BoletÃn del FMI : Asia y el Pacífico: Se mantiene el dinamismo, señala el FMI
10 de octubre de 2014
- Las perspectivas económicas son estables para la región de Asia y el Pacífico gracias a las políticas acomodaticias adoptadas por las autoridades y a las condiciones financieras aún favorables.
- Los riesgos incluyen una abrupta contracción de la liquidez global, valoraciones excesivas en los mercados inmobiliarios y un menor crecimiento potencial.
- Las autoridades deberían avanzar con las reformas estructurales y recomponer el margen de maniobra de la política macroeconómica.
El crecimiento de Asia fue débil en el primer semestre de 2014, pero las perspectivas económicas para la región siguen siendo sólidas.
PERSPECTIVAS ECONÓMICAS REGIONALES
Se prevé que las economías de esta región se beneficien de la recuperación económica mundial en curso y de las condiciones y políticas financieras aún favorables. Según los autores del informe, la ligera recuperación mundial impulsará las exportaciones de Asia, mientras que las tasas de interés relativamente bajas, el fuerte crecimiento del crédito y los elevados precios de los activos continuarán respaldando la demanda interna.
Riesgos a la baja y desafíos a mediano plazo.
Si bien ha aumentado la probabilidad de que el crecimiento de las economías avanzadas y de mercados emergentes sea débil, las valoraciones en los mercados financieros son aún más amplias, debido a la persistente abundancia de liquidez en los mercados mundiales y al mayor apetito de los inversionistas por el riesgo.
Persiste el riesgo importante de que se produzca una reacción desordenada ante la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, dado que esta provocaría probablemente un fuerte aumento de las tasas de interés internacionales y una reversión repentina de las entradas de capitales. Esto contribuiría a episodios de volatilidad de los precios de los activos y a una probable descompresión de las primas por plazo y de los diferenciales.
Las tensiones geopolíticas también podrían perturbar los flujos comerciales y financieros en la región, aunque Asia está menos expuesta que otras regiones a la crisis entre Rusia y Ucrania.
A corto plazo, esta región también podría verse negativamente afectada por una corrección más marcada de los sectores inmobiliarios, como el de China, o por el impacto menos eficaz de lo previsto de la Abeconomía en Japón.
En China, el sector inmobiliario ha constituido un importante motor del crecimiento, pero después de mostrar señales cada vez más claras de desequilibrio, ahora está experimentando una corrección. Esto podría afectar a la actividad financiera y real, debido a los importantes vínculos entre el financiamiento para la vivienda y el sistema bancario paralelo. A nivel más general, la disminución de los precios inmobiliarios en otros países de la región también afectaría negativamente a la actividad y al consumo privado: según las estimaciones del FMI, una caída de los precios inmobiliarios del 5% podría traducirse en una disminución del PIB (con respecto al escenario base) del 1,3%, en promedio, al cabo de un año. En Japón, las demoras en la implementación de las reformas estructurales -- el tercer "dardo" de la Abeconomía -- podrían conducir a una desaceleración del crecimiento potencial, lo que, a su vez, podría afectar negativamente al comercio y a las perspectivas de crecimiento de la región.
La intensificación de los riesgos a mediano plazo agrava los desafíos a los que se enfrenta esta región. El crecimiento potencial de la región en su conjunto ya ha disminuido y podría debilitarse aún más, especialmente si se retrasa la implementación de reformas y las perspectivas de inversión siguen siendo débiles. Un debilitamiento prolongado del crecimiento potencial mundial podría tener un impacto adicional en las perspectivas de crecimiento de las exportaciones de Asia.
Recomponer los márgenes de maniobra de política e implementar las reformas
Al aumentar las tasas de interés a largo plazo de Estados Unidos el año pasado, las economías con fundamentos económicos más sólidos, o aquellas que llevaron a cabo importantes ajustes para reducir sus tasas de inflación y sus desequilibrios externos, se beneficiaron de una diferenciación positiva por parte de los inversionistas mundiales. Si fortalecen aún más sus fundamentos económicos y recomponen sus márgenes de maniobra en materia de políticas, estos países podrán hacer frente de manera más eficaz a turbulencias futuras en los mercados mundiales. Los autores del informe señalan que las reformas orientadas a impulsar el crecimiento potencial también pueden contribuir a reducir las vulnerabilidades a corto plazo.
Es necesario ajustar las políticas fiscales y monetarias
Las autoridades de la región deben seguir avanzando gradualmente en la consolidación fiscal suponiendo que la recuperación mundial se afianzará conforme a lo esperado. La consolidación fiscal debe ser más importante y su ritmo debe ser más rápido en aquellos países cuya situación fiscal sea débil y/o donde el producto esté cerca o por encima de su potencial.
Muchas economías de la región también deberían comenzar a restringir sus condiciones monetarias o deberían seguir endureciéndolas gradualmente. Como en el caso de política fiscal, la recalibración de las medidas adoptadas para ajustar la política monetaria dependerá de las circunstancias de cada país, en particular de la orientación adoptada así como de la evolución de la inflación y el crecimiento.
Algunos bancos centrales de la región, como los de Filipinas, Malasia y Nueva Zelandia, han comenzado a elevar las tasas de interés, dada la orientación acomodaticia en general de su política monetaria y de su capacidad ociosa limitada, y en ciertos casos, para garantizar que las expectativas de inflación se mantengan bien ancladas.
En cambio, en otras economías, como Corea y Tailandia, se han recortado las tasas de interés para estimular el crecimiento. La política monetaria de Japón debería seguir siendo acomodaticia hasta que la inflación sea congruente con la meta fijada actualmente.
Políticas para hacer frente a las reversiones de flujos de capitales
La flexibilidad del tipo de cambio debería seguir siendo la primera línea de defensa en caso de una reversión de los flujos de capitales. Como pudo observarse después de la fuerte reacción de los mercados, en mayo del año pasado, cuando la Reserva Federal anunció el posible retiro de su política monetaria acomodaticia ("taper tantrum"), la flexibilidad del tipo de cambio facilita el ajuste macroeconómico. Una intervención en el mercado cambiario puede ayudar a limitar el exceso de volatilidad del tipo de cambio y atenuar el impacto de fuertes variaciones del mismo en los balances. Entre el conjunto de herramientas disponibles debería mantenerse la posibilidad de proporcionar liquidez en moneda extranjera en caso de trastornos en el mercado.
Las autoridades deberían seguir aplicando medidas macroprudenciales para abordar los riesgos de estabilidad financiera, pero siempre como un complemento y no como un sustituto de la aplicación de ajustes de política y reformas estructurales, según señala el FMI en su última actualización de las perspectivas económicas regionales de esta región. Después de varios años aplicando medidas en este sentido, las políticas macroprudenciales son más restrictivas en el conjunto de los países de Asia. No obstante, podría justificarse un nuevo endurecimiento si los riesgos financieros, tales como un incremento del apalancamiento de las empresas y los hogares y su impacto potencial en los balances de los bancos, continúan aumentando. Podría considerarse el relajamiento de algunas medidas si el ciclo financiero entra en una fase descendente.
Es necesario implementar reformas estructurales para lograr que Asia sea el principal motor del crecimiento mundial
Dado que los países de la región deben mantener un crecimiento fuerte y sostenible a mediano plazo, las autoridades deben avanzar con firmeza en la implementación de reformas. Dado que el crecimiento potencial se ha debilitado en algunas de las principales economías de la región, en esta última actualización de las perspectivas económicas regionales de Asia el FMI recomienda la rápida implementación del programa de reformas estructurales para lograr que Asia sea el principal motor del crecimiento mundial y pueda reducir al mismo tiempo sus factores de vulnerabilidad.
El programa de reforma varía considerablemente de un país a otro de la región. China debería implementar su programa integral de reformas orientadas a reequilibrar la economía y alcanzar un crecimiento sostenible, mientras que muchas otras economías emergentes y de frontera deberían dar prioridad a la aplicación de reformas para impulsar la productividad, en particular haciendo frente a los persistentes cuellos de botella y mejorando la eficiencia de los impuestos y el gasto público.
Los esfuerzos realizados recientemente y los esfuerzos en marcha para reducir los subsidios a los combustibles en India, Indonesia y Malasia son alentadores. En el caso de Japón y Corea, la prioridad consiste en abordar la ineficiencia del sector de servicios y afrontar la distinción entre los trabajadores fijos y los trabajadores temporales quienes son vulnerables, un fenómeno conocido como la dualidad del mercado laboral.