recursos del FMI a menudo resta vitalidad a las políticas formuladas internamente por los países prestatarios, firmeza a la credibilidad de la institución, y fuerza al efecto catalizador de sus préstamos. El informe recomienda que el FMI adopte una definición explícita del uso prolongado de los recursos, prepare una estrategia de salida para los usuarios que haya identificado como persistentes y se plantee la posibilidad de fijar una tasa de cargos diferenciada. Se trata del primer informe de la OEI desde su creación en julio de 2001, cuando el Directorio Ejecutivo le encomendó la tarea de efectuar una evaluación objetiva e independiente de aspectos institucionales. Según la OEI, el aumento del uso prolongado de los recursos se debe en parte a que las expectativas de la comunidad internacional en cuanto a la función del FMI han ido evolucionando. Se ha producido un desfase entre el núcleo operacional del FMI —el restablecimiento de la sostenibilidad económica en un plazo relativamente corto— y las nuevas tareas que exige ahora su mandato fundamental y que los países miembros esperan de la institución, sobre todo en pos del ajuste estructural a largo plazo. El informe recomienda que el FMI:
En la evaluación se consideró usuario persistente a todo país que hubiera participado en programas respaldados por el FMI como mínimo durante siete de diez años; entre los casos que se estudiaron se encuentran los de Filipinas, Pakistán y Senegal. El Director Gerente del FMI ha creado un grupo de trabajo que se ocupará de organizar las recomendaciones según su prioridad y elaborar una estrategia para llevarlas a la práctica. El Directorio Ejecutivo analizó el informe el 23 de septiembre, calificándolo de franco y exhaustivo. Respondió detalladamente a las recomendaciones y está ahora a la espera de la estrategia del grupo de trabajo, que estará lista a principios del año próximo. En un encuentro con organizaciones no gubernamentales que tuvo lugar durante las Reuniones Anuales, Montek Singh Ahluwalia, Director de la OEI, hizo hincapié en la independencia de la oficina a su cargo y recalcó que el informe no había sido "depurado" antes de salir a la luz. Señaló que corresponde al FMI y a los países miembros decidir la manera de proceder, ofreciéndoles a la vez su asistencia, y que las decisiones sobre el grupo de trabajo quedan en manos del FMI. En esa ocasión, anunció también que el segundo informe de la OEI —sobre las crisis en las cuentas de capital— aparecerá en marzo de 2003. Otro proyecto que se encuentra en curso es el examen de las principales características del ajuste fiscal en los programas respaldados por la institución. Solicitud de comentarios sobre el nuevo programa de trabajo La OEI dio a conocer recientemente su programa de trabajo preliminar para el próximo ejercicio (2003/04) e invita al público a hacerle llegar sus comentarios antes del 20 de noviembre. Los temas seleccionados hasta el momento son los siguientes:
Los comentarios —o las sugerencias sobre otros temas— pueden enviarse a ieo@imf.org, o bien a: Oficina de Evaluación Independiente Diálogo entre el FMI, el Banco Mundial y las ONG sobre el avance respecto de los PPME y los DELPDurante las Reuniones Anuales, numerosos representantes de ONG dialogaron con el personal del FMI y del Banco Mundial sobre el avance de la estrategia de reducción de la pobreza y la Iniciativa para los PPME, a partir de informes que habían recibido los Directorios de ambas instituciones. Mark Plant y Brian Ames, del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas del FMI, reiteraron los cuatro temas centrales de su informe de situación sobre la ejecución: el fortalecimiento de la capacidad, la apertura de un diálogo sobre las políticas, la armonización de la asistencia externa con las estrategias nacionales, y la integración de las estrategias de reducción de la pobreza con las prioridades y la aplicación de los presupuestos. Ames recalcó que otro elemento de gran importancia es una buena gestión de gobierno, añadiendo que a las instituciones financieras internacionales les toca una función crítica, sobre todo en el campo del análisis. Jeni Klugman, Economista Principal del Grupo de Reducción de la Pobreza del Banco Mundial, hizo hincapié en la necesidad de integrar los programas de alivio de la pobreza con la estrategia global de desarrollo de cada país. También recalcó que la estructura decisoria debe ser sólida y opinó que los donantes deben tener una participación más activa en el proceso, lo que ya ha comenzado a manifestarse. Ames explicó que la reducción de la pobreza y el logro de estabilidad macroeconómica son un objetivo doble de los DELP: sin estabilidad es imposible que haya crecimiento. Recordó a los participantes que este es un punto de vista muy generalizado dentro del FMI y entre los socios para el desarrollo. Muchos de estos países son sumamente vulnerables a las sacudidas. Ames opinó que los gobiernos necesitan un marco amplio y dinámico, en cuya creación debería participar activamente la sociedad civil. Klugman agregó que las instituciones financieras internacionales ya ofrecen asistencia técnica en muchos países: un ejemplo es el centro de asistencia técnica de Dar es Salam (Tanzanía), recién inaugurado en el este de África (véase la sección siguiente). * * * * * Masood Ahmed, Subdirector del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas del FMI, y Gobind Nankani, Vicepresidente de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica en el Banco Mundial, presidieron conjuntamente una sesión sobre la Iniciativa para los PPME. Tras presentar un informe de situación, Nankani advirtió que el financiamiento del Fondo Fiduciario para los PPME es un tema que reviste gravedad: ha llegado la hora de convertir en dólares las contribuciones prometidas. Dentro de poco se dará a conocer un análisis del costo del alivio de la deuda fuera del marco de la iniciativa. Ahmed reiteró que el objetivo de este proceso es que los países pasen de la Iniciativa para los PPME al sistema de DELP. El financiamiento es un aspecto crítico, pero también importan la gestión de gobierno, el fortalecimiento de la capacidad y la vulnerabilidad frente a las conmociones. Invitó al grupo a proponer ideas sobre el futuro más allá de la Iniciativa para los PPME. Las preguntas giraron principalmente en torno al vínculo entre el alivio de la deuda y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Nankani señaló que se está trabajando muy activamente en este tema. Según un informe de la Comisión Zedillo, el financiamiento de los ODM absorbería US$50.000 millones por encima de los actuales niveles de asistencia oficial para el desarrollo. Ahmed señaló que nadie niega que los países necesitan más fondos, pero que es más difícil llegar a un consenso sobre la manera de obtenerlos. Añadió que los DELP constituyen el núcleo de los ODM y deben encuadrarse en ese contexto, y explicó que los vínculos irán quedando más claros con el correr del tiempo, a medida que los trabajos sigan su curso. En una carta a Christian Aid fechada el 25 de septiembre, Ahmed indicó que la Iniciativa para los PPME es un componente importante de la labor internacional en pos de los ODM, pero que su función es limitada. Concretamente, el alivio de la carga de la deuda externa de los países pobres muy endeudados para situarla a niveles más sostenibles debe estar acompañado de la apertura de los mercados mundiales a las exportaciones de los países en desarrollo y la intensificación de las corrientes de ayuda. La carta fue en respuesta a las opiniones que el Banco Mundial y el FMI recibieron de Christian Aid, Eurodad, CAFOD y Oxfam en ocasión del examen de los PPME y la sostenibilidad de la deuda. Köhler y Wolfensohn en mesa redonda con participantes en las Reuniones AnualesHorst Köhler, Director Gerente del FMI, y James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, participaron en una mesa redonda con visitantes acreditados a las Reuniones Anuales. Participaron Roberto Bissio, uno de los directores del Instituto del Tercer Mundo, en Uruguay; Robert Hormats, vicepresidente de Goldman Sachs (International); Jan O. Karlsson, el ministro sueco de Cooperación para el Desarrollo; y Trevor Manuel, ministro de Hacienda de Sudáfrica y presidente del Comité para el Desarrollo. El moderador fue Alan Murray, jefe de la división de la cadena televisiva CNBC en Washington. Entre el público se contaban representantes de una gran variedad de organizaciones no gubernamentales que nutrieron un debate interesante y animado con sus numerosas preguntas. Bissio se manifestó en contra de lo que, en su opinión, es la insistencia del Banco Mundial y del FMI en la liberalización unilateral del comercio exterior por parte de los países pobres. Wolfensohn respondió que tanto él como Köhler admiten que "un trato no sirve si es unilateral y precario. El tema que nos ocupa en particular es el comercio, el trato bilateral, y puede que hayamos aprendido despacio, pero es el concepto que nos guía ahora". Köhler señaló que no le basta que "ahora la gente esté hablando más de acceso al mercado. Quiero tener la seguridad de que la nueva política sobre comercio exterior debatida en la ronda de Doha conduzca a una reducción de los aranceles que les permita a los países pobres elaborar productos. Necesitamos una política mejor para beneficiarlos a todos." Amigos de la Tierra pidió a Wolfensohn que suprimiera el financiamiento de un proyecto de minería en Rumania; otras ONG plantearon si las instituciones de Bretton Woods deberían incluir los derechos humanos en sus programas. Transcripción completa del debate. FMI inaugura centro de asistencia técnica para África en TanzaníaEl FMI inauguró su primer Centro de Asistencia Técnica Regional en África (AFRITAC) en Dar Es Salaam, el 24 de octubre. El centro brindará asistencia en fortalecimiento de las capacidades a seis países de África oriental. La inauguración del segundo centro para África, en Côte d'Ivoire, se atrasó debido al reciente conflicto en ese país. Como se informó en el boletín anterior, los centros brindarán asistencia con un equipo de expertos residentes, complementados con especialistas a corto plazo y seminarios, formación profesional y cursos regionales en los países. Los centros forman parte de la Iniciativa del FMI para el Fortalecimiento de las Capacidades en África en materia de diseño e implementación de estrategias de lucha contra la pobreza y mejoramiento de la coordinación de la asistencia técnica en el proceso de los DELP. Se trata de incrementar el volumen de asistencia del FMI para el fortalecimiento de las capacidades de África en las áreas básicas de competencia de la institución. Los centros son también una contribución del FMI a la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (NEPAD). FMI aprueba US$23 millones en créditos de emergencia a favor de MalawiA comienzos de septiembre, el FMI aprobó un préstamo de emergencia por US$23 millones a favor de Malawi con el propósito de ayudar a este país a importar alimentos. "Malawi enfrenta una grave escasez de alimentos", afirmó en una declaración Horst Köhler, Director Gerente del FMI. "Nuestra asistencia de emergencia es un paso para ayudar a esta nación a que aborde sus actuales necesidades de alimentos." Junto con James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, instó a los países donantes a apoyar a Malawi y a otros países de África meridional acosados por el hambre. En la edición de junio de este boletín, comentamos sobre las alegaciones de que el FMI había aconsejado a Malawi vender sus reservas de granos cuando se encontraba al borde de una grave escasez de estos productos y brindamos abundantes antecedentes que documentaban la falsedad de las alegaciones. No obstante, se sigue insistiendo en las alegaciones. Quisiéramos afirmar una vez más que el FMI no aconsejó a Malawi vender sus reservas de granos, ni condicionó en modo alguno sus préstamos a la venta de granos. Las existencias de maíz son de mantenimiento costoso, de modo que un estudio encomendado por el Gobierno de Malawi recomendó en 2000 que las reservas de granos se redujeran a niveles de existencias reguladoras. Ello también tenía el propósito de liberar fondos para salud, educación y otros programas sociales. Las autoridades de Malawi propusieron seguir esta recomendación y el FMI concordó con esa política. Esa fue nuestra única participación. Las reservas de granos fueron posteriormente vendidas en su totalidad sin conocimiento de organización internacional alguna. En una investigación realizada por la Oficina de Lucha contra la Corrupción de Malawi a comienzos de agosto se denunció que la venta de granos involucraba a políticos de alto nivel, algunos de los cuales nunca habían pagado por los granos. El caso está ahora en manos del Director de la Fiscalía Pública de Malawi. El FMI está dispuesto y abierto a defender este asesoramiento de política a Malawi y a otros países de bajo ingreso. Seguimos creyendo que el pueblo de Malawi se beneficiará más si todas las partes —gobierno, donantes, OSC, IFI y los medios— cooperan para hallar soluciones constructivas a la devastadora sequía que sigue afectando a la región. Puede consultarse más información sobre este tema en: Malawi—The Food Crises, the Strategic Grain Reserve, and the IMF, A Factsheet- en español Stiglitz y Rogoff analizan la globalización y el papel del FMIA fines de junio, el Infoshop del Banco Mundial organizó un almuerzo para debatir el nuevo libro del profesor Joseph Stiglitz "El malestar de la globalización" al que asistieron el autor —Premio Nóbel 2001 y ex Economista Jefe del Banco Mundial— y Kenneth Rogoff, Asesor Económico del FMI. La sesión oficiosa incluyó una reiteración de los principales temas del libro por parte del Profesor Stiglitz y una respuesta de Rogoff a la crítica del FMI al libro, más un período de preguntas y respuestas. Dirk Koehler, editor del Banco Mundial, presidió la sesión, en tanto Nicholas Stern, Economista Jefe de esa institución, pronunció las palabras de apertura, en las que resaltó la estrecha cooperación entre el Banco y el Fondo, particularmente entre sus departamentos de estudios. Stiglitz dijo que las instituciones financieras internacionales no presentaron a los países opciones de política económica adecuadas y no tuvieron en cuenta que la incertidumbre era parte del proceso de toma de decisiones. Subrayó seis áreas en que las instituciones financieras internacionales y en particular el FMI habían fallado a sus países miembros al brindarles un asesoramiento incorrecto:
Rogoff hizo una animada defensa del FMI y de sus funcionarios. Aunque observó que el personal técnico del FMI compartía muchas de las opiniones analíticas de Stiglitz, criticó su libro diciendo que "contenía muchas insinuaciones y pocas notas al pie", cuestionó la confianza de Stiglitz en la pertinencia de su diagnóstico e hizo referencia a lo que parecían ser numerosos errores del libro y a que el autor no tuvo en cuenta la complejidad de los problemas que conlleva la adopción de decisiones de política económica en tiempo real. Rogoff fue especialmente crítico de la afirmación de Stiglitz de que los angustiados deudores de los mercados emergentes pueden de alguna manera evitar la necesidad de ajustarse el cinturón. Subrayó que, en tanto los programas del FMI con frecuencia permiten déficit presupuestarios a los gobiernos, la solución a largo plazo de un problema de balanza de pagos subyacente con frecuencia exige cierta corrección fiscal. Pero el ajuste de cinturón con un programa respaldado por el FMI sin duda es menor que en ausencia del financiamiento del FMI (véase también An Institution that Eases Financial Pain). Stiglitz aparentemente recomendaría que un país en dificultades eleve el perfil de déficit fiscales. Pero ello tendría que ser financiado con un aumento de la deuda del Estado, con la expansión monetaria o con ambas medidas, con lo que, según Rogoff, se exacerbaría la crisis, tal vez con una inflación descontrolada, una masa de deuda insostenible y una mayor pérdida de confianza. El Asesor Económico también criticó el libro por su análisis de la participación del FMI en Rusia, señalando que Stiglitz se olvida de que Rusia se encontraba en medio de una crisis económica, social y política cuando entró en escena el FMI. En realidad —y contrariamente a uno de los principales cuestionamientos de Stiglitz al FMI— el contexto político y social mereció gran atención en las prescripciones de política del FMI (véase también Has Russia Been on the Right Path?). En el breve intercambio de preguntas y respuestas que siguió, se debatieron las lecciones recogidas en las crisis financieras, en especial con respecto a la liberalización de la cuenta de capital y los desafíos de conciliar la condicionalidad y la identificación de los países con los programas. Véase también: Stiglitz, the IMF and Globalization, discurso de Thomas C. Dawson, Director del Departamento de Relaciones Externas del FMI, ante el Club de MIT de Washington. Tablero de anunciosSi desea ser notificado de la publicación de nuevos documentos en el sitio del FMI en Internet, puede suscribirse en línea a nuestro sistema de notificación en Internet. Noticias sobre nuevos países miembros
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