BoletÃn del FMI : Zona del euro: Se requieren más reformas para fortalecer la recuperación
14 de julio de 2014
- Respaldar la demanda para combatir la baja inflación y estimular el empleo.
- Sanear los balances y completar la unión bancaria para reavivar el crédito y revertir la fragmentación financiera.
- Llevar a cabo reformas estructurales para estimular la inversión, el empleo y la productividad, y corregir los desequilibrios externos.
La zona del euro se está recuperando, pero las autoridades deben abordar los obstáculos profundamente arraigados que frenan el crecimiento para garantizar una recuperación sólida y duradera, según el informe más reciente del FMI sobre esta zona monetaria.
EXAMEN ECONÓMICO
Por fin tenemos un motivo para estar contentos en la zona del euro, señalan los autores del informe. La economía se está recuperando gradualmente, y los mercados financieros se muestran optimistas. La aplicación de enérgicas medidas de política ha ayudado a esta reactivación.
Pero la recuperación económica está resultando más débil de lo esperado, según se indica el informe, y no todos los países están creciendo. El producto y la inversión aún se sitúan por debajo de los niveles previos a la crisis. Los altos niveles de desempleo, las pesadas cargas de la deuda, las mayores tasas de interés reales en las economías sometidas a tensiones, los bancos débiles y la contracción del crédito obstaculizan la reactivación de la demanda interna. Esta situación hace que la región sea demasiado dependiente de la demanda externa y esté expuesta a riesgos externos, ya sean fisuras geopolíticas o una desaceleración del crecimiento en los socios comerciales. Las perspectivas de crecimiento son modestas.
Persisten los bajos niveles de inflación, según los autores del informe, quienes señalan que si la inflación se mantiene muy por debajo del objetivo de estabilidad de precios del Banco Central Europeo (BCE), la carga de la deuda crecerá aún más, las tasas de interés reales permanecerán innecesariamente elevadas, frenando la demanda, y podría erosionarse la credibilidad del banco central.
También existen obstáculos del lado de la oferta que frenan el crecimiento, como se indica en el informe. Las rigideces y las brechas en los mercados de capital, de trabajo y de productos continúan obstaculizando la productividad, la creación de empleo y el desplazamiento de los recursos del sector de bienes no transables hacia el sector de bienes transables. Los niveles persistentemente altos de desempleo y el bajo nivel de inversión podrían reducir la capacidad de la economía para crecer en el futuro inmediato.
Según el informe, la fatiga de la reforma comienza a hacer mella. Los resultados de las elecciones europeas podrían no ser favorables para una mayor integración dentro de la zona del euro, lo que podría poner en peligro las reformas necesarias para apoyar la recuperación económica.
Para contrarrestar estos riesgos, en el informe se insta a los países a realizar esfuerzos concertados en materia de políticas para fortalecer la recuperación económica e incrementar la inflación.
Respaldar la demanda hasta que Europa se recupere
La política pública debe apuntalar la demanda interna hasta que desaparezca la amenaza derivada del bajo nivel de inflación y los bancos vuelvan a estar dispuestos a otorgar crédito. El objetivo de las medidas adoptadas por el BCE es precisamente este. Sin embargo, es posible que el BCE tenga que hacer más si la inflación se mantiene persistentemente baja, y quizá deba expandir considerablemente su balance, como han hecho otros grandes bancos centrales, a fin de transmitir una señal clara de que utilizará todos los instrumentos disponibles para cumplir su mandato de estabilidad de precios, señalan los autores.
En el ámbito de la política fiscal, la orientación general neutral mantiene un punto de equilibrio adecuado entre contener la trayectoria de deuda pública y respaldar la demanda. Sin embargo, las autoridades no deberían recurrir a recortes presupuestarios si el crecimiento cae por debajo de las expectativas.
Sanear los balances y reactivar el crédito
Las autoridades de la zona del euro han avanzado considerablemente hacia una unión bancaria más completa, según se indica en el informe. El Mecanismo Único de Supervisión (MUS) entrará en funcionamiento a finales de este año, y esto facilitará el flujo de fondos entre los países y reducirá la fragmentación financiera. Se ha simplificado el proceso de toma de decisiones para el Mecanismo Único de Resolución (MUR), y ha mejorado el mecanismo de distribución de la carga del Fondo Único de Resolución (FUR).
Por otra parte, también se han fortalecido los balances de los bancos. El proceso de evaluación integral de los balances de los bancos realizado por el BCE ya está claramente en marcha. El ambicioso calendario establecido para los bancos con el objeto de subsanar deficiencias de capital después de este proceso de evaluación debería ser viable, dada la mejora considerable de las condiciones del mercado. Sin embargo, se debería instar a los bancos a elevar de manera proactiva su capital, como se indica en el informe.
Sin embargo, aún es necesario poner en práctica un mecanismo común de apoyo fiscal para quebrar el vínculo pernicioso entre los bancos y los balances soberanos. El acuerdo político para permitir que el Mecanismo de Estabilidad Financiera recapitalice directamente los bancos es un paso hacia adelante, pero no debería ponerse el listón tan alto de manera que a los bancos les resulte demasiado difícil acceder a este servicio. Con respecto al sector empresarial, será importante facilitar la reestructuración de la deuda, por ejemplo, mediante el fortalecimiento de los marcos nacionales de insolvencia.
Liberar el potencial de crecimiento mejorando las estructuras económicas
En el informe se argumenta que será difícil que el crecimiento despegue de manera sostenible hasta que se reduzcan las barreras estructurales. Esto significa desarrollar los mercados de capital para que las pequeñas y medianas empresas tengan otros mecanismos de financiamiento además de los bancos, y los bancos puedan gestionar los riesgos de manera segura y crear mayor margen en sus balances para aumentar el crédito. Las reformas del mercado de trabajo deben seguir avanzando a buen ritmo, a fin de estimular la productividad y la inversión, lograr que las exportaciones de la zona del euro sean más competitivas y fomentar el empleo. Por ejemplo, la reducción de los costos de contratación y el desarrollo de programas de capacitación eficaces podrían ayudar a reducir las elevadas tasas de desempleo juvenil. Debería implementarse la Directiva de Servicios para crear apertura en las profesiones protegidas y promover la competencia fomentando la prestación de servicios transfronterizos.
A mediano plazo, podría simplificarse el marco fiscal excesivamente complicado y reforzar su cumplimiento. Para proteger la inversión pública vital, es necesario fortalecer la capacidad del centro para financiar ciertos proyectos, como las inversiones transfronterizas en redes de transporte, comunicaciones y energía.
En resumen, el personal técnico del FMI concluye que la zona del euro debe proseguir con las reformas a fin de respaldar y reforzar su recuperación.