Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Según un documento del FMI, la lucha contra la corrupción es crucial para lograr el crecimiento y la estabilidad macroeconómica

11 de mayo de 2016

  • La corrupción menoscaba el crecimiento y el desarrollo económico
  • Los costos económicos y sociales son elevados
  • La transparencia, las instituciones eficaces y el liderazgo son esenciales

De acuerdo con un nuevo documento del personal técnico del FMI, una reducción decidida de la corrupción puede aumentar la estabilidad económica e impulsar el crecimiento y desarrollo.

Obrero de la construcción en Sudáfrica: La corrupción reduce los recursos disponibles para la inversión pública, lo cual perjudica el crecimiento (foto: Per-Anders Pettersson/Gettyimages)

Obrero de la construcción en Sudáfrica: La corrupción reduce los recursos disponibles para la inversión pública, lo cual perjudica el crecimiento (foto: Per-Anders Pettersson/Gettyimages)

ESTUDIOS DEL FMI

La corrupción pública –definida como el abuso de un cargo público en beneficio propio– afecta a las economías en todas las etapas de desarrollo. Gobiernos en todo el mundo afrontan hoy crecientes inquietudes generadas por los altos niveles de corrupción, como lo demuestran los recientes escándalos en muchos países.

Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI, señaló: “El costo económico directo de la corrupción es bien conocido, pero los costos indirectos pueden ser mayores y más nocivos y traducirse en bajos niveles de crecimiento y más desigualdad. Además, tiene un impacto corrosivo más amplio, pues menoscaba la confianza en la administración pública y las normas éticas de los particulares”.

“Dado el impacto potencial de la corrupción en la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad del crecimiento, el FMI está haciendo un esfuerzo decidido por ayudar a sus países miembros a formular e implementar estrategias para combatirla”, agregó.

En el documento Corruption: Costs and Mitigating Strategies (La corrupción: Costos y estrategias de mitigación), publicado hoy, se observa que la corrupción obstaculiza la conducción de la política presupuestaria y monetaria, debilita la supervisión financiera y, a la larga, impide un crecimiento inclusivo. El análisis se basa en abundantes estudios sobre el tema y en la experiencia adquirida por el FMI en numerosos países. Se sostiene que la solución del problema es crucial para lograr la estabilidad macroeconómica, un aspecto fundamental del mandato del FMI.

Si bien es difícil medirlo, el costo económico de la corrupción puede ser considerable. Se estima que el soborno tiene un costo anual de entre USD 1,5 billones y USD 2 billones (alrededor del 2% del PIB mundial). El costo económico y social podría ser incluso mayor.

¿Cómo obstaculiza la corrupción al crecimiento económico?

En el documento se observa que la corrupción afecta de varias maneras al desarrollo económico.

En primer lugar, reduce la capacidad del Estado para obtener ingresos y desempeñar sus funciones. Aumenta la evasión tributaria al dañar la cultura del cumplimiento. Por ejemplo, si consideran que las exenciones son arbitrarias, las personas tienen menos incentivos para pagar impuestos. En consecuencia, el Estado recauda menos ingresos y no provee servicios públicos, lo cual puede afectar el crecimiento.

En segundo lugar, reduce el volumen y la calidad del gasto público al elevar el costo de las adquisiciones públicas. Los fondos también pueden desviarse mediante transacciones extrapresupuestarias. Esto reduce los recursos disponibles para inversión pública y otros gastos prioritarios, lo cual agrava los problemas de infraestructura y afecta el crecimiento.

En tercer lugar, al reducirse el ingreso público, se tiende a usar más el financiamiento del banco central, lo cual crea un sesgo inflacionario. Además, menoscaba la supervisión y estabilidad del sistema financiero. Esto ocurre debido al uso de prácticas inadecuadas de financiamiento y regulación y a la deficiencia de la supervisión bancaria.

Por último, puede elevar el costo de acceder a los mercados financieros pues los prestamistas tienen en cuenta la corrupción al calcular sus gastos. Asimismo, la corrupción aumenta la incertidumbre para las empresas privadas y crea obstáculos para la entrada de nuevos funcionarios. Los recursos se destinan a la búsqueda de renta económica en lugar de actividades productivas.

El costo social y ambiental también puede ser importante. La reducción de asignaciones presupuestarias para programas sociales y la pérdida de recursos debido a la corrupción limitan la formación de capital humano. Por su parte, si las normas ambientales son ineficaces y no se aplican bien, se traducen en mayor contaminación y más extracción de recursos naturales. En casos extremos, la corrupción sistémica puede producir inestabilidad política y conflictos. Se ha sostenido que una abundancia de recursos naturales puede exacerbar la situación.

Estrategias de mitigación

Se reconoce que no existe una solución común para todos los países, pero se subraya la importancia de adoptar un enfoque general. Las medidas a corto plazo deben complementarse con medidas preventivas y una aplicación estricta de la ley. En el estudio del FMI se ofrecen directrices prácticas para los responsables de la política económica en base al enfoque aplicado por el FMI para ayudar a sus países miembros a formular e implementar reformas económicas, incluidas las estrategias de lucha contra la corrupción. Se describen cuatro elementos básicos:

• La transparencia es una condición previa. Los países deben adoptar normas internacionales de transparencia fiscal y financiera. Dada la importancia relativa de las industrias extractivas en muchas economías, la transparencia en este sector es crucial. Los gobiernos deben promover normas internacionales sobre transparencia en la propiedad de las empresas. La libertad de prensa también es importante para poner al descubierto prácticas corruptas.

• Para reforzar el imperio de la ley, el riesgo de procesamiento debe ser creíble. La ley también debe aplicarse al sector privado. En ciertos casos, deben crearse nuevas instituciones especializadas si las instituciones existentes son corruptas. Se requiere un sistema eficaz de lucha contra el lavado de dinero para minimizar el blanqueo de los ingresos obtenidos mediante prácticas corruptas.

• Un exceso de reglamentación genera rentas que se asignan a discreción de los funcionarios públicos y que deben eliminarse. La desreglamentación y simplificación son las piedras angulares de una estrategia eficiente de prevención de la corrupción. No obstante, es importante contar con un marco institucional adecuado durante la transición desde un mercado monopolístico controlado por el Estado (economías emergentes de Europa oriental).

• Se requiere un marco legal bien definido. Sin embargo, un marco que no se aplica no sirve de nada, y una buena implementación requiere instituciones eficaces. En particular, es fundamental formar un cuadro directivo de funcionarios públicos competentes e independientes que estén al margen de las influencias del sector privado y la política, y que se enorgullezcan de su propia independencia. El liderazgo también es crucial. Los líderes deben dar el ejemplo y asegurarse de que se adoptan medidas decisivas cuando se necesitan.