BoletÃn del FMI : El FMI analiza cómo aprovechar el comercio internacional para promover el crecimiento
23 de marzo de 2015
- El comercio exterior puede ayudar a evitar una “nueva mediocridad” en la economía mundial
- Los países deberían replantearse el papel del comercio internacional en las perspectivas y la estrategia de crecimiento
- La rápida evolución del comercio internacional tiene implicaciones para la labor del FMI
En medio de las inquietudes en torno a una “nueva mediocridad” en la economía mundial, conviene considerar el comercio internacional como una parte fundamental del plan de estímulo del crecimiento mundial a mediano plazo, de acuerdo con un nuevo informe del FMI
ACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO MUNDIAL
En el análisis del comercio internacional que publica cada cinco años, el FMI hace un balance de los cambios ocurridos en este ámbito y describe temas críticos para su futuro plan de trabajo.
La renovada expansión del comercio internacional, que ha perdido impulso en los últimos años, podría afectar significativamente al crecimiento de los países individualmente y de la economía mundial en su conjunto, afirma el informe.
En una charla con el Boletín del FMI, dos de los autores —Martin Kaufman y Varapat Chensavasdijai, del Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación del FMI— hablan del potencial de crecimiento que encierra la reforma del comercio exterior y de su efecto catalizador en otras reformas estructurales.
Boletín del FMI: ¿Por qué se está desacelerando el comercio mundial?
Kaufman: Después de la crisis financiera internacional, el comercio internacional se desaceleró porque hubo un enfriamiento sincronizado de la economía mundial. En los años siguientes, se produjo una recuperación drástica del comercio, pero en los últimos tiempos ese crecimiento ha sido mucho más lento que en el pasado. Lo que queríamos averiguar es si se trata de un fenómeno cíclico (pasajero) o algo más estructural (permanente).
Chensavasdijai: Lo que descubrimos es que alrededor de la mitad de la desaceleración del comercio exterior se debe a factores cíclicos. Pero existen otras razones de índole más estructural, relacionadas con la maduración de los procesos que llevaron a la rápida expansión del comercio internacional en las dos últimas décadas; por ejemplo, el surgimiento de cadenas de valor internacionales. Hay cada vez más productos finales —como los automotores— que se producen en un país con insumos provenientes de muchos otros, en parte gracias a la eliminación de barreras comerciales y al abaratamiento del transporte y las comunicaciones resultante del avance tecnológico. Cuando aparecieron, estas cadenas de valor internacionales fueron fuentes muy importantes de innovación en el ámbito comercial.
A medida que este modelo de negocio madura en los países participantes en el proceso, ya no contribuye tanto a la expansión del comercio. Lo mismo ocurre con el ingreso de nuevos miembros en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además, los esfuerzos por hacer avanzar la política comercial multilateral han sido arduos y lentos. Todos estos factores han restado impulso a la expansión del comercio.
Boletín del FMI: ¿Por qué es tan importante reactivar el crecimiento del comercio en este entorno de bajo crecimiento mundial?
Kaufman: El FMI tiene la atención puesta en las políticas que son necesarias para evitar que a mediano plazo el crecimiento mundial se estanque en una “nueva mediocridad”. El comercio, que complementa las reformas estructurales tradicionales, es uno de los focos; además, puede tener un efecto catalizador en otras reformas estructurales. Por esta razón, creemos que es un componente fundamental de la Agenda Mundial de Políticas del FMI y una de las reformas fundamentales que se necesitan para estimular el crecimiento mundial a mediano plazo.
Boletín del FMI: ¿Qué reformas contribuirán a estimular el comercio?
Kaufman: Los países de bajo ingreso (y algunos países de mercados emergentes) tienen que centrarse en integrarse al sistema de comercio internacional; es decir, desarrollar infraestructuras, mejorar las aduanas, crear un clima empresarial propicio y fortalecer los marcos de política y las instituciones económicas para imprimirles predictibilidad y credibilidad.
Pero una mejor integración con el sistema de comercio mundial también implicaría su liberalización, que consiste en reducir los obstáculos. En el caso de las economías avanzadas, esto significa centrarse cada vez más en la inversión, los servicios y la coherencia regulatoria. Estas son las nuevas fronteras en el ámbito de la política de comercio internacional.
Afianzar la coherencia de las regulaciones no es una tarea sencilla porque no concierne a un solo sector. Los alimentos son muy diferentes de la seguridad de los automotores y de los servicios financieros. El proceso es complejo, pero los beneficios de expandir la frontera comercial a la esfera de los servicios y de reducir los costos del comercio —para cada país a nivel individual y para la economía mundial en su conjunto— podrían ser sustanciales.
Boletín del FMI: La expansión de las cadenas de valor internacionales contribuyó a estimular el crecimiento del comercio internacional en los últimos años. En su opinión, ¿cómo irán evolucionando estas cadenas de oferta?
Kaufman: Las cadenas de valor internacionales que aparecieron en los últimos años crecieron de manera orgánica. Las primeras surgieron en los países con una inclinación natural a comerciar entre sí; por ejemplo, la cadena mundial de suministro de América del Norte, o las de Europa o Asia.
Para que otros países puedan sumarse a las cadenas de valor internacionales, necesitarán un cambio de mentalidad sobre el papel del comercio en las estrategias de crecimiento y desarrollo. No se trata de pensar en exportar bienes, sino en exportar tareas o partes de un bien final que pueden aportar una eficiencia significativa local y a nivel mundial.
Boletín del FMI: Las medidas no arancelarias se plantean como nueva forma de proteccionismo. ¿En qué consisten y por qué son un tema de reforma importante?
Chensavasdijai: Las barreras no arancelarias juegan un papel cada vez más importante. Por ejemplo, los países tienen diferentes requisitos para comprobar la seguridad de los automóviles o de los medicamentos. Aquí entran en juego a menudo preferencias internas; por ejemplo, en materia de higiene, calidad de los alimentos o seguridad. Eso es lo que denominamos barreras “no arancelarias” al comercio internacional, y parte del problema radica en la falta de datos porque estas barreras varían según el país y no están registradas de manera sistemática. Creemos que existe un riesgo de que algunas tendencias proteccionistas vayan tomando la forma de esas medidas, y carecemos de los mecanismos y las instituciones para impedirlo. No debemos quedarnos cruzados de brazos frente a estas nuevas formas de proteccionismo.
Boletín del FMI: Las negociaciones sobre comercio mundial se paralizaron en los últimos años, y dejaron un vacío que llenaron otros vehículos, como los acuerdos comerciales preferenciales, los acuerdos comerciales regionales y los acuerdos plurilaterales. Los acuerdos internacionales de comercio, ¿todavía tienen importancia?
Kaufman: Sí; el hecho de que el Acuerdo de Bali se haya concretado en diciembre de 2013 es algo positivo. Primero, porque es muestra de un renovado compromiso de la comunidad internacional con los esfuerzos multilaterales y la OMC; y, segundo, porque reanimó la facilitación del comercio, que ayuda a las economías en desarrollo a integrarse al sistema de comercio mundial.
Es verdad que en los últimos tiempos los acuerdos preferenciales han sido un canal muy activo. Estas iniciativas ofrecen una oportunidad para promover la política sobre comercio internacional, que se estaba quedando estancada, y les permite a los países moverse a distintas velocidades. Estos acuerdos están bien siempre que se limite la fragmentación del sistema, que funcionen de manera abierta y transparente, y que terminen adquiriendo dimensiones multilaterales. Pero la mejor garantía de inclusión es que haya avance también en el plano multilateral.
Boletín del FMI: ¿Podrían darnos una idea de la supervisión y el análisis del comercio internacional que hará el FMI?
Kaufman: Los expertos externos destacaron la gran calidad de la labor analítica del FMI en este campo y su relevancia para las políticas. Pero el análisis también permite ver que hay margen para que la supervisión bilateral que realiza el FMI considere en mayor medida dicha labor. Tenemos que seguir haciendo una excelente labor analítica para comprender la evolución del comercio; tenemos que afinar cómo esta evolución está repercutiendo en los países; y, por ende, tendremos que actualizar las pautas que le transmitimos al personal técnico sobre las dimensiones del comercio que tienen relevancia macroeconómica y las cuestiones de política comercial.
La política sobre comercio internacional ha cobrado nuevo ímpetu a escala mundial, y los países deberían tenerlo en cuenta. En lugar de pensar en reformas estructurales en un mundo donde el panorama comercial no cambia, el FMI y sus países miembros se las tienen que replantear en este contexto nuevo. En otras palabras, si a alguien le importa el crecimiento pero no está pensando en el comercio internacional, se le va a pasar el tren.